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El contacto de los labios de Toni rodeando mi polla revivió en mí los recuerdos de aquel viernes en su casa. Ruth, sentada a mi lado contemplaba la escena con una sonrisa en los labios. Ella, al igual que su hermano Javier, parecía tener una gran capacidad de persuasión, o al menos sobre Toni y yo.

Las manos de mi amigo acariciaban mi pecho mientras Ruth me besaba. Le quité la camiseta dejando a la vista sus preciosos pechos. Empecé a lamerlos. Mi lengua se detuvo en sus pezones jugueteando con ellos mientras Ruth lanzaba pequeños gemidos.

Miré hacia mi entrepierna. Toni continuaba engullendo mi polla. Mientras se la comía y pasaba la lengua por el tronco y por mis huevos... mi amigo tenía sus ojos bien abiertos, clavados en mi polla, como si intentase grabar aquella escena para siempre en su retina. Sólo apartaba su mirada para observar mi expresión y buscar en mis ojos la aprobación por su espectacular mamada. Y mis ojos no sólo reflejaba aprobación si no también placer... el placer de sentir los labios de uno de tus mejores amigos comiéndose tu polla erecta y dura mientras una de tus mejores amigas presencia la escena.

Toni se detuvo y alzó su cabeza.

- ¿Te gusta? –Le dijo a Ruth.

- Me encanta. Quiero que os beséis. –Dijo Ruth con un hilo de voz mientras acariciaba lentamente su cuerpo desnudo.

Toni me miró con complicidad e incorporándose acercó su boca a la mía. Nuestros labios tomaron contacto. Mi lengua asaltó su boca enredándose con la suya. El sabor de mi polla en su boca, el morbo de saber que acababa de comérsela, me calentaba especialmente. Mis manos recorrían su espalda amplia y definida por el deporte. Mientras nos besábamos él continuaba pajeando mi polla.

Ruth terminó de desvestirse y empezó a acariciar su húmedo sexo con sus dedos. Toni continuó con la mamada, estaba hambriento de verga, sólo había que verle succionar y mamar mi polla con aquella voracidad para darse cuenta de ello. Le acariciaba su cabeza guiando sus movimientos. Su lengua volvió a recorrer el tronco de mi polla desde el capullo a la base, lamió mis huevos y se perdió por el espacio que los une con el ano. Instintivamente levanté ligeramente mis piernas. Su lengua rozó esa parte tan sensible de mi anatomía y me estremecí de placer. Volvía a sentir aquella sensación tan agradable.

La boca de Toni volvió a mi polla mientras jugaba con un dedo en mi ano. Ufff... empezaba a perder el sentido. El placer que me hacía sentir aquel dedo entrando y saliendo de mi culo era indescriptible. Algo que hay que sentir por uno mismo para poderlo entender.

Ruth gemía mientras se masturbaba observando la mamada que Toni me estaba haciendo. Se la veía realmente caliente. No pudo aguantar más. Se abalanzó sobre mi polla y empezó a comérsela junto a Toni. Uffff... aquello me hizo rozar el cielo. La boca de Ruth cubrió absolutamente mi polla mientras Toni se dedicaba a mis huevos. Se los metía en la boca hasta donde le cabían. Su dedo continuaba en mi culo mientras Ruth seguía succionando mi capullo con fuerza, como esperando que mi leche brotase de golpe y saciase su sed. Me iba a correr.

- Mmmmmm... parad por favor, o me voy a correr.... –Susurré yo.

- ¡No! Antes nos tienes que follar. –Dijo Ruth.

Dicho y hecho. Toni buscó un condón en su cartera y me lo colocó en la polla. Era el turno de Ruth. Mi amiga se sentó a horcajadas sobre mí mientras dirigía mi polla hacia la entrada de su coño. Estaba muy lubricada así que entró con mucha facilidad. La novia de mi mejor amigo empezó a moverse sobre mí, como cabalgándome, mientras mi polla se perdía en su interior. Nos fundimos en un brutal beso.

Ruth gemía cada vez más alto, sus manos acariciaban mi pecho hasta clavar sus uñas en él. Empecé a preocuparme por si alguien de la casa nos podría oír. Toni acalló mis preocupaciones y los gemidos de Ruth. Le puso su polla tiesa en la boca y Ruth empezó a comérsela como si le fuese la vida en ello.

the life of anotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora