Angelical (Yuri)

Capítulo 41: Felicidad

Narra Lina

Estaba acostada sobre el césped frío, mirando al cielo, viendo el sólido hielo cristalino que cubría ese hermoso bosque como si de un domo se tratará.

- Pudiste resolver esa pregunta? - Pregunta la niña.

- Creó que si... - Respondí.

- Entonces... Cual es tu felicidad?.

- Ella... Ella a sido y será siempre mi felicidad - Dije mientras los recuerdos comenzaban a dominar mi mente.

Me iba a transformar, la ira y el dolor me estaban dominando, pero al escuchar esa pregunta, mi mente explotó, causando que las puertas que encerraban mis recuerdos fueran destruidas.

Cai de espaldas y comencé a ver todo en mi cabeza, como si de una película se tratará.

Mi niñez, mi familia, mi madre, mis amigos, Tomás, mi primera y dolorosa relación, el instituto, Sophia, mis hermanas y... Ella.

Como nos conocimos, la razón por la cual nuestras vidas se juntaron, todo volvió a mi como una avalancha.

- Entonces supongo que por " Ella" es que estas aquí?... O me equivoco? - Pregunta la niña.

- En parte... La verdad no entendía la razón exacta del porque decidí venir hasta aquí... Creí que era sólo por ella, pero no... Lo hago también por mí - Dije, pero al percatarme de donde estaba me senté.

- Porque no continúas? - Pregunta.

- Que es este lugar? - Pregunte.

Cai en cuenta de que no era normal que estuviéramos en esta especie de domo de hielo, también de que ella era una niña y que este lugar era demasiado mágico para ser real.

La niña comienza a reír muy tiernamente y me contagia un poco.

- jajaja... Ok... Eh... Este lugar no es exactamente un lugar.

Me puse sería al escuchar tal afirmación.

- Te explico - Continuó - Estamos en el centro de la gran montaña de Alaska... Con el tiempo la han nombrado de muchas formas, pero yo la llamo Espacio.

- Porque? - Pregunte.

- No ves lo grande que es!... Aquí podemos correr, gritar, comer de los frutos deliciosos de los árboles, los cuales no sufren por el frío... Además... Aquí no pasa el tiempo - Dice y sonríe.

La mire con asombro.

- Pero, de que hablas? - Pregunte.

- Me llamó Esmeralda... Ahora dime, cuantos años crees que tengo? - Dice mientras abraza sus rodillas, apoya su cabeza en ellas y sonríe tiernamente.

- Eres una niña... cuando te ví crei que tenías más o menos 13 años, pero con tu pregunta, lo estoy dudando - Dije expectante.

- No te voy a decir cuántos años tengo, ya que no lo sé exactamente, pero si te puedo decir que, yo llegué a aquí, mucho antes del descubrimiento de la electricidad.

Quede muda, no podía creer eso, pero sus palabras eran directas, aparte de que habla con la madurez de un adulto.

- Es hora de que continúes... Si no es sólo por " Ella", porque más estas aquí? - Pregunta, yo suspiro y bajo la cabeza.

-  Hace ya mucho tiempo, mi madre murió en manos del amor.. O bueno, de lo que ella creía que era amor... Ahora yo amo realmente a alguien y no quiero terminar acabando con su vida por no poder contener el animal que ahí en mí - Dije y ella sonrió.

- Por eso tu cuerpo guarda esos recuerdos... Tus cicatrices - Dice.

- No... Las cicatrices nacieron por... Por mi cobardía, preferí morir a terminar causando su muerte. - Dije.

- Eso para mi no es cobardía... Es amor puro... Nunca me he enamorado, creo que no nací para eso... Pero se que cuando uno pone a otra persona sobre si mismo, sobre su vida misma, eso es amor, verdadero amor.

Sonreí pero al instante comencé a llorar, mis recuerdos me mostraron el gran dolor y miedo que durante bastante tiempo sentí, miedo que inició el día que Marlon llamó, ese día en que ella y yo volvimos a entregarnos al amor que sentimos y que Marlon jamás aceptó.

Sabía que él quería que yo viviera lo que él diariamente tenía que enfrentar, el constante enojó y odio que había en su ser.

Pero él nunca pudo entender que podría aprender a controlarse y utilizar sus habilidades para el bien, aunque la verdad, la yo del pasado tampoco lo sabía, ya que sólo lo descubrí al conocer a Zaira.

Ella todos los días lucho contra su instinto y con el tiempo aprendió a controlarlo.

Intento enseñarme a mi, pero sus métodos nunca me sirvieron y el miedo, que no recordaba de donde nacía, se hacía cada vez más grande, haciendo que mi instinto fuera cada vez más incontrolable.

- Puedo hacerte una pregunta? - Dije.

- Acabas de hacerme una - Responde mientras sonríe, yo sonrió - Ok... Dime.

- Como es posible que exista un lugar como éste? - Pregunte sin quitar la mirada de ella.

- No lo sé... Cuando fui abandonada por mis padres no sabía a donde ir, no sabía que hacer con mi vida y llegue hasta aquí, este lugar me llamó... Bueno, nos llamó...

Al decir eso, varias personas salieron de entre los árboles; alrededor de veinte licántropos para ser claros, me levanté de golpe y ella tomó mi mano.

- Tranquila... Esta es la tribu de las nieves... Así nos conocen, y este es nuestro hogar... Ellos vinieron aquí por la misma razón que tu... Encontrar la forma de controlar sus instintos... Muchos de ellos tienen vidas en la ciudad, otros vienen de lugares lejanos, como tú y decidieron quedarse y vivir aquí, en paz - Dice y me suelta la mano.

- Aquí aprenderás, como nosotros a controlar tu instinto, a adueñarte de él. - Dice uno de ellos.

- Aprenderás a que tu tienes el control de ti, de tus emociones....

- Aprenderás que esto no es una maldición ni nada similar, es sólo parte de tu vida...

- Nosotros te ayudaremos a que no continúe afectando tu vida, tu paz y tu corazón....

- Pero tu decidiras si lo usas para bien, o para mal...

- Lo único que te advertimos, es que si lo usas para el mal... Nosotros te buscaremos y nos encargaremos de detenerte, estés donde estés...

- Ahora tienes una pregunta que resolver...

- Al terminar tu entrenamiento...

- Te quedarás con nosotros?............................

Continuará...................................................