Len kagene un chico con difultades financieras, el cual vive con su única familiar, su madre, intentara entrar a la academia vocaloid.
Rin kagamine una chica que vive con todos los lujos que puedas pensar, pero oculta bajo esa sonrisa, unos terribl...
Me faltaban lavar unas cuantas cosas para terminar todo y volver con Rin ya que estaba preocupado por ella, note que Lenka estaba muy cansada, eso atrasaria el trabajo, además hizo suficiente, tiene derecho a un merecido descanso. -Lenka, deja que lavé lo que falta tu siéntate y descansa un poco. -gracias Len- ella se sentó en una silla, estuve lavando, me mantenía intranquilo no podía estar en paz sabiendo que algo le podría estar pasando. No perdonaré a Rinto si llega a molestarla o hacer que ella llore, lo matare. En cuanto termine de lavar, me di cuenta Lenka estaba dormida, no quería despertaría entonces la cargue en mis brazos. Me dirigí a la sala de estar, tan pronto como llegue a la sala vi a Rinto, el tenia a Rin entre sus brazos, mas te vale que corras por tu vida. -L-l-ee..n-n- murmuró ella casi en un susurro, que hizo que aquel miserable se percatase de nuestra presencia, dirigiendo su mirada hacia Lenka. -¿Qué diablos haces con Lenka en tus brazos?- el bajó a la rubia, que tenia atrapada entre sus brazos, rápidamente ella estaba junto a mi, me percaté, que temblaba aunque su mirada demostraba gran seguridad. -¿por ella esta en tus brazos?- Rinto y Rin me reclamaban, yo no podía responder nada por culpa de sus preguntas.
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-¿por que cargas a Lenka? Yo soy más bonito que tu, ella no te elegirá jamás, sabe bien que soy mil veces mejor que tu - replico Rinto. -¿Len te quedaras con Lenka?- se alarmó Rin. -claro que no, lo que sucedió fue que Lenka se durmió, como no quería despertarla, la cargue. Así que dejen de armar teorías estúpidas.
Lenka despertó, deje de cargarla, con mis brazos ya libres, me lancé sobre Rinto, empecé a golpearlo, cada vez le pegaba mas fuerte, realmente cada golpe tenia mas ira que el otro. -¡¡Len ya déjalo por favor!!- gritaba Lenka aterrada, Rin por su parte aun temblaba, pero su mirada era firme.
Mis padres y el de Rin parecieron al escuchar los gritos y vinieron enseguida. León y Li me separaban de Rinto aunque no lo lograban al cien porciento. En uno de sus intentos por separarme, Rinto se movió aproximándose a Rin me acerque a ella, protegiéndola con mis brazos, lo que hizo que el se detuviera. -Len ¡ya basta!- suplicó Lenka.
León me separo de Rin a la fuerza. -no permitiré que ningún chico violento este en mi casa. Fuera de aquí, no te atrevas a poner un pie en mi casa. - ordenó León -padre, no puedes hacer eso. Len... - no dejo que Rin terminarse de hablar.
El abrió la puerta y me saco a la fuerza cerrando la puerta en mis narices. Estoy realmente muy enojado, Rinto se merece la paliza que le di, es mas lo volvería hacer. Fui a dar un paseo por la ciudad, ya cansado de tanto caminar me senté sobre una barandilla.
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