- No seas egoísta, cariño. Elliot lleva aquí tres días y solo come eso que estaba ahí - dijo señalando el platillo.¿Tres días?, ¿cuanto tiempo llevaba yo aquí?
- ¿Qué día es hoy? - estaba paralizada.
- Lunes - contestó Elliot.
- ¿Eso quiere decir que llevaba tres días inconsciente?
- Así es, dulzura. Ty y tu me han dado el susto de mi vida.
- Elliot - giró volteando a ver al chico que se encontraba sentado en el sillón de color marrón.
- Ese soy yo - contestó.
- Tu madre me llamó y dijo que si necesitabas un cambio de ropa solo le llamaras - le sonrió.
- Anotado, señora - contestó llevándose la mano a la sien imitando a un soldado.
- Adoro a este chico - rió.
- Leila, ¿Puedo ir a ver a Ty? - llamé su atención.
- Sí, el doctor no dijo nada como: No la dejes ir a ver a su hermano, Leila - me dijo imitando voz de hombre, esta chica era genial - así que sí, puedes ir a verlo.
- Muchas gracias - le sonreí.
- Pero tengo que acompañarte, ¿De acuerdo?
- Sí, totalmente.
La habitación de mi hermano estaba en el mismo pasillo que el mío solo que más al fondo.
- ¡Sorpresa! - grité al entrar.
- ¡Ali! - corrió a abrazarme.
- ¡¿Qué tontería pensabas hacer?! - dije con lágrimas en los ojos.
- Perdóname, perdóname - decía entre sollozos.
- No te preocupes, lo importante es que estas bien, enano.
Mamá se acercó a abrazarnos, tenía lágrimas en los ojos.
- Yo tengo la culpa, perdónenme, yo les hice esto - dijo llorando.
- No es cierto, má. La culpa lo tiene ese hombre que se hacía llamar mi padre - dije con odio.
- Ya no hablemos de eso, como diría la nonna: "Uno cosecha lo que siembra" - guardamos silencio - los amo, mis niños.
- Y nosotros a ti - respondimos al unísono.
- Bueno, bueno - dijo limpiando las lágrimas con su dedo gordo - basta de momentos tristes, haremos llorar a Elliot.
- ¡Ey! - lo saludó mi hermano con el típico saludo de hombres - ¿Trajiste el balón autografiado por Payton Manning?
- Así es, campeón - dijo sacando el balón de una bolsa - aquí tienes, es tuyo.
- ¿Qué?, no, no puedo aceptarlo es tuyo.
- Sin peros, espero que te guste.
- ¡Me encanta! - veía al balón como sí fuera de oro. Me límite a sonreír.
Mamá se acercó a Ty para hablar de algunas cosas, Elliot aprovechó para sentarse al lado mío.
- Que te hayas ganado a mi hermano no quiere decir que yo también sea tu amiga.
Me ignoró, bufé.
Minutos después me contestó.- Yo nunca dije que te quería como amiga.
- Bueno, me parece bien.
- bien.
- ¡Bien!
Los dos nos cruzamos de brazos sin voltear a vernos, parecíamos dos niños berrinchudos.
ESTÁS LEYENDO
¡Aléjate de mi!
Teen Fiction-No te puedo hacer esto, Brujita-Él le dijo mientras acariciaba su -Elliot, tienes que seguir con tu vida, no es justo que te hagas esto. -Lo siento, Aliss,-la miró decepcionado-yo no te amo. Ella podía escuchar ese horrible sonido. Era su corazón...