Desperté y lo primero que hice fue ver mi celular, noté que tenía un mensaje de él.
-Espero y todo este bien… cariño, no olvides que te amo.
Mi corazón cruje por dentro y siento el nudo en mi garganta, sin embargo decido no llorar, me duelen bastante los ojos por haber llorado toda la noche.
-También te amo.
Respondo sintiéndome tan mal como ayer. Esto es lo que hay, es verdad, lo amo, sin importar quien fue, en estos momentos de mi vida lo amo aunque duela y queme.
Mar está alado mío aun durmiendo, Sebas está a mi otro lado y también sigue durmiendo. Ambos se quedaron conmigo hasta tarde, consolándome y aconsejándome sobre lo que debía hacer. Mar me abrazó hasta que me dormí, Sebas la miraba a ella a pesar de la situación.-¿Estas mejor?-la voz adormilada de Sebas suena a un lado mío.
-Intentaré-digo con pocos ánimos.
-Buenos ¡aahh! Días.-dice Mar bostezando.-Estarás mejor, de eso me encargaré yo.-sonríe y toma mi mano.
-Gracias por estar conmigo cuando más los necesito.-aprieto la mano de Mariana y tomo la de Sebas.
-Nunca las dejaré solas.-nos dice mirándonos amabas. No puedo evitar mirar a Mariana quien agacha la mirada y tiene una sonrisa triste.
-Tenemos que desayunar, debemos ir a la cafetería hoy.-les digo a ambos poniéndome de pie.
Llegamos a la cafetería y Dani está en la entrada mirándome desde lejos. Me he puesto unas gafas de sol oscuras para cubrir la hinchazón de mis ojos, también traje conmigo los lentes de descanso para que no se note tanto. Intenté maquillarme para cubrir mis ojeras y mi cara de horror pero no pude hacer mucho. No quiero que los demás noten lo mal que la pasé anoche.
-Que mal te ves.- mierda.
-Gracias hermanito, excelente cumplido.-digo palmeando su hombro.
-Alguien te espera adentro.
Y antes que llegue a la entrada, sale Lio quien lleva unas bermudas y playera blanca.
-Hola.-dice mirándome, puedo notar tristeza en su rostro.
Mar y Sebas levantan la mirada y noto desesperación en sus rostros.
-Hola.-sonrío aun con las gafas puestas, no quiero llorar ahora.
-¿Todo…
-Sí.-interrumpo antes de que pregunte.-Te amo.-susurro sin pensar y lo abrazo muy fuerte, apretándolo hacia mí para que mis lágrimas no salgan.
Él tarda unos segundos en responder al abrazo pero cuando lo hace me abraza tan fuerte que me provoca ganas de no querer dejarlo ir jamás.
-Te amo.-susurra y lo siento sonreír en mi hombro.-No sé que es lo que está pasando, pero sé que algo en ti está mal, no voy a presionarte si no quieres decirme.-se aleja unos centimetros de mi para mirarme a los ojos mientras me dice lo anterior. Besa mi frente y acaricia mi mejilla.
Sueno un poco mi nariz y doy sonrisa cortabal mismo tiempo que asiento con la cabeza, él solo sonrie y sin querer me brinda tranquilidad.-¿Ya te has pedido algo?-pregunto para cambiar de tema.
-Aún no, queria esperarte para que desayunemos juntos.-toma mi mano para que lo siga dentro y tomemos el desayuno.
Pasamos la tarde en la cafetería, yo estuve trabajando y Lio decidió quedarse ahí conmigo a pesar de no prestarle casi nada de atención. Él sabe que no estoy bien y probablemente por eso decidió acompañarme, tanto así que hasta canceló el entrenamiento de hoy. Sabe que algo no anda bien en mí pero prefiere no preguntar porque sabe que no quiero hablar de eso ahora.
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Yo soy Alex (EN CORRECCIÓN)
Novela JuvenilEstoy sentada en la sala de espera de la clínica. ... Hoy por fin es el tan esperado día. Por fin, después de 20 años seré quien realmente quiero ser. Un chico está sentado a lado mío jugando con su teléfono celular. -Entonces, ¿esperas tu turno o...