taekook; sweet skin (달콤한 피부) ✨ EDITANDO

SESENTA Y SEIS✨ (Vestigio 3)

Nota de autor:

Este capítulo, (como todos los vestigios) son acontecimientos que llegan a marcar gran parte de la historia, y como sé que muchas veces se confunden, lo aclaro para que tengan en cuenta que, como son cosas que pasaron, Jungkook sigue en coma y Nyun en la mansión. Sin más qué decir, los dejo con la lectura.

Taehyung

«Mi cabeza iba a explotar. El insomnio se hacía constante de nuevo. La felicidad carecía y mi cuerpo se sentía cada vez más débil.
"¡Hazte daño para sentir paz!"
¿Estaba bien escuchar voces malvadas en mi cabeza? ¿Esto me esperaba en su ausencia?

Era eso; un miedo incontrolable que llevaba desde pequeño. La soledad era mi mejor aliado, pero cuando él llegó mi necesidad aumentó, mis caprichos salieron a la luz. Lo quería para mi, lo quería para limpiar sus lágrimas cuando estuviera triste, lo quería para caminar a otro lugar contando historias fantásticas, o de cómo nos gustaría vivir en un futuro, lo quería en mi vida...
La mirada desviada de ese chico me decía que escondía algo, que llevaba un oscuro pasado, que inconscientemente pedía ayuda. "Jeon Jungkook". Jungkook... ¿Era demasiado frío para tu corazón hecho en pedazos? ¿Qué soy para ti?

Jungkook... Lo siento.»

No era una carta de suicidio, aunque podía funcionar como una. ¿Tan mal me sentía para comenzar a ser alguien que prometí destruir?; estúpidamente enamorando de un chico al cuál no merezco.
Para perspectiva de los demás, pareciera que yo ya hubiera superado su partida, y que al fin había entendido las probabilidades de que pudiera despertar o no, pero poco a poco fui cayendo sin piedad de nuevo. ¿Por qué dependo de él? No debería, ya que eso muestra lo débil que soy... O al menos es lo que pienso.

Salgo desesperado de la habitación sin despertar a las personas que yacen dormidas tranquilamente y sin nada de qué preocuparse. Me escabullo fuera de la casa para quedarme en el patio un rato y fumar tranquilamente. Había dejado este vicio estúpido por él, pero es lo único que me tranquiliza ahora, aunque...

—¿Qué haces aquí? —me giro para observar a Nyun, quien está sentado en el césped con un cigarro en la mano. No le contesto y en cambio alzo mi mano mostrándole mi cigarrillo—. Mmm, ya veo.

—¿A qué hora irás a firmar mañana? —saco el tema del trabajo, no quisiera hablar de otra cosa. Me mira frunciendo el ceño mientras saca el humo de su boca de una forma sexi y agradable.

—A las 3. La construcción comenzará en unos meses, cuando los planos estén listos, y si todo llega a salir bien, la empresa llegará a Latinoamérica también. Tú y tu padre se harán más millonarios de lo que son ahora. ¿Tuviste un inicio humilde? —no importa qué tema saque, siempre encuentra la manera de indagar más en mi persona, lo detesto... Pero a la vez me gusta hablar de mi con él.

—Nací en cuna de oro. Mi padre ya tenía la empresa desde que era un crío. Siempre fui humilde al igual que mi madre, pero mi padre no. A pesar de que no teníamos el dinero que tenemos hoy, siempre era engreído y malicioso. Cuando mi último hermano nació, mamá murió y me tuve que hacer cargo de ellos y... Mierda, no sé porqué te estoy contando esto —admito avergonzado. Nyun sonríe con la mirada bien puesta en mi, para después decir:

—Por algo me lo cuentas —no le contesto, y en cambio le doy otra calada al cigarro y lo apago para después dirigirme a la calle—. ¿A dónde vas? —pregunta levantándose para seguirme.

—No lo sé, extraño salir en la madrugada...

—¿Puedo ir contigo? —pregunta con un tenue rubor en sus mejillas. Lo observo cuidadosamente y pronto me sonrojo yo también, así que opto por bajar la mirada. Mierda, me intimida demasiado.