CUARENTA Y UNO✨

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*⚠Advertencia⚠ Este capítulo te puede dar diabetes*


Taehyung

No estoy acostumbrado a que hagan cosas por mí, yo suelo ser quien hace cosas por las personas. Préstamos nunca pagados, favores, y de vez en cuando necesitaban de mi cuerpo, eso antes de que Jeon se entrometiera en mi vida. No me imagino una vida sin ese niño, pero como le he dicho, si él está enamorado de alguien que no sea yo... Lo respetaré.
Me cuesta aceptar lo que han hecho por mí... Bueno, no solo por mí, porque esa niña no solo nos causaba dolor a Jungkook y a mí, sino, también a Hoseok.

Ahora que voy caminando hasta llegar a esa niña siento una presión en mi pecho por la culpa. Así es, siento culpa por mandarla a prisión... Es absurdo después de todo lo que hizo. Está sentada esperando a que probablemente se la lleven. Cabizbaja y sin sentimiento alguno.

—Mírame, Sook Mi —le digo muy cerca suya para no gritar. No me hace caso. Parece como si estuviera drogada—. Mírame, he dicho.

—¿Qué? No tienes que echarme en cara que han triunfado... No me interesa —responde llorando.

—¿Por qué lo hiciste? —voy al grano—, ¿qué querías de nosotros?

Me fulmina con la mirada y después se ríe como una loca aún con lágrimas saliendo de sus ojos.

—Jungkook es lindo... Pero creo que a estas alturas ya no deberíamos de mentir —me sonríe desquiciada—. Quería la atención de Hoseok. Vivimos juntos y pensé que volveríamos... Pero solo me mandó al carajo. Hacemos locuras por amor ¿no lo crees? Somos unos locos que hacen lo que sea por conseguir lo que desean. Uno a uno van cayendo... Yo fui la primera, pero pronto serás tú y tu bola de mentirosos.

—No sabes lo que dices —me aparto de ella para irme. Cuando voy caminando grita:

—¡Te veo en prisión, Oppa! —Intento no molestarme, pero no puedo. Todo lo que dice es verdad. No conozco mis limites, y si no averiguo cómo controlarme no podré cumplir todo lo que le prometí a Jungkook.
Sé que nada ha acabado con Sook Mi, y como ella lo dijo, somos unos locos por conseguir lo que deseamos. No se rendirá, y mucho menos yo.
Regreso en donde estaban todos, pero ya no hay nadie ahí adentro. Salgo del lugar y busco una señal de Jungkook, Hoseok... Alguien.
Miro a mi alrededor y sigo sin encontrarlos...

—Taehyung... Kim Taehyung, mi Tae. ¿Al fin puedo llamarte mi hombre? —susurra Jungkook a mi oído mientras me abraza por detrás sin ningún inconveniente. ¿Me estaba esperando para hacer esto?
El calor de sus manos en mi cintura me causan unos escalofríos en mi interior. Su respiración en mi oído es una armonía con mi corazón, y su atrevimiento de hacer esto en público me excita.

—¿Cómo es que ya no te importa que nos vean así? —pregunto caminando con él detrás mía.

—Por eso llegamos hasta este punto, porque me importaba lo que dijeran de nosotros, pero ya no más. Dejemos esto en que solo nosotros sabemos la verdad, ¿si, hyung? —perdí mi esencia en ser el acaramelado o el atrevido, pero sin duda siento una especie de relajación gracias a su calor.

—Si, Jeon... —Le digo con una breve sonrisa. Escucho que ríe un poco, pega sus labios a mi cuello y me da un beso fugaz para después abrazarme con más fuerza. Desee tanto poder caminar a su lado así, a la vista de todos para que pudieran ver nuestra mutua felicidad. Al fin lo conseguimos— ¿A dónde fue Hoseok? —me salgo de contexto. Tenía que preguntarle.

—Está en el despacho... Hablamos un poco. No es alguien tan malo después de todo —tomo sus manos de mi abdomen y las quito para ponerme frente a él. Lo miro fijamente e intento buscar las palabras adecuadas para decir lo que tengo en la punta de la lengua. Sinceramente no sé porque algo tan sencillo me cuesta trabajo decirlo.

—Yo... De verdad necesito hablar contigo al llegar a casa. Quiero que seas lo más sincero y objetivo —pongo mi mano en su mejilla y la acaricio mientras él me mira un poco asustado.

—¿Es malo... Lo que dirás?

—No lo sé, Kookie —de pronto sus ojos vuelven a brillar, a encenderse como antes.

—Hace mucho que no me llamabas así —paso mi dedo por su labio inferior, y lo miro con una sonrisa. Lo hago caminar a mi lado hasta llamar a mi chofer. En verdad que este día se ha hecho demasiado largo, y ni siquiera ha terminado. Me encuentro ansioso, y creo que estoy aprendiendo a ser feliz de nuevo. Lo único que necesitaba era de Jungkook, solo necesitaba de él para poder salir adelante. Ese niño es todo lo que necesito ahora y siempre.
En el camino, en vez de mirar el paisaje como de costumbre, se acerca demasiado a mí y pone su cabeza en mi hombro cerrando sus ojos poco a poco. Su mano descansa en mi muslo, a veces intentando buscar la mía para complementarse, pero tengo una mano ocupada acariciando su suave cabello, y otra fuera de la ventana del auto.

Sé que está despierto, porque si no, no estaría mordiendo sus labios repetidas veces durante el recorrido a casa... Nuestra casa.
Antes de entrar a la residencia logro ver algunas personas esperando nuestra llegada. Sobretodo pequeñas niñas como Sook Mi. Son menos revoltosas, y lo único que logro escuchar es que gritan son nuestros nombres.
No sé cómo reaccionar, así que fijo mi vista a mis piernas evitando verlas. No estoy seguro si saben lo sucedido, o bueno, la historia del juicio.
Al salir del auto y sentir este ambiente, me siento nostálgico. No triste, pero tengo algo que me preocupa, y no sé si sea por lo que tengo que hablar con Jungkook.
Yeontan corre hacia los dos mientras ladra emocionado.

—Hola, Tannie. Te extrañé mucho, pequeño —dice Jeon más emocionado que yo. Estoy nervioso, no puedo evitarlo.

—Jungkook... Tienes que saber que esto no va a ser fácil, y no creo que estés listo para esto —me mira con el ceño fruncido tratando de entender lo que le he dicho. Baja a Yeontan de sus brazos y se pone en frente mía.

—¿Listo para qué? —sus ojos resplandecen mucho al verme fijamente. Casi me intimidan.

—Para tener una relación conmigo —pone los ojos en blanco y juega con su lengua—. Escucha, es meterse en medio del abismo...

—Esto no es solo de mí, es de los dos. Y sé que tienes miedo, no te negaré que yo también lo tengo, pero tengo claro que si estoy contigo no tengo nada de qué preocuparme. Tendremos buenos y malos momentos... juntos —tal vez tengo miedo... Mucho miedo. El típico miedo de alguien que nunca ha estado con una persona de una manera romántica.

—Tienes que estar listo para no creer los rumores. Somos figuras públicas, Jungkook, y tratarán de destruirnos de nuevo —mira el suelo y después acomoda su cabello intentando entretenerse con algo.

—Pones tantas excusas que no sé si en verdad quieres esto... —Dice aún sin verme.

—No, eso sí que no.

—Entonces como tu alguna vez me lo dijiste, deja de preocuparte por lo que los demás digan —toma de repente mi muñeca y la mantiene arriba poniendo la suya a lado—. ¿Por qué tenemos estas pulseras?

—Porque nos unen —respondo.

—Exacto, y porque no importa en donde nos encontremos los dos, recordaremos que siempre vamos a estar ahí para apoyarnos... —No podía más. Tomé su mano y me aferré a sus labios... Necesito de él. Necesito ya su amor...

—Ya no hables, y dejemos esto como está —digo cerca de sus labios para después volverlos a saborear. Mi mano se encuentra en su cintura para acercarlo más a mí. Toma mi nuca para acariciar mi cabello al ritmo de nuestros labios.

—¿Esto qué quiere decir? —susurra manteniendo su labio inferior chocando con el mío.

—Que soy tu hombre, Jeon, solo tuyo...

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Criaturas del bosque, :'D quería aclarar que no soy un profesional en el ámbito judicial y el derecho... Así que si hay alguien que ya lo sea, lamento las fallas que, repito, no soy un profesional  aún. Lo digo porque ya veo al típico decir que "esto está mal" "esto no se hace así". Traté de informarme lo más que pude. :') Gracias.
Los amooo a todos. 💜

-Kai.✨

taekook; sweet skin (달콤한 피부) ✨ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora