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Mi primer día universitario no había transcurrido tan mal como lo esperaba, al menos sobreviví a las primeras clases evitando miradas y sentándome en los últimos asientos apartada de los demás jóvenes.
Le habíamos devuelto la guitarra al amigo de Grace en el almuerzo y para mi grata sorpresa éste también era guapo, pero no tanto como el chico de los ojos azules, que por cierto, no había vuelto a ver desde la mañana y aunque moría de ganas por preguntarle a la rubia sobre él, mi orgullo no me lo permitía, así que decidí tragarme mi curiosidad.
—¿Porqué vas tan callada? —Preguntó Grace de repente sin quitar las manos del volante y sin despegar la mirada de la carretera.
—Me gusta el silencio.
La rubia sonrió burlona y no me hizo ninguna gracia, quise decírselo pero preferí permanecer en silencio.
—¿Que harás esta noche? —Continuó indagando.
No puedo creer que haya sido capaz de preguntarme aquello.
—Lo que cualquier adolescente que vive con su abuela haría, dormir —Dije obvia, causando que ella soltara una carcajada.
La miré nuevamente con desaprobación y ella paró de reír, carraspeando su garganta y tratando de tomar seriedad.
—Solo te preguntaba por si te animabas acompañarme al ensayo de esta noche.
Aquello que dijo me hizo recordar las palabras del chico de ojos azules, "te veo en el ensayo de esta noche" si aceptaba la invitación de Grace tendría la oportunidad de verle de nuevo, y aquella idea me agradaba.
Aunque tampoco podía ser tan obvia, porque si aceptaba su invitación luego de haberla rechazado tantas veces días anteriores ella sospecharía que algo me había inspirado esta vez en aceptar, y Grace puede parecer inocente pero dudo que sea estúpida.
—Si ese chico con el que chocamos esta mañana estará presente, pues prefiero no ir —Le informo, fingiendo indiferencia.
Como era de esperarse frunció su ceño con notable confusión y me miró fugazmente.
—¿Azriel? ¿Qué hay de malo con él? —Preguntó confundida.
Grace había caído en la trampa, había dicho aquello con la intención de formar controversia para poder llegar al tema del chico, quería saber más acerca de él y no sabía cómo preguntarle a Grace sin que me viese interesada.
—En primer lugar me pareció muy descortés y sin educación, ni siquiera se presentó, se fue dejándote las palabras en los labios sin importarle si podías o no llevar esa guitarra, no me agradó —Dramaticé, haciendo que la rubia hiciera un gesto de desacuerdo.
—¡Elena cómo crees! Azriel es un amor de persona, no te dejes llevar por esa primera impresión, como pudiste ver él estaba muy apurado porque iba a llegar tarde a su primera clase, por eso no se presentó ni me preguntó si podía o no llevar la guitarra, —Explicó—. Además no hay manera de que Azriel no asista a los ensayos de esta noche porque él es el hijo del pastor de mi congregación y también es el encargado de los cultos juveniles de todos los sábados.
