Capítulo 57

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Salgo a paso apresurado del edificio, cruzo la calle para subir a mi auto. Mis manos tiemblan al sacar las llaves de mi bolso, mi rostro está hecho un desastre, intento tranquilizarme pero lo único que logro es que las llaves caigan al suelo.

-¿Por qué no lo dijiste antes?-su voz ronca hace que me detenga antes de subir al auto, llevo la mano a mi boca y siento mis labios temblar.- ¿Si quiera pensabas decirme?

-¡Dime como carajos se supone que le dices al amor de tu vida que tú eres el chico a quien le hizo la vida miserable!-volteo bruscamente y lo miro con desesperación mientras lloro exageradamente.

Lio mira hacia el cielo y se queda unos segundos en silencio como si me otorgara la razón.

-Dime que todo esto es mentira, que no está sucediendo, dime que es solo una broma de mal gusto...-une sus manos y suplicante me pide que yo le diga lo contrario.

-¡Maldita sea Braulio!, ¿¡crees que jugaría con algo así!? ¿Quieres que te lo demuestre?, quieres que te demuestre que soy yo. Que soy Alex Alcasena, una chica transexual que mucho antes de serlo era un simple chico solitario que solo tenía a "su mejor amiga". Un chico que fue golpeado y humillado por todo el maldito equipo de americano de la preparatoria. El chico al que acusaste de acoso y que esa misma tarde su padre se enteró de su orientación sexual, lo golpeó y dejó de dirigirle la palabra por al menos 2 años. Sí, Braulio soy yo. A quien golpeabas, insultabas y humillabas frente a tus estúpidos amigos. ¿Eso querías escuchar?-Lio se queda en medio de la calle mirándome, se ha quedado boquiabierto por lo que he dicho. Yo en cambio intento recuperar el aire y tranquilizarme.

-No puede estar suc...

-Pues sí, está sucediendo. O, ¿acaso también crees que planee enamorarme del idiota que me arruino la adolescencia? Al mismo idiota que ahora amo con todo mi estúpido ser a pesar de todo lo que en un pasado me hizo...-me toco la frente y esbozo una risa sarcástica.- Qué estúpida, ¿no? Al pensar que podrías seguir conmigo después de decirte la verdad, si ni siquiera has podido perdonar a tu propio padre.-niego con la cabeza, levanto la mano, cierro el puño y dejo caerlo, me doy media vuelta y con el dolor más profundo que he sentido entro al auto y dejo a Braulio ahí.

-Alex...-menciona mi nombre antes de que cierre la puerta del auto. Mi mirada permanece al frente esperando a que diga algo más.-Perdón...-susurra desanimado.

-No tienes que pedirme perdón. Desde el momento en el que me enamoré de ti sabiendo quien eras, te perdoné hasta los errores que cometerías en un futuro.-cierro los ojos y siento los ojos arder.

-Yo... solo, n-no...-duda en seguir hablando y da unos pasos a mi auto. Extiendo la mano para que se detenga.

-No tienes que decirlo. Lo sé, no puedes amar a una chica transexual y menos si soy a quien tanto detestabas. ¿Irónico? Ya lo creo, la que debería odiarte soy yo.-asiento con la cabeza y los ojos cerrados.-Cuida de la pequeña Ili.-susurro antes de cerrar la puerta. Enciendo el auto y antes de avanzar doy un último vistazo a través de la ventana. Puedo ver a Lio arrepentido. Nunca lo había visto tan vulnerable, no me refiero a su aspecto aunque eso suma, sus manos ensangrentadas al igual que su playera, ojos hinchados y cara de preocupación... es más que eso. Sus ojos me dicen te amo, puedo sentirlo.

Al llegar a mi apartamento, subo el ascensor sin parar de llorar, azoto las manos en la puerta y un grito ahogado se desprende de mi garganta. Al llegar al piso, salgo débil de ahí, abro la puerta muy torpemente, solo quiero terminar de llorar unos minutos más para después largarme de aquí.

Me quito los zapatos y desanimada me dirijo a mi habitación. Sus palabras resuenan en mi cabeza y eso hace que me vuelva loca. Antes de entrar a mi habitación noto a alguien dentro de la habitación de Mar, pienso en ir corriendo a abrazarla, después de todo necesito un abrazo, pero con lo que me encuentro es algo distinto, lo que faltaba... Mariana está sobre Sebas quien se encuentra en la orilla de la cama, a ambos les hace falta la playera, no es difícil deducir lo que sucede, su respiración agitada lo dice todo.

Yo soy Alex (EN CORRECCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora