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Incómoda.
Esa era la palabra correcta para describir cómo me sentía en este momento, estaba rodeada de personas agradables pero sentía que yo no pertenecía aquí.
Sarah no paraba de dirigirme miradas de reojo desde que llegamos a la pizzería de Richard, luego de que se acabara el culto. Los demás estaban sumergidos en una conversación de la cual yo no formaba parte porque permanecía en silencio.
—Creo que podrían darnos un descuento por ser amigos de una de sus trabajadoras, ¿No crees Elena? —Habló Brandon, sacándome de mi aislada burbuja.
Todos dirigieron su mirada hacia mi mientras sonreían aprobando con gracia la ocurrencia de Brandon, esperando por mi respuesta.
Sonreí de lado, —No lo se, tendría que preguntarle a Richard. —Tartamudee incómoda, encogiéndome de hombros en mi asiento.
—No hay necesidad de hacer eso, yo pagaré. —Agregó Azriel. Lo miré fijamente por primera vez en toda la noche, por alguna razón me sentía incómoda al mirarlo ya que al hacerlo Sarah me miraba también y de una manera muy extraña.
—Pagaremos entre todos como siempre lo hacemos. —Sentenció Anne.
Los demás asintieron estando de acuerdo con lo que la pelirroja había propuesto. Por otro lado podía sentir la mirada de Azriel sobre mí en todo momento, y aquello lograba ponerme la piel de gallina, quería mirarle y sonreírle libremente pero no me sentía cómoda frente a sus amigos.
—¿Te pasa algo? —Susurró Grace, haciendo que diera un respingo.
—Me duele un poco la cabeza. —Mentí rápidamente.
—¿Quiere ir a casa?
—No, estaré bien. —Le respondí, alentándola.
Había algo en su mirada que no era normal, la Grace que conocía siempre tenía una sonrisa en el rostro y un brillo infantil en los ojos.
—Y a ti, ¿Te pasa algo? —Le pregunté devuelta, tratando de moderar mi tono de voz para que los demás no escucharan nuestra conversación.
Ella asintió bajando la mirada.
—Es mamá, aveces le dan esos arranques...y...tengo que ir a resolverlo, pero se que no quieres irte y—
—Grace ve a casa con tu madre, yo tomaré un taxi de vuelta, no te preocupes.
Negó en desacuerdo,—No quiero dejarte sola.
—Le pediré a Azriel que me lleve. —Dije rápidamente sin pensar.
Ella abrió un poco los ojos con sorpresa, sin embargo no protestó.
—De acuerdo, solo así me iré tranquila.
Se puso de pie y les informó a todos que tenía que irse, pero que yo me quedaría con ellos haciéndoles compañía, en el fondo le agradezco que no haya mencionado que me iría con Azriel frente a todos porque es algo que todavía no lo había consultado con el y dudaba mucho que lo hiciera.