Capítulo 31: Descubrir

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Me encontraba en el cocina sirviendo un vaso de agua para Rat, no a dicho nada más y yo no he querido preguntarle.

Su expresión al decir eso me dolió; tambien que ella solo pueda recordar algo tan triste y verse a si misma con sus cicatrices, me hace entender porque tiene miedo hacía mi posible rechazo.

- Toma... - Dije mientras me sentaba ofreciéndole el agua.

Ella lo recibe y se toma toda el agua.

- Gracias... - Dice con una media sonrisa - Yo....

Suena su celular y ella contesta.

- Hola... Si jefe, lo entregó en unos minutos.... Bueno hasta luego. - Cuelga y se levanta - Me tengo que ir.

- Si, entiendo... - Digo poniéndome de pie. -... Eh... Espera.

Voy a la barra de la cocina y tomo un papel, anotó mi número y se lo entregó.

- Este es mi número... Cuando quieras volver a hablar... Cuenta conmigo - Dije ofreciéndole una sonrisa.

Ella se quedó mirándome, entre abre los labios y luego se queda en silencio.

- .... No creo... Es mejor que .. estés lejos... Aun no se controlarme por completo... No quiero......

- Oye, - La interrumpí - Se por lo que estás pasando, conocí a alguien similar a ti, aunque esta persona disfrutaba lastimando a las personas.... Se que tu no eres así, porque si lo fueras, hubieras matado a Richard.

Ella frunce el seño.

- Por eso debo alejarme... Lo pensé, lo único que me contuvo era que usted estaba ahí... Sino, yo lo hubiera... - Veo como sus ojos comienzan a tomar el color violeta brillante, estaba enojada.

La tome del rostro y la acerqué a mi.

- Eiii... Tranquila, no pasa nada, solo piensa en que eres buena y que tu poder debe ser usado para cosas buenas... Para ayudar, como lo hiciste conmigo... Nada más.

Sus ojos volvieron a su color miel, pero su miraba se encontraba clavada en la mía, no sabía que estaba pasando, pero no me quise alejar, le acaricie la mejilla derecha y ella tomó mi mano con suavidad.

Planta un pequeño beso en mi palma haciéndome estremecer.

- Cuando este segura de que no te podré lastimar... Ese día te llamaré... Lo prometo.

Suelta mi mano y sale del apartamento, dejándome con la cabeza hecha un lío, " Que fue eso?... No pude ser, no me puede gustar... NO ".

Mi cabeza y mi corazón estaban en una guerra, en mi corazón estaba el inmenso amor por Lina, pero también esa pequeña chispa que Rat me había hecho sentir en solo unas horas de conocerla.

Y mi cabeza estaba peleando con la culpa por mis errores, esos que trajeron la muerte a la persona que más e amado en la vida. Pero también el deseo de descansar de todo el dolor, encierro y remordimiento que durante un largo año se han adueñado de mi.

" Que voy a hacer? ".

Narra Rat

"¿Porque tenía que pasar ésto?, ¿porque tenía que ser su casa?" Pensaba mientras manejaba mi moto hasta la siguiente dirección de entrega.

Desde el día que desperté en esa habitación, mi mundo a sido un infierno.

No se quien fui, que me pasó, porque me pasó esto o quien me hizo esto, solo se que soy un animal salvaje, que tiene que luchar contra si mismo todos los día para que el enojó no lo domine y termine lastimando a alguien.

Zaira a sido una gran persona conmigo, ella me a ayudado todo este tiempo desde que me encontró, se a aguantado mis enojos y transformaciones, y gracias a que ella también es un Licántropo, me a enseñado muchas cosas.

Le agradezco todo lo que a hecho por mí, solo que no entiendo porque no me quiere decir donde me encontró, solo se que cuando desperté estábamos ya en Madrid, pero ella dijo que me había traído aquí para ocultarme, alejarme de los que me podrían hacer daño y protegerme.

Hay muchas cosas que no entiendo, pero se que algún día las podré recordar, eso espero.

Termine todas mis entregas del día.

Trabajo como mensajera hace unos meses y gracias a que sólo tengo que ver a mi jefe, el novio de Zaira, no me preocupa que los demás trabajadores me vean, además nunca me quitó la capucha.

- Bueno Rat... Aquí está tu paga del mes... - Dice George.

- Vale... Grácias, nos vemos el lunes.

- Ok... Descansa.

Me dirijo a la casa mientras disfruto un poco del fresco aire de Madrid.

Por mi cabeza pasaba Querubín, no entendía como alguien tan bella como ella, me podría ver con tanta tranquilidad, me aceptó y quiere volver a hablar conmigo.

Me sorprendió saber lo que es, pero lo que más me sorprendió es la hermosa energía que me transmitió, ella es única, ahora entiendo muchas cosas.

Llegue y abro la reja de la casa, vivimos lejos del centro, en una vecindario sencillo, rodeado de casas de una planta y enrejadas.

Parqueo mi moto en el antejardín lejos de la reja y me dirijo a la casa.

- Solo espero que recupere rápido la memoria y que ya me pueda deshacer de ella... Ya hice demasiado por esa perra incontrolable y estoy artá de tener que estar al pendiente de ella -Escucho la voz de Zaira detrás de la casa.

Tengo un oído muy agudo, ese es uno de los pocos beneficios de ser una "perra incontrolable".

- Tranquila... Solo hay que estimular sus recuerdos, me dijiste que aquí en Madrid vive la chica que ella recuerda, no?

- Claro... Cada vez que puede Rat va a buscarla y se queda como una acosadora mirándola de lejos... Me da escalofríos en solo pensar que alguien haga eso conmigo. - Dice con un tono de asco.

Saber que ella, la única persona en la que confío, confiaba, ciegamente piense y hablé así sobre mi, me dolía mucho.

- Entonces dime dónde la encuentro y se la traemos, hacemos que hable con ella y así te libras de ella. - Dice Melanie.

Melanie es una de las vecinas, ella sabe lo que somos, pero no es un Licántropo, ella es un vampiro y es despreciable, trae mujeres a su casa, y dos días después ellas salen sin poder recordar nada de lo que sucede ahí adentro, pero yo sí me puedo imaginar lo que les hace.

- Sabes, no es mala idea... Mira ella....

No me pude controlar y me dirijo hacia el patio trasero.

- Nunca espere que tu me harías algo como esto Zaira! ..........................................

Continuará....................................................

Angelical (Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora