Quedarme sentado a esperar cómo otros resolvían todo no era mi predilección. Sin embargo, esto no estaba a mi alcance. Jamás pensé que mi mejor amigo podía estar en medio de una extorsión de tal envergadura. No poder defender a Makoto por segunda vez en medio de un problema me asfixiaba.
Rin me tomó de la mano. Aunque intenté mostrarme sereno, mis piernas no dejaban de temblar. Que el walkie continuase en silencio tampoco era de gran ayuda.
—No te preocupes Haru, Nao se asegurará de que ambos estén a salvo.
Estuvo a punto de contrarrestar sus absurdas palabras tranquilizadoras con gritos, pero cuando me giré a mirarle, ví cómo sus ojos resplandecían demasiado y su sonrisa estaba forzada. Rin no estaba menos nervioso que yo. Y aún así se molestó en intentar animarme.
Tsk, soy un imbécil.
Tragué saliva y con ella mis groserías. Yo no era bueno con palabras ni mucho menos manteniendo una charla cuando era una banal y sin sentido; pero también quería tranquilizarle. O más bien, demostrarle que pasara lo que pasara yo estaría con él. Y fue con ése último pensamiento en mi mente que giré mi mano y enredé mis dedos con los suyos. La calidez de su contacto era extraña, producía un hormigueo en mis dedos. Algo que me invitaba a mantenerme así.
—¿Por qué los nos empeñamos en ocultar las cosas a quienes nos importan?
—Por el qué dirán, para no dañar a las personas que apreciamos, hay muchas razones, Rin. Pensar en ello ahora no arreglará la situación entre Sousuke y Makoto, no te tortures.
Rin apoyó su cabeza en mi hombro y cerró los ojos, supuse, que por relajarlos y que no soltaran lágrimas sin razón.
—No, tienes razón. —suspiró.
Inevitablemente, no sólo pensé en ellos, también en nosotros. ¿Habrá alguna posibilidad de que él también lo hubiera relacionado? ¿Por qué nosotros nos habíamos escondido tanto el uno al otro ? Yo tras un pseudónimo, Rin en un bar de mal agüero. Ninguno quiso descubrirle al otro que sabía su verdad. No hasta que Rin había vivido a través de Sousuke y Makoto cómo podía llegar a dañar una mentira.
Hace tan solo unos días me citó en su despacho y ahí, desnudó sus verdades como si fuera extremadamente urgente y necesario.
—Sakura. —me dijo sin rodeos y dejó caer mi manuscrito delante de mí.
Lo miré como si no entendiera de lo que me hablaba pero no había vuelta atrás, Rin me atravesaba una mirada seria.
—Rin, no sé...
—En primer lugar, para. Hace mucho que ya no tiene sentido que lo ocultes de mí. Segundo, que dejes de escribir en el blog no significa que yo deje de cantar. Y por último, ¿qué mierda de final es este? Parece escrito por un niño de cinco años.
—Makoto también me exigió cambiarlo. —contesté únicamente.
—Te aseguro que no se publicará si lo dejas así. —instó severamente.
Sí Rin estaba por una vez siendo directo y conciso, ahí llevaba la pura verdad:
—No sé qué final darle.
—Tu personaje principal. Él sabe. Haz algo para darle magia a todo este misterio.
El protagonista no es más que un tonto cobarde y enamorado. Estaba basado en mí mismo ¿como podía tener eso la magia suficiente?
—Él sólo... —a la mierda. Tenía que decirlo. —quiere saber cómo ser feliz con alguien a su lado. Sin pérdidas. Ni de sí mismo ni de su amado.
—¿Por qué no intentas poner ese sentimiento sobre el papel?
Rin. Él era el sentido que tenía todo. ¿Yo quería permanecer mi vida junto a él? No lo sé. Quiero que sea libre, que cante y baile pole dance. Pero que no mire a otros mientras lo haga. Que piense únicamente en mí mientras se deshace hasta mostrar lo que lleva adentro. Que seduzca a cualquiera con su voz y sus movimientos pero que se refugie en mis brazos cuando baje del escenario.
Nah, él era cautivador y yo era un escritor apático. ¿Cómo seducir al seductor? Era normal caer rendido ante una piel blanca y cuidada. A sus ojos atrevidos. Sus labios finos. Era fácil caer rendido ante él. Tenía su boca a tan sólo unos centímetros de mí, respirando pesadamente. Su mano sudaba, pero no se despegaba de la mía. Estaba dándome todo su calor. Todo al que podría aspirar, pero la situación me impedía disfrutar de este momento. Estaba demasiado inquieto por saber lo que pasaría con Makoto y Sousuke.
—Todo está controlado. —dijo la voz robótica de Nao a través del Walkie casi a la par de mis pensamiemtos.
E
mocionado por la situación Rin abrió los ojos como platos. Chilló. Soltó mi mano. Y saltó en sobre mí plantando un beso rudo y fugaz sobre mis labios. Después comenzó a saltar y gritar por toda la sala.
Mi tranquilidad momentánea por las noticias fue interrumpida. Sentía que mis orejas acabarían por echar humo.
—Maldición, Rin. Piensa lo que haces. —Ni siquiera había sido consciente de que había dicho esas palabras en alto. Ni de de que mi cara parecía un tomate.
Reflexionando sobre lo que inconscientemente que había sido eso, Rin detuvo su alegría. Se acercó lentamente a mí, que me había hecho bola en el sofá. Un segundo antes de que sus manos pudieran rozarme...
—Yo... No... Esto...
—¡No me toques!
Mierda, mierda, mierda los ojos de Rin habían dado con el problema. Aunque intenté ocultarlo. Atrapé el cojín más cercano y tapé mis pantalones.
—Haru... Tú te has...
—¡Ha sido una reacción natural! —grité.
—¡Natural, mis huevos! —gritó aún más fuerte y entonces se hizo un silencio incómodo en el que su mirada y la mía intentaban conectar de alguna u otra forma.
No entendía lo que estaba ocurriendo.
—Mierda si Gou se entera me matará... — a penas le di oportunidad de hablar.
—¡¿Pero qué mierda os pica a todos con Gou?! ¡No estoy con ella, maldición! ¡No creas que cualquiera te aguantaría como cuñado! ¡Además, el que me gustas eres tú, joder!
La he cargado hasta el fondo.
—¿Qué mieda acabas de decir, Haruka?
Desvié la mirada de la interrogativa con la que todo su gesto me acusaba. No sólo acababa de tener una erección con un simple beso, sino que además me acababa de confesar en el peor momento del mundo.
Las manos frías de Rin me devolvieron el rostro al frente. No tardó, sólo un segundo, en volver a unir sus labios a los míos.
Sentía el corazón en mi cabeza y la temperatura elevarse sin control.
¿Qué haces? Le repetía en mi cabeza a Rin, pero no lograba decírselo. Hoy día me lo sigo preguntando cuando me besa.
Holis bebitooos!!
¿Todo bien?
Os dejo este pequeño especial para que vayan haciéndose boca con el final. Sí ya pronto el final de AESLVS!!! 😢 Pero es necesario para mi y para todos!
Pasen una feliz entrada y salida de año!!! Espero que disfrutéis de las fiestas!!
Un beso grandote ♥ ♥ ♥
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Anastasia, Éstas Son Las Verdaderas Sombras [Free!] [SouMako]
Fanfic¿Habéis leído "Cincuenta sombras de Grey"? Pues olvidad a Ana, mi nombre es Makoto Tachibana y esta es mi historia.