Capítulo 40: Frío

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Narra Lina

Llegue a la ciudad, comí hasta no poder mas y llene mi mochila de comida con el poco dinero que me quedaba.

La verdad no sabía por dónde empezar, solo se me ocurrió que podría buscar por las zonas más apartadas de la ciudad, de los humanos.

Camine día y noche alejandome cada vez más de la civilización, llegue a una bosque con sus árboles congelados, busque por varios días y no había rastro de vida por esas zonas.

Llegue a un lago congelado inmenso que estaba al otro lado del bosque, decidí descansar en ese lugar y dormir un poco sobre uno de los árboles más grandes.

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- Ahh hola... Me podría decir donde encuentro a... - Se queda en silencio cuando yo giro a ver a una chica de estatura promedio, cabello rojizo, ojos azul claro y una figura muy tonificada, una chica muy bella.

- En que le puedo ayudar señorita? - Dije mientras ella cambio su expresión de asombro, que no entendí, por una sonrisa.

- No lo puedo creer?, - Dice poniendo su mirada al suelo - las vueltas de la vida.

- Perdón? - Pregunte al escuchar esa afirmación, " La conozco?... No creo porque ese bello rostro no lo olvidaría... Ahh, en que estoy pensando?".

- Siempre me sorprendo de las vueltas que a dado mi vida, - Dice ella - pero esta es muy ilógica.

La miro asombrada por su afirmación pero luego, "No me digas que eres la chica con la que me choque?" pensé.

- En que te puedo ayudar? - Pregunte sin quitarle la mirada.

- Bueno no me sorprende que... No me ponga atención, busco a la Jefe de producción... Eh Lina...

- Soy yo, necesitas algo en particular? - Pregunte " Es ella, estoy segura" Pensé.

- Usted?...........................................................

Escucho un golpe en la base del árbol, abro los ojos y miro hacia abajo.

Un hombre albino, corpulento y con el torso desnudo esta mirando directamente hacia mi.

- Quien es usted? - Pregunte.

No dijo nada, volteo a mirar a todos lados, volteo a mirarme de nuevo y me hizo señas para que bajara del árbol.

Dude un poco, pero tome mi mochila y baje de un salto, al caer pude sentir su escencia, era similar a la de un licántropo, pero había algo diferente.

Lo mire y el sonrió muy tiernamente, comenzó a caminar, se detuvo al darse cuenta de que no lo seguía.

- Segura de que te quieres quedar ahí? - Dice con una gruesa voz, pero su tono es suave, dulce.

Comencé a seguirlo sin decir palabra, la verdad no sabía que iba a suceder o a donde me llevaba, " Espero que sea de la tribu..." Pensé.

Después de varias horas de camino, nos detuvimos en un gran tronco, el me volteo a mirar.

- Debes dejar el maletín, no te servirá aquí. - Dice.

Cabe un hueco cerca del tronco y enterré la mochila, el me miró desconcertado y luego sonrió, " Porque sonríe tanto?... Que es tan gracioso? " Pensé.

Volvio a mirarme, pero esta vez con seriedad.

- Eres peligrosa? - Pregunto sin titubeo.

- Estoy aquí porque quiero dejar de serlo - Dije.

El se quedó en silencio y luego volteo de nuevo hacia el tronco, tomo al costado derecho del árbol y comenzó a desprender su corteza como si estuviera abriendo una puerta.

Al terminar de llevarlo al otro lado pude ver un orificio mediano en el centro del tronco.

- Entra y cumple con lo que viniste a hacer, pero ten cuidado, pocos deciden salir de aquí al entrar. - Dice y sonríe de nuevo.

Mire el orificio y luego lo voltea a mirar a el.

- Como te llamas? - Pregunte.

- No necesito un nombre, solo soy el guardián de esta entrada... Es lo único que necesitas saber - Dice.

Ingreso por el orificio gateando, no puedo ver nada, solo siento en mi cabeza las ramas del árbol mientras continuó avanzando.

Sigo durante varios minutos y termino en un charco de agua helada, retrocedo por el frío y luego comienzo a avanzar de nuevo.

Siento como el agua va subiendo a cada paso que doy, hasta que está en mi cuello, tomo aire y me sumerjo.

Mientras voy nadando la luz se va volviendo más grande hasta que me encuentro rodeada de luz y agua helada.

Comienzo a nadar hacia la superficie, al salir me limpio la cara y me encuentro con un jardín inmenso, lleno de flores blancas, cubiertas con una pequeña capa de nieve que refleja la luz del cielo.

Al rededor del jardín hay verdes árboles con tambien una pequeña capa de nieve sobre ellos, una hermosa imagen.

- Es mejor que salgas si no quieres morir congelado - Escucho una voz a un costado.

Volteo a mirar y me encuentro con una niña también albina, de cabello largo liso hasta las piernas, con un hermoso vestido blanco que la cubría hasta las rodillas.

Comencé a nadar en dirección a ella y sali del lago, comencé a sentir el congelamiento del cual me advirtió la pequeña.

- Creo que está será una muy buena prueba para ti - Dice y la volteo a mirar - Aumenta tu ritmo cardíaco hasta que tu calor corporal salga, pero sin transformarte.

- No creo... Que ... Pueda - Dije con dificultad por el frío.

- Debes intentarlo o te vas a congelar - Dice con una sonrisa similar a la del guardia, muy tierna y cálida.

Intento hacer lo que me dice, comienzo a aumentar mi ritmo cardíaco intentando no transformarme, en ese momento recuerdo el sueño que tuve, antes de que el albino me despertara.

" No era un sueño... Era un recuerdo, el día que la conocí, porque me tuve que acordar de eso apenas ahora?... Porque me tuvo que pasar todo esto?" Pensé y comencé a enojarme.

- Tienes que tranquilizarte, te vas a transformar... Calma. - Dice la pequeña.

En ese momento comencé a perder el control, mi enojo y desespero me estaban dominando solo al pensar que perdí una vida de recuerdos por un desgraciado.

- Relaja tu cabeza no pienses en nada malo... Control.

La escucho y siento que mi corazón se acelera con más fuerza, ya no lo puedo controlar.

- Cual es tu felicidad?!.................................

Continuará....................................................

Angelical (Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora