*Por Yoongi
Jimin llegó justo a tiempo el miércoles, me saludó cordialmente y yo le devolví la cortesía.
Pasamos al cuarto de grabación, esperaba realmente que Jimin cantara bien porque si no lo hacía no sabría cómo decirle... Nunca he sido una persona que se preocupe por el modo de decir las cosas, pero con Jimin era diferente, es que se veía tan tierno que me daba miedo hacerlo llorar si le decía que cantaba mal, ojalá no tuviera que hacerlo.
- Bien, pasa y colócate a una distancia del micrófono - Jimin asintió, se veía nervioso, entró y se colocó los audífonos.
- Listo, hyung.
- Bien, toma la hoja con la letra o si la ves desde ahí, puedes dejarla.
Jimin asintió, dejando la hoja en el tripie.
- Bien, puedes leerla, pondré la pista y cantarás el coro, te indicaré tu entrada.
Jimin dijo que no tenía experiencia en cantar, así que supuse que debía guiarlo paso a paso, primero canté yo para que él pudiera grabar después.
Le indiqué el momento y él empezó... Su voz... Su voz era perfecta para la canción, no sólo esa, él podría ser un gran cantante, apostaba a que su voz tenía un gran potencial que podría usarse si Jimin aprendiera canto.
- ¿Hyung? Lo siento, yo no sé cantar, si no era lo que pensaba para la canción, yo lo entiendo - Jimin dijo eso tan rápido que apenas lo entendí.
- Ah, no, no, lo siento, es que... Wow, tu voz, tienes talento - él sonrió y relajó un poco sus hombros.
- Gracias, Yoongi, pensé que te había espantado mi voz - rió.
- Claro que no, ¿sabes? Ahora creo que podríamos hacer algo diferente... La pista que vas a bailar, podrías grabar con tu voz en ella y, al bailarla, sería más significativo, más sentimiento, más tuya.
- ¿Crees que podría? - sonreía.
- Claro que sí, ven, te muestro la letra.
Jimin salió mientras yo saqué la letra que tenía en mi mochila.
- No sé si te convenza, acepto sugerencias.
Jimin leyó la letra y me sorprendió cuando sí hizo sugerencias, eran buenas, así que cambiamos la letra un poco, con su tono de voz sería una obra de arte.
- Creo que ahora sí siento que esto es más especial... La coreografía será estupenda, como recompensa también por ayudarme, Yoongi, ni siquiera éramos amigos, pero eres muy bueno conmigo.
- Bueno, ahora lo somos, ansío verla.
Jimin pasó nuevamente a la cabina y grabamos poco a poco la letra, la verdad es que no era todo perfecto, debíamos repetir algunas partes, el tiempo avanzó muy rápido y era agradable trabajar con Jimin, ambos tomamos más confianza y bromeábamos en ocasiones.
Fue así que salimos de la escuela a las 6:20.
- ¿No se enojarán tus padres por llegar tarde? - pregunté a él en la parada.
- No, ellos llegan más tarde siempre - me sonrió con nostalgia.
- Entonces... Te acompaño a casa, debo asegurarme de que llegas bien, además el cielo se ve gris, podría llover.
- ¿Hoy no trabajas? - me preguntó.
- No, un compañero me compensa por cubrir su turno la semana pasada - le sonreí.
En la parada tomamos un camión, Jimin vivía un poco retirado de donde yo, eso noté en el camino.
Hablamos acerca de nuestros gustos y de la escuela, cuando menos lo esperaba, ya era momento de bajar.
- De aquí hay que caminar un ratito más.
Yo seguí a Jimin, el cielo estaba gris y olía a lluvia, empezó a chispear poco a poco.
- Vamos rápido - le dije a Jimin, él asintió y caminó rápido, yo lo seguía. Llegamos a una casa blanca grande, ahí Jimin se detuvo y abrió.
- Vamos- me invitó a pasar haciendo gestos.
Me iba a negar, pero de repente caía una tormenta del cielo, así que pasé a la casa.
Era amplia y tenía colores cálidos.
- Siéntate, Hyung.
- Gracias - me senté en un sillón de tres color café y dejé mi mochila en el piso.
- ¿Quieres algo de tomar? - Jimin preguntó.
- Amm, sí, gracias - me sentía algo cohibido por estar en una casa extraña. Jimin asintió, se veía nervioso, abrió y cerró sus manos varias veces mientras caminaba hacia la cocina.
Yo esperé, había un mueble con una pantalla y libros, en las paredes había algunas pinturas y al lado del sillón se encontraba una mesita con fotografías, yo me acerqué un poco para verlas.
En una se veía a un señor y una señora abrazados, los padres de Jimin, supuse, en otro había dos pequeños niños, no sabía que Jimin tuviera hermanos... A lo mejor era un amigo o un familiar, en la tercer foto se veía a sus padres de nuevo, pero ahora con un Jimin un poco más grande y el otro chico, en un picnic en el parque, parecían felices.
El ruido de algo estrellándose en el piso me hizo saltar de mi lugar y correr a la cocina, donde me encontré con Jimin en el piso, sus manos en el suelo, recargándose con fuerza, había un líquido amarillo y pedazos de vidrio por el suelo.
- Jimin ¿estás bien? - me agaché y tomé su mano suavemente, él levantó su cabeza, parecía en shock, asintió levemente y poco a poco le ayudé a incorporarse.
Lo guié a la barra y él se sentó, revisé sus manos, no tenían nada.
Suspiré aliviado.
- ¿Tienes servilletas?
- Sí, ahí - señaló, yo volteé y vi servitoallas cerca de la estufa.
Tomé el rollo y corté algunas para reunir los vidrios del suelo, los tiré en el bote de basura y limpié el jugo derramado.
Volteé a ver a Jimin justo cuando sonó un trueno, él cerró los ojos y se tapó los oídos con fuerza. No me había dado cuenta de que había tormenta eléctrica.
Me acerqué a él y puse una mano en su espalda, él se destapó los oídos y me vio, sus ojos estaban rojos.
- Lo siento, perdón, soy muy torpe - rió nerviosamente.
- Jimin... ¿Tienes miedo de los rayos?
- Ahora te sirvo otro jugo - se levantó y fue por otro vaso, rápidamente sacó jugo del refrigerador, iba a servir en el vaso, pero su mano temblaba.
Fui con él y tomé el jugo, él lo soltó poco a poco, yo serví y lo tapé.
Jimin lo tomó y lo metió de nuevo al refrigerador, no me vio en ningún momento, parecía apenado.
Agarré el vaso y me senté en la barra, como esperaba, Jimin se sentó junto, apretaba sus labios y veía a cualquier parte menos a mí.
- Todos tenemos miedos, Jimin, diferentes, pero están ahí, no tienes por qué sentirte mal.
- Todos tienen miedos, pero a cosas como... Fracasar, morir... No sé, ninguno tan tonto como el mío, sé que no es lógico, pero tampoco sé cómo dejar de sentir esto.
- Los miedos no tienen por qué ser lógicos, hay muchas fobias, a las arañas, a los ruidos fuertes, a los insectos... Debe haber varias personas con miedo a los rayos.
- Sí, tal vez, pero... Es que yo no temo al rayo... Me da miedo el trueno.
- ¿El trueno?
- Yo... Me pongo nervioso cuando escucho el ruido, es decir, el trueno, suena fuerte y va creciendo... No sólo eso, también me pongo nervioso cuando un avión pasa y suena muy fuerte. Es tonto.
Veía el piso y se veía muy triste.
- Oye... Nada que sea significativo para tí es tonto. ¿Has hablado de esto con tus padres?
- Ellos sabían que de pequeño me daba miedo, porque siempre me ponía nervioso y movía mis manos mucho, pero creyeron que con el tiempo lo superé. Cuando hay tormenta yo simplemente me voy a mi cuarto.
- Cuando eras niño ¿Cómo te calmabas?
- Me ponían música clásica y me dormía en un cuarto.
- Entonces, haremos eso - él me vio extrañado, yo tomé mi jugo de un sólo trago y lavé el vaso rápidamente, cuando vi a Jimin de nuevo, éste tapaba sus oídos.
Tomé su mano y lo saqué de la cocina.
Nos sentamos en el sillón y le di a Jimin mis audífonos, él se los puso y puse música en un reproductor, tenía música clásica porque a veces la ponía para concentrarme en mis tareas.
Jimin se recostó en mi hombro y yo le sonreí, quería que viera que no me burlaría de él, ni lo juzgaría.
Nos miramos a los ojos unos segundos, después él los cerró y se acomodó.
Poco a poco lo sentía relajarse.
Yo lo ví, su piel clara, sus mejillas abultadas, su cabello desordenado y sus labios gruesos, era muy guapo y yo me quedé apreciando su belleza, relajándome también.
Así estuvimos un tiempo, ví en un reloj en la pared que eran las 8:25, así que debía irme.
- Jimin - no obtuve respuesta, se había quedado dormido y aunque la lluvia era suave ahora, no quería que se pusiera en crisis de nuevo.
Con cuidado recargué su cabeza en el sillón y me levanté poco a poco.
Tomé mi mochila, iba a salir sólo así, pero decidí dejar una nota por si despertaba y me buscaba.
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Voice (Namjin)
Fiksi Penggemar¿No has dudado de tus sueños? ¿De tus elecciones? Yo lo hice. La vida a veces nos lleva hacia ciertas personas para poder crecer, a veces las personas se quedan, a veces se van después de cumplir el objetivo. Cuando conocí a Seokjin mi vida cambió ¿...