Descubriendo el amor © (Borrador)

|Capítulo 35|

[Traten de no morir con el gif antes de leer]

En medio de aquel reconfortante abrazo y de mi desconsolado llanto, el teléfono comenzó a sonar dentro del bolsillo de mis pantalones. Me separé de Azriel tratando de cesar mi llanto mientras secaba mis lágrimas. Saqué el teléfono, y me llevé una mano a la boca cuando leí el nombre de Jackson en la pantalla.

¿Él estaba bien? ¿Estaba vivo?

No supe que hacer, mis manos volvieron a temblar, estaba demasiado nerviosa y traumatizada como para reaccionar normal. Azriel notando mi actitud y entendiendo el estado en el que estaba, tomó el teléfono por mí y atendió la llamada.

—¿Jackson estás bien?... ¿Dónde estás?...Si, ella está bien, está conmigo...eso no importa ahora Jackson...estamos detrás del club en la última calle...está bien.

Sin decir nada más colgó, y me entregó el teléfono nuevamente.

—¿Él...el esta bien? —pregunté titubeando.

—Si, lo está, gracias a Dios—Su tono de voz había cambiado, ahora se escuchaba más indiferente y frío.

Al rededor de treinta segundos Jackson apareció. Pude distinguirlo corriendo hacia nosotros con premura. Me fijé en la angustia que poseía su rostro una vez que estuvo lo suficientemente cerca y me sentí aún más aterrada por todo lo que estaba sucediendo.

—¡Elena! —gritó, con intenciones de acercarse para envolverme en sus brazos, pero Azriel se lo impidió empujándolo lejos de mí.

—Ni se te ocurra —le advirtió con seriedad.

—¿¡Qué demonios te pasa!? — Jackson lo empujó devuelta.

Yo ni siquiera podía moverme.

—¿¡Cómo se te ocurre traerla a un lugar como éste!? ¿¡Te has vuelto loco!? ¿¡Estás consciente de que pudo haberle pasado algo!?

Azriel tomó a Jackson por el cuello de su chaqueta mientras le gritaba, y me sorprendió verlo tan enojado. Jackson se zafó de su agarre empujándolo con fuerza, pero no logró mucho ya que Azriel ni siquiera retrocedió.