*Por Namjoon
Que empieces a trabajar por seguir tus sueños no quiere decir que todo será fácil o que amarás todo lo que debes hacer, porque también tendrás trabajo, tareas, incluso maestros que pueden agradarte o no, pero sí significa que a pesar de todo, lucharás por ver tu sueño hecho realidad.
En la universidad ví claramente esto.
Tenía clases divertidas, como cuando entrábamos en el labolatorio y nos enseñaban a usar diferentes aparatos, otras no tanto, historia de la música occidental y coreana me aburría la mayoría de las veces porque sólo leíamos libros antiguos, pero sin duda siempre traté de aprender lo mejor posible sobre todo, algunos datos eran interesantes, teniendo en cuenta que tenía que aprender a tocar al menos un instrumento tradicional para graduarme, aún no me había decidido por uno, pero tendría que hacerlo pronto.
La mayoría de las materias calificaban por proyectos y exámenes de conocimiento técnico, así que me esforzaba por hacer bien los trabajos.
Me sentía con la responsabilidad de cumplir con todo de la mejor forma para poder mantener la beca que me habían dado.
Cada vez que un maestro me decía que podía triunfar en la música me sentía motivado a mejorar.
Entonces empecé a creer que de verdad sería posible, aunque tenía dudas... Había momentos en que no podía evitar salir con una sonrisa en el rostro, el tiempo pasaba volando.
Veía a Seokjin cada receso y salíamos en sus descansos. No era mucho pero ambos estábamos felices de estar juntos.
En casa mis padres seguían trabajando hasta tarde o saliendo a reuniones, pero seguimos cenando juntos, cada vez podíamos hablar más con ellos sobre nuestras carreras.
Taehyung se veía feliz con Jungkook y salían seguido a cualquier lado o se quedaban en casa de alguno en ocasiones, ya que compartían carrera y maestros, podían practicar juntos y hacer la tarea juntos, eso les ayudaba a mejorar.
Taehyung ya no estaba teniendo pesadillas tan frecuentes, esperaba que eso fuera un gran progreso.
Un día no tuve una clase, sabía que Jin tenía un espacio libre a esa hora así que quise sorprenderlo al ir a su edificio y buscarlo entre las mesas y bancas de afuera.
Lo vi sentado hablando con una chica, la misma que nos encontramos una vez en el cine.
Me estaba acercando a él cuando otro chico llegó y lo abrazó por los hombros.
Seokjin sonrió amablemente y quitó con suavidad sus manos, el chico lo saludó de frente sonriendo ampliamente.
Jisoo se rió y se levantó, dejándolos solos.
No supe con exactitud por qué me senté en la banca a verlos en vez de ir hasta ellos.
El otro chico empezó a hablar y Jin contestaba sonriendo, fue fácil distinguir que no me agradaba aquella situación.
Jin se levantó, parecía estarse disculpado para irse pero el chico tomó su mano y lo detuvo antes de que se fuera.
Entonces me levanté y acerqué a ellos, tapé los ojos de Jin por atrás, sentí cómo brincó y el chico de delante lo soltó.
- ¿Quién soy? - dije sonriendo.
Seokjin sonrió.
- ¡Nam!
Lo solté, sonreí y se giró para darme un abrazo que correspondí, el chico de en frente estaba serio.
- ¿Qué haces aquí? ¿No tienes clases? - preguntó.
- El maestro no vino y pensé en sorprenderte en tu tiempo libre.
- Aww, eso es muy dulce.
El chico carraspeó y volteamos a verlo.
- Oh, Nam él es Ken, un chico que se transfirió a nuestra escuela este año, Ken él es Namjoon estudia composición - dijo lo último orgulloso.
Yo sonreí más por compromiso y extendí mi mano, Ken la estrechó con fuerza.
- Un gusto - dije yo.
- Igualmente - contestó él.
- Bueno, Ken, ya me voy, hablamos luego - dijo Jin, tomé su mano y caminamos hacia una banca más alejada que estaba vacía.
- Casi nunca me tomas la mano cuando estamos en la universidad - dijo Jin sonriendo.
- Lo sé, cuando lo hacemos algunos nos ven mal, no quiero que te incomode, pero hay ocasiones necesarias.
- ¿Necesarias? - arqueó la ceja.
- Sí... - yo me puse rojo.
- Nam, es adorable que estés celoso de Ken - rió.
- Hey, yo vi cómo te abrazó y coqueteaba contigo.
- ¿Me espíaste?
-... No.
- Hubieras interrumpido desde que llegó y mi amiga me dejó sola, la verdad sé distinguir cuando alguien coquetea conmigo, por eso me iba a ir con una excusa como siempre hago, pero él es muy persistente.
- ¿Le dijiste que tienes novio?
- Claro que sí - sonrió.
- Mmm... ¿Debería ir a hablar con él?
- Nam, sé cuidarme solo, yo me encargo, confía en mi ¿si?
- Confío en tí.
- Entonces...
- Pero no confío en él - interrumpí.
- Entonces confía en que yo lo manejaré bien - me sonrió y asentí, pude sonreír honestamente, tenía un novio increíble y sabía que no debía dudar de él, era honesto y bueno.
- ¿Cómo está llendo tu día? - pregunté.
- Mejoró bastante cuando te vi - sonrió.
- Sí, eso digo yo - entecerré los ojos sonriendo.
- Apenas he tenido materias hoy pero espero me vaya bien ¿y a tí?
- Pues el maestro de la primer hora es interesante, después nos avisaron que el maestro no podría asistir a clase y salí rápido para venir.
- Mmh - sonrió mientras racargó su cabeza en mi hombro - tengo un novio muy lindo, atento y celoso.
Yo sonreí.
- Yo también tengo uno así - dije.
- ¿Yo celoso?
- Claro que sí, cuando nos encontramos en el cine a tu amiga y su amiga y después con la camarera.
- Ok, tienes un punto, pero pasemos del tema.
- Bien, hablemos de ¿Cúando vas a ver a tus padres?
Seokjin me miró con el sueño fruncido.
- Era para cambiar a un tema agradable, no a uno peor.
Yo rodé los ojos.
- Eres un exagerado, quieren que los visites.
- Sí, pero tendría que pedir permiso en el trabajo y esperar un fin de semana largo, porque mis padres quieren que me quede con ellos al menos dos días.
Saqué mi celular y revisé las fechas.
- En tres semanas hay uno, si lo pides en el trabajo desde ahora será mejor - sonreí.
Seokjin lo pensó.
- Nam... quiero que vengas conmigo - lo miré sorprendido, un sentimiento nuevo creciendo dentro de mí.
- ¿Qué?
- Yo ya conozco a tus padres, quiero que tú también conozcas a los míos.
- Pero... - los ojos se Seokjin se apagaron.
- ¿No quieres?
- No es eso, es que... Yo no soy bueno hablando con los demás ¿y si les caigo mal? - bajé la mirada, avergonzado.
- Uno, eres inteligente, tienes muchos temas de conversación, dos estoy casi seguro de que les agradarás, tres aunque no sea así, ¿qué pasa? No te dejaré aún si mis padres me dijeran que no eres para mí.
- Bueno... Si estás seguro...
- Lo estoy - sonrió con confianza, una que me contagió ese positivismo.
- Entonces pediré permiso para quedarme en Gwancheon.
- Lo dices como si estuviera lejos, es como una hora en transporte.
- Debo prepararme mentalmente- llevé mis dedos a la cabeza y cerré los ojos como si me costará mucho, Jin rompió en carcajadas y yo lo seguí.
Me gustaba que con él podía hacer cualquier tontería y no me juzgaría, porque él también las hacía de vez en cuando.
La campana sonó.
- Diablos ¿ya se acabó la hora?
- Sí... - dijo Seokjin.
- Debo correr entonces, nos vemos en el receso, amor.
- Claro, Namjoonssi- sonrió.
No me resistí y le di un pequeño beso, juntando nuestros labios, me separé y tomé mis cosas para correr a clase.
Llegué unos minutos tarde, pero valió la pena la mirada recriminatoria del maestro.
Fue así como organizamos ir a ver a los padres de Jin.
Mis padres no pusieron objeciones, dijeron que después deberíamos salir todos juntos para que ellos los conocieran también.
Taehyung invitó a Jungkook a pasar esos días en casa y así no estar sólo.
Una noche Tae me contó cómo iba todo con Kook, se veía feliz, no se cansaban de estar juntos todo el día, se divertían, hacían bromas, hacían los trabajos y ensayaban juntos, se apoyaban, la palabra amor no salió de sus labios, pero sí dijo que lo quería muchísimo y que le estaba ayudando a sentirse mejor respecto a si mismo, en verdad me alegraba de haber encontrado personas tan buenas.
El fin de semana largo llegó increíblemente rápido.
Tomamos un autobús hacia el lugar, hablando y escuchando música, compartiendo nuestras canciones favoritas.
Cincuenta minutos más tarde bajamos del autobús y caminamos por una calle que se veía tranquila, de cemento, banqueta y árboles alineados perfectamente.
Llegamos a una casa blanca de dos pisos, había dos autos aparcados delante de ella, un azul y un blanco.
Seokjin llamó por un intercomunicador y le abrieron inmediatamente.
Entrando había un jardín del lado derecho que se extendía hasta atrás de la casa, supuse.
Jin abrió la puerta de vidrio y entramos, me ofreció unas pantuflas y yo le agradecí.
El piso de madera era bonito, todo en la casa gritaba elegancia, colores blancos y negros, con algunas macetas y algunos cuadros en las paredes.
- ¿Mamá? - gritó Jin.
De una puerta salió una mujer de estatura media, tenía rasgos similares a Jin, sólo te darías cuenta si los buscaras.
- ¡Jin! - se acercó con brazos extendidos y Jin permitió el abrazo.
- Que bueno verte, mamá
- Eso digo, después de tanto insistir al fin te dignas a visitarnos.
- En realidad alguien me convenció - dijo mientras se separaba y me miraba, entonces su madre volteó a verme y sonreí nervioso.
- Mucho gusto conocerla, señora Kim, soy Kim Namjoon - dije mientras hacía una inclinación.
- Mamá, él es Namjoon, mi novio- escuché que dijo Jin y me levanté.
- Oh, vaya, no sabía que mi hijo tenía un novio tan lindo - se acercó a mí y tomó mis manos - que bueno que cuides a Jin, es un gusto.
- Gracias - dije apenado.
- Estoy preparando la cena, deben tener hambre después de la escuela y el viaje.
- Sí - dijo Jin.
- Seokjin siempre tiene hambre - otra voz se escuchó, un hombre de más o menos la estatura de Jin, bajó por las escaleras.
- Papá - se quejó mi novio, avergonzado.
- Siempre es bueno verte, Jin - el hombre sonrió y abrazó a su hijo, Jin también lo abrazó y se soltaron rápido.
- Así que tú eres el chico - dijo volteando a verme.
Hice otra inclinación aún más pronunciada - Mucho gusto, soy Kim Namjoon.
- Vaya, también eres Kim, un gusto muchacho - su voz era grave pero amable.
Me incorporé y sonreí, sin saber muy bien qué decir, suerte que no fue necesario hablar porque la mamá de Jin repitió que debíamos comer.
- Sólo dejamos las mochilas en el cuarto y bajamos - dijo Jin.
- Bueno, no tarden.
- Permiso - dije mientras seguía a Jin escaleras arriba.
En el pasillo había fotografías de Jin y sus padres, unas de antes, otras de graduaciones, de vacaciones, en definitiva le tomaría fotos en otro momento, cuando Jin no me viera.
Llegamos a una puerta blanca, Jin abrió y entró, siendo seguido por mí.
Tenía una cama grande, un escritorio con un computador y una figura en 3D del esqueleto humano.
En el otro lado del cuarto había un librero, vi algunos que en definitiva eran de anatomía o medicina, pero también tenía varios papeles y más libros.
Había un balcón al lado del librero y del lado de la puerta por la que entramos estaba el closet.
Jin dejó sus cosas en el suelo y me miró sonriendo.
- Vamos, puedes dejar tus cosas aquí y bajemos.
- Sí, gracias - dije mientras hacía lo que me había dicho.
Cuando me levanté de dejar mis cosas me sorprendió que estuviera Jin tan cerca, tomó mis mejillas con sus manos y me acercó, cerré los ojos y sentí sus suaves labios acariciar los mios en un dulce beso.
- Gracias por venir conmigo - dijo, aún estábamos muy cerca y yo no quería abrir los ojos.
- Gracias por invitarme.
Junté nuestros labios y lo besé de nuevo, disfrutando de estar juntos, del momento que compartíamos.
- Creo que debemos bajar - dijo separándose.
- Vamos - sonreí y tomé su mano, así bajamos, yo me sentí determinado a causar una buena impresión.
Su padre ya estaba sentado en la mesa puesta y su madre llegaba con el último platillo.
Jin y yo nos lavamos las manos y nos sentamos con ellos.
Dimos gracias y empezamos a comer.
- ¿Cómo va la universidad? - preguntó su padre.
- Bien - dijo Jin.
- Cada carrera tiene proyectos diferentes - dije yo.
- ¿En qué carrera estás tú? - me preguntó su mamá.
- Estudio composición - respondí.
- Es muy bueno - dijo mi novio.
- Oh, deberíamos escuchar alguna canción en otra ocasión - añadió su mamá.
- Claro, cuando se dé la oportunidad, podrían ir a una presentación - dije yo.
- Si nuestro trabajo lo permite, ahí estaremos - sonrió.
- Oh, Nam, mi mamá tiene una tienda departamental en un centro comercial, de ropa - asentí - y mi papá es profesor en una universidad local.
Volteé a ver a Jin, cuestionando en mi mente por qué no me habría dicho eso antes - Papá, Nam estudió dos años en la escuela para profesores de Seúl, apenas este año se cambió - agregó dirigiéndose al hombre frente a nosotros, su padre me miró sorprendido.
- ¿En serio? Yo estudié ahí.
- Sí, el año pasado todavía estaba en esa carrera.
- ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
- Bueno, descubrí que mi sueño estaba en la música, aunque me gustaba la carrera de profesor, no me sentía cien por ciento satisfecho.
- Vaya, el director sigue siendo mi amigo y platicamos seguido, de hecho me contó la semana pasada que su mejor alumno se había dado de baja para cambiar de carrera... ¿Eres tú? - su padre me miró con curiosidad, como si me evaluara una segunda vez.
- Bueno, los años anteriores obtuve el primer lugar en aprovechamiento académico.
- Debes ser muy inteligente - dijo admirada la mamá de Jin.
- Claro, él es el mejor - dijo Jin orgulloso, lo que me hizo sonrojarme - de hecho entró con beca por su desempeño en el examen de admisión.
- Eso es bueno, tal vez puedas aprender de él Jin - odiaba cuando mis padres decían eso a Tae, porque sabía que se sentía mal, miré a Jin con miedo de que se sintiera igual, pero sólo me vio rodando los ojos y sonriendo.
- Claro, aprenderé mucho de mi novio - me guiñó un ojo y yo sonreí, amaba la personalidad de Jin.
La cena siguió entre comentarios y comida, preguntas y poniéndose al corriente en sus vidas, fue agradable, Jin había sacado su sentido del humor y franqueza de su madre, mientras que parecía que la responsabilidad e independencia la había aprendido de su padre.
Cuando la cena terminó, me ofrecí a lavar los platos o recojer la mesa pero no me dejaron porque era "el invitado".
Así que Jin también fue libre de esas tareas, dimos las buenas noches y subimos de nuevo al cuarto.
- Estoy lleno y exhausto - dijo Jin sentándose en la cama.
- Bueno, ya podemos descansar - sonreí y me acerqué, tomando asiento a su lado y tomando su mano, la levanté y besé.
Él sonrió y me dió un beso en la mejilla.
- Puedes cambiarte aquí mientras yo lo hago en el baño ¿sí?
- O puede ser al revés - dije.
- No, mis padres dirían que cómo puedo tratar al invitado así - rió.
- Está bien.
Se levantó y tomó su ropa, saliendo del cuarto y cerrando la puerta tras él.
Abrí mi maleta y saqué la pijama, un pantalón de algodón, blanco con rayas azules y una camisa de botones del mismo diseño, y me los puse rápido.
Tomé mi cepillo de dientes y pasta, cuando Jin volvió me señaló el baño y pasé, lavé mi rostro y dientes y volví al cuarto, donde Jin había movido las cobijas, me sonrió y entró a la cama, dejándome un espacio.
- ¿Tus padres no dicen nada de que durmamos juntos? Puedo dormir en otro cuarto o en la sala - dije acercándome a la cama.
- Claro que no, ven aquí - palmeó las sábanas a su lado.
Me acosté y tapé, Jin se acercó a mí y me abrazó.
Me encantaba disfrutar de esos momentos donde sólo éramos nosotros en nuestro propio tiempo y espacio, sin nadie que nos juzgara o mirara, sólo él y yo, dos chicos que se habían enamorado el uno del otro y se complementaban tan bien, que nadie podría hacerme creer que esto no funcionaría.
Besé sus labios una última vez ese día, Jin era lo último que pensé y sentí antes de quedar dormido.
Por fortuna, también fue lo primero que pensé, vi y sentí al despertar a la mañana siguiente.
¿Quién no amaría despertar junto a la persona que acelera tus latidos, te comprende, ayuda, hace reír y sentir amado?
Algunos rayos de luz pasaban por las cortinas que cubrían la ventana, cayendo sobre nosotros, los cabellos de Jin se veían castaño claro, su piel se veía dorada, era casi irreal, grabé esa imagen para siempre en mi memoria, observé cada detalle para poder recordarlo después.
No supe cuánto tiempo lo observé hasta que él pastañeó, lentamente.
- ¿Por qué sonríes como bobo? - dijo con voz ronca.
- Tu me traes así - dije sonriendo, él sonrió también y abrió sus ojos, mirándome fijamente.
- Que bueno que es recíproco.
- Me encanta que sea así.
Me acerqué y junté nuestros labios, dejando un beso corto de buenos días.
Acaricié su cabello y el siguió recostado en mi pecho, volviendo a cerrar los ojos.
No me quería mover, podría estar así todo el día.
Creo que Jin tampoco tenía intenciones de moverse hasta que alguien tocó la puerta del cuarto y se escuchó la voz de su mamá.
- Despierten y bajen a desayunar, hoy iremos al centro comercial.
- Vamos en un momento - dijo Jin.
Después lentamente se levantó de mí.
Nos incorporamos, dejando las cobijas un tanto revueltas y bajamos a desayunar en pijama.
El desayuno fue parecido a la cena del día anterior, después me bañe, Jin pasó después de mí y yo me arreglé y te dí la cama mientras tanto.
Cuando Jin estuvo listo bajamos y salimos al centro comercial, pasamos a la tienda de su mamá, al parecer era de ropa, era grande y se veía que muchos compraban ahí.
Paseamos mientras hablamos, el papá de Jin y yo éramos más unos observadores, mientras que Jin y su mamá evaluaba comprar diferentes objetos para la casa o personales.
También platiqué con el señor Kim, al parecer conocía a algunos de mis maestros, algunos también le habían dado clase, cuando eran más jóvenes, hablamos del sistema educativo y me preguntó sobre el tipo de maestro que hubiera sido, así como le conté que de ser profesor, me gustaría haber trabajado en escuela media, ya que quería inspirar a los jóvenes a persistir y seguir sus ideales.
Él no parecía en maestro tan severo, sus comentarios me hicieron pensar que él sí se preocupaba por sus alumnos y admiré eso.
Comimos en la misma plaza y después vimos una película, los padres de Jin casi no iban al cine, sólo cuando Jin les decía, como sucedió ese día, era una película de acción, en la sala Jin y yo no soltamos nuestras manos.
Después volvimos a su casa y dejamos las compras, su padre sacó un juego de mesa que era maratón y jugamos en equipo, sus padres contra nosotros.
La mayoría de las preguntas las contestamos su padre y yo, siendo de historia, ciencia, cultura... Jin se quejó porque su padre había elegido ese juego para "cerebritos", pero a pesar de ello, también reímos y disfrutamos.
Íbamos empatados cuando la última pregunta fue leída, yo contesté mal y sus padres ganaron, celebraron y su madre le dió un beso a su padre.
Yo sonreí mientras Jin se quejó por esa muestra de afecto.
Guardamos todo y Jin se adelantó al cuarto porque dijo que tenía que conectar su celular.
Pusr la caja del juego en el estante del que ví a el señor Kim sacarlo y cuando voltee él me miraba sonriendo.
- Bien jugado, la última pregunta era muy sencilla e iba relacionada a la que habías respondido antes, así que sé que nos dejaste ganar, me agradas.
Sonreí - a los padres de tu novio nunca debes ganarles.
- Bien pensado - palmeó mi hombro y subió también.
- En verdad le agradas - la voz de su madre se escuchó y volteé, encontrándola en la entrada de la cocina - ven.
La seguí dentro y me senté en la barra mientras ella sacaba algunas cosas.
- ¿Quieres tomar un café?
- Es muy amable, gracias - dije asintiendo.
Ella lo preparó mientras siguió hablando.
- A mi esposo nunca le gustó que Jin saliera con chicos, tardó en procesarlo pero al final lo aceptó, pero siempre que veía a Jin con alguien se reservaba sus comentarios, eres el primer chico al que Jin nos presenta formalmente, así que seguro van en serio, temía que mi esposo fuera grosero contigo, pero en serio le caíste bien - colocó las tazas en la barra.
- Gracias - dije, aceptando el café.
- Seguro es porque tienen cosas en común, nadie había tenido una partida tan reñida con él en ese juego que desde hace mucho le gusta.
- Me alegra en verdad caerle bien, en serio quiero a Seokjin y quiero hacer las cosas bien.
- Lo sé, se ve que ambos están en sintonía, espero que sepan hacer las cosas bien, una relación estable tarda en construirse, siempre como base deben tener la confianza total el el otro, si quieres un consejo, nunca supongas cosas, lo mejor es comunicarse.
- Aprecio mucho el consejo y sus palabras, creame cuando digo que lo tomaré en cuenta.
- Eres un buen chico, cuida buen a mi hijo, mientras sea feliz, nosotros lo aceptaremos - dijo sonriendo.
- Gracias por su confianza - dije correspondiendo el gesto.
Tomamos café y galletas que sacó de la alacena, después se nos unieron Jin y su papá.
Cuando entró mi novio me di cuenta de que había llorado, pero estaba sonriendo, así que evité preguntas en ese momento.
Al terminar de cenar subíamos al cuarto, entonces si le pregunté por qué había llorado, él sonrió, me abrazó y me besó con energía y dulzura.
Cuando nos acostamos y se recargó en mi me dijo que su padre había ido con él y hablaron, dijo que escuchó algo que nunca creyó iba a escuchar de él un "estoy orgulloso y feliz por tí" dijo que había elegido un buen chico, prácticamente dio su aprobación y Jin estaba más que feliz, después de escuchar que su padre no había aceptado bien al principio los gustos de Jin, podía entender que eso le conmocionara tanto, estaba feliz por él.
Por eso entre besos y palabras cursis de enamorados, nos dormimos.
El domingo nos quedamos en casa, jugamos otros juegos y vimos películas o programas de televisión, el objetivo era convivir antes de que nos fuéramos, a fin de cuentas, se veía que extrañaban tener a Jin en casa.
El lunes desayunamos juntos y después sus padres nos llevaron en uno de los carros a la estación de autobús, donde nos despedimos, prometiendo ir de nuevo en otro momento.
En el camino de regreso sólo escuchamos música, nos besamos, platicamos, reímos, disfrutamos.
Acompañé a Jin a su casa y de ahí me fui a la mía, para acomodar mis cosas y hacer tarea.
Saludé a mi hermano y a Jungkook con un abrazo antes de ponerme a trabajar.
Me sentía feliz de haber conocido a la familia de Jin y no lo ocultaba, cuando mis padres me preguntaron cómo nos fué les dije que sus padres eran muy buenos y que querían conocerlos también, a ellos también les agradó la idea y quedaron de organizarse para hacer espacio un día.
En la semana volvió a faltar un maestro, al parecer tenía incapacidad, esperé que estuviera bien, pero ocupé ese espacio de clases para ir con Jin cuando sabía que tenía tiempo libre.
El jueves fui, cuando me acerqué vi que estaba hablando con el mismo chico de la otra vez, seguí caminando, esta vez no pensaba quedarme observando pero cuando alcancé a escuchar su conversación me detuve.
Ellos no se habían percatado de mi presencia, estaban muy enfrascados.
-... Ya te dije que eres muy amable, pero entiende que no pasará nada ente nosotros, por milésima vez, tengo novio- dijo Jin, sonreí.
- Por favor, Jin, eso no puede durar, tu eres mejor, mereces algo más que a él.
- No siquiera lo conoces.
- No hace falta, es un nerd, se ve a primera vista, además es... Feo, tu rostro tan bello debe estar con alguien que iguale tu nivel.
- Mira, no voy a dejar que insultes a mi novio, para mí es mucho más guapo que tú, y aunque no lo fuera, tiene muchas cualidades, no me confundas con alguien superficial, si yo decido estar con alguien es más que sólo una cara bonita - parecía que Jin ahora sí se había enfadado.
- No lo quice decir así.
- Pero lo hiciste y no quiero tener esta conversación de nuevo, si no puedes aceptar sólo una amistad entonces busca a alguien más y no me hables de nuevo.
Jin se volteó y me miró sorprendido, el tipo tuvo la decencia de avergonzarse cuando me vió ahí.
- Nam.
Sonreí.
- Tuve otra hora libre y vine a ver a mi novio - miré al chico - creo que no hace falta decir nada después de lo que Jin dijo, sólo que si vuelves a molestarlo el que vendrá a hablar contigo soy yo.
Tomé la mano de Jin y nos fuimos, esta vez caminamos entre los árboles de la zona.
- Así que ¿soy feo? - pregunté.
- Claro que no, sólo está celoso.
- ¿Eres sincero?
- ¿Cuándo no lo soy?
- Tal vez el amor sí es ciego.
- Desde que te vi en el escenario me pareciste lindo - sonrió.
- Pero tú eres mucho más guapo - dije sonriendo.
- Gracias - rió - no hagas caso a los comentarios negativos, si algo no me gusta te lo haré saber, mientras tanto, confía en mí.
- Claro que confío en tí, eres bueno y muy sincero, pero creo que a veces quiero confirmarlo, ya sabes, escucharlo me ayuda a recordarlo.
- Bueno, siempre que lo olvides yo puedo ayudarte llenándose de besos y mimos - sonrió y besó mi mejilla.
- En ese caso... Creo que lo olvidaré todos los días.
- Tonto - ambos reímos.
Todas esas cosas son las que nos ayudaban a crecer, íbamos afrontando diferentes situaciones, pero mientras siguiéramos creyendo en el otro y queriéndonos, podríamos continuar.Trato de escribir pero a veces no tengo tiempo, así que si no actualizo es por eso :'(
En fin, ya conocen a sus suegros y siguen enamorados 😍
No voy a spoilear pero el próximo capítulo será intenso y no será por el Namjin 🙊
Bajo advertencia no hay engaño
Sean felices-Mad Hatter
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Voice (Namjin)
Fanfic¿No has dudado de tus sueños? ¿De tus elecciones? Yo lo hice. La vida a veces nos lleva hacia ciertas personas para poder crecer, a veces las personas se quedan, a veces se van después de cumplir el objetivo. Cuando conocí a Seokjin mi vida cambió ¿...