Capítulo 29: Conocerte

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Su presencia era única, su mirada se clavó en la mía con fuerza, sentía como si estuviera buscando algo o averiguando algo sobre mi.

- Debería ser más cuidadosa cuando sale a estas horas y tambien con las personas con las que se relaciona - Dice con una voz grave, seca pero con un toque dulce al final, una voz muy extraña.

- Yo no tengo... Relación con él - Dije con dificultad, era demasiado intimidante.

Alcanzo a notar un pequeña sonrisa, aunque con mucha dificultad ya que, al estar a contra luz, no podía ver bien su rostro, solo los costados eran notorios ya que su cabello era corto, liso y gris.

Nos quedamos en silencio mientras su mirada seguía clavada en la mía, pero luego bajo de golpe la cara.

- Me tengo que ir.... Cuídese - Dice y da media vuelta.

La luz de la luna me permitió ver su rostro; cicatrices profundas rodeaban su mejilla, eran cicatrices muy marcadas, parecían de años, pero al recordar el golpe que le propinó a Richard, no me sorprendería saber que es un ser sobrenatural como yo.

Se acerca al muro del parqueadero.

- Espera! - Grite y se detuvo - Al menos podré saber su.... Nombre?.

No se porque se lo pregunte, la curiosidad o el agradecimiento, no lo sé.

- Rat... Me dicen Rat...

Dice y salta con fuerza sobre el muro de casi 10 metros de alto, sobrepasando y desapareciendo al otro lado.

Escucho que Richard comienza a quejarse, enciendo mi moto y salgo sin prestarle atención alguna.

- Imbécil...

Narra Zaira

En los pocos años de mi vida, 24 para ser exactos, siempre termino metida en problemas; siempre me relaciono con las personas mas problemáticas y locas de la humanidad.

Pero desde los 18 años, eso se volvio normal.

Una noche, en la que me volé de mi casa para salir con unos chicos guapos, termine perseguida, atrapada y transformada por un Licántropo apasionado por conseguir perritas para su colección.

A los 20 años me canse de ser parte de su séquito y decidí librarme de sus ataduras, el problema fue que él me obligó a hacerlo a la fuerza y tuve que acabar con él.

Después conocí a alguien que me contrato como su guardaespaldas, me pagaba bien, pero el muy infeliz terminó muerto por subestimar a quien no debía.

Ese día comenzó mi más grande problema, ya que por querer hacer algo bueno por primera vez en mi vida, termine atada a una loca que siempre termina preocupándome más de lo debidamente necesario.

- Hola... Llegue - Dice mientras sierra la puerta al entrar.

- Que mierda pasa por tu cabeza?! Se que volver a saber que está bien te hizo muy feliz, pero eso no quiere decir que te tengas que arriesgar tanto solo por unos minutos cerca de....

- Podrías calmarte... Solo fui un momento, pero lo bueno es que está bien - Responde.

- Ya lo se, te lo digo todos los días, siempre que estoy cerca suyo, intento saber cómo está para que tu no tengas que hacer esto, pero no... No te puedes controlar.

Se queda en silencio, con la mirada al suelo, luego me mira y sonríe con tristeza.

- Tranquila... Siempre será de lejos, solo de esa forma será cada vez que pueda.

Se dirige a su habitación y sierra sin hacer ruido, pero después de un rato, escucho como destroza todo lo que encuentra a su paso.

- Otra vez a comprar tablas para la cama...

Hace poco supo que una persona a la que ella jura que lastimó, estaba bien, pero aunque le gustaba saberlo, la idea de estar cerca a esta persona, le carcome todos los días la cabeza, obligándola a ver desde lejos cada cosa que hace, como una bestia al acecho de su presa.

Como toda una licántropo.

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Narra Querubín

Estaba demasiado cansada para pensar en algo anoche, así que sólo llegue, me bañé y me acosté a dormir.

Al despertar, me senté en mi cama, mire a la ventana y viendo la luz del día note algo extraño.

- Dormí... Enserio dormí - Dije.

Hoy viernes no tenía que ir al trabajo, ya que tenían que realizar la limpieza y fumigación anual de salubridad.

Por lo tanto al ver que eran las 2 de la tarde, no me asusto, pero si me sorprendió.

Desde que llegué a Madrid, conciliar el sueño a sido la tarea más complicada de mi vida.

Por lo tanto siempre termino volando en la ciudad, hasta que la noche acabé.

Al ser un Caído no sufro de ojeras y tengo buena resistencia, así que no se nota mi falta de sueño.

- Bueno... Creo que está vez me gano el cansancio - Dije.

Sali de mi cuarto y me dirijo a la cocina, mi madre está lavando los trastos.

- Hola bella durmiente... Debiste llegar muy cansada anoche como para dormir hasta esta hora... Estas bien? - Dice con un tono burlón que finaliza con preocupación.

- Si madre, estoy bien.

- Vale... Hay te deje el desayuno almuerzo jajaja.... Tengo que salir, por favor me recibes un paquete que me llega en unas horas, de acuerdo?

- Si, claro - Conteste

Mi madre siempre está ocupada, nunca puede estar un día en la casa, supongo que hoy saldrá con sus amigas de la oficina y como sabe que a mi no me gustan esas salidas, no se molesta en invitarme.

Después de un rato se arregla y esta lista para salir.

- Nos vemos mi ángel, recuerda el paquete por favor, lo mando tu tía para que tengamos en la casa.

- Otra decoración extraña? - Dije.

Ella me frunce el seño y yo me suelto a reír.

- Ok,ok.... Yo lo recibo... Nos vemos.

Nos despedimos y sale de la casa, yo subo, elijo de mi armario una licra corta y una blusa de tiras sencilla para estar en la casa, entró al baño y me doy un buen baño.

Ya lista bajo a la sala y me pongo un rato a ver televisión, aunque no podía prestar demasiada atención, ya que estuve mucho tiempo pensando en lo sucedido en la noche anterior.

- Rat... Curioso apodo.

El timbre me saca de mis pensamientos y me levanto, abro la puerta y me encuentro con una encapuchada sorprendida.

- Rat?...............................................................

Continuará....................................................

- Boooooooom... Ahí vamos con estos últimos Caps... Ya tengo mas tiempo libre así que estaré actualizando por día, mas o menos... Gracias por leer... Hasta la próxima amigos 😋

Angelical (Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora