Capítulo Nueve.

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Elliot.


Unos gritos no me dejaban conciliar el sueño, además de que pensaba en ella, como todas las noches.
Su madre vino por sus cosas, eso jamás lo olvidare, pude haber hecho algo pero me quede ahí parado viendo esa escena que se quedara guardada para siempre en mi memoria.

- ¡Me tienes harto, Gloria!, ¡Ya me canse!

Alguien gritaba a altas horas de la noche, creí que yo era el único loco despierto. Después de un rato me asome por la ventana de mi habitación que daba al vecindario, y ahí estaba "la bruja", pero no era la misma, o tal ves si, solo que un poco más....infeliz.

Un momento, ¿Quien es ese hombre?, ¿Por qué se le está acercando y ella no hace nada?... Nunca creí haber visto eso pero ahí estaba ella, con sangre saliendo por su boca, tan indefensa, quieta, pobre chica. Juro qué estuve apunto de correr y matarlo pero creo que ahora eso no convendría en lo absoluto.
El hombre le gritaba, mientras que una mujer, que al parecer era su madre buscaba algo desesperadamente, supongo que era el teléfono celular pero no hacia falta ya me encargue de llamar a la policía, ¿Quien se cree ese cabron para pegarle a una mujer?

Las palabras de Amy aparecen en mi cabeza: "Solo los maricas le pueden pegar a una mujer y créeme que son los hombres más idiotas que existen en la tierra".
Por más que quiera jamás me la podré sacar de la cabeza, ella es mi Ángel, la amo y la amere por siempre.

Demonios... Me he perdido una gran escena, la policía ya llegó y se llevó al bastardo, pero hay un pequeño problema, ella ya me vio, La bruja me esta observando detenidamente, hay un niño al lado suyo, esta llorando, sus manos están juntas, debe ser su hermano menor. En su rostro hay terror, su ojo está hinchado y no para de sangrar.
Baja la mirada como sí le diera vergüenza que La haya visto tan débil, tan inocente, tan destruida. No pienso hacerla sentir peor de lo que ya esta.

Me acuesto en la cama.

El golpe, la sangre, la chica, ella mirándome, todo aparece en mi cabeza al mismo tiempo, hasta que todo se desvanece y caigo en un profundo sueño.

¡Aléjate de mi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora