-Hacía años que nadie me decía así.- soltó una suave risa y al instante escondí mi cara en sus piernas. Sou. No sonaba mal, era tierno pero quizá un poco infantil.
-Lo siento.- me disculpé avergonzado sin tener la osadía de poder mirarle a la cara. Él me ayudó a enderezarme y las esferas volvieron a chocar entre sí haciendo que me tambalease, mis piernas aún estaban algo temblorosas así que él me sostuvo.- O-oh, no, tu pantalón. - siguió mis ojos hasta su ropa. Estaba llena de mi semen. Sentía que faltaba aire. Mi miembro aún estaba a la vista e igual de recubierto de esa viscosidad. Estaba totalmente expuesto a él. Podía decir que Sousuke había contemplado todas mis malas situaciones. Lloroso, enfadado, embriagado, y ahora, extasiado. Tierra trágame...
-Me gustó que gritaras mi nombre así.- Elevó mi mentón para distraer a mis ojos de su ropa. ¿Dejará algún día de sorprenderme esa sonrisa? No, es tan perfecta.- Aunque... eso no te exenta de un nuevo castigo.- si todos los castigos serían igual de satisfactorios, no me importaba.
-Entonces, será Sou a partir de ahora.- musité con timidez.
-Mmm... si cada vez que lo repitas recuerdo cómo acabas de gemir: sí, por favor.-sostuvo con sus manos mi cintura y se pegó a mi cuerpo. Su contacto era tan placentero que apoyé mi cabeza en su hombro.
-Idiota.- me sonrojé y le di un empujoncito que no nos distanció en lo más mínimo, él se burló.- Siento que solo te enseño mis lados horribles...
-No sigas por ese camino, Makoto. Sabes lo que ocurrirá si dices cosas feas de ti mismo ¿verdad?- hice un pequeño puchero.
-Todos tenemos un cara oscura.- le reproché en defensa después sonreí y cerré los ojos disfrutando de su aroma.- ¿Cuándo me enseñarás que tu también eres humano y no un semidios?
-Vamos a hacer la cena...- acercó su cara suavemente y me besó con ternura la mejilla. ¿Sentiré esos labios presionando sobre los míos de una vez? Empezaba a impacientarme. Sousuke se separó de mi para acercarse al mueble y coger un paquete de toallitas que tenía a la vista. Me limpió debidamente, me hacía sentir como un niño. No había contestado a mi pregunta pero sé que el tampoco pensaba bien de sí mismo. Me arrepentí de mis palabras y de haberle dejado tan callado y ausente. Cuando hubo terminado de limpiarme llevé mis manos atrás para retirar las bolas chinas pero él sostuvo mis brazos de momento. Llevó mis manos a sus boca para mordisquear mis dedos dejando corrientes eléctricas en los mismos.- ¿Quién dijo que las quitaríamos? - preguntó con una sonrisa traviesa.
El aire se quedó un momento atrapado en mis pulmones antes de ser expulsado. El rubor volvió a mis mejillas y después asentí obediente. Él sonrió y me guió hasta la cocina. Caminar con esas cosas era extraño, acababa de eyacular y el toque se sentía incómodo.
-Te ayudaría pero... es más interesante que hoy cocines solo.
Sousuke me ordenó que cogiera todos los ingredientes. A mi cuerpo se le hacía pesado cada movimiento. Dar un paso, alcanzar los platos, estirar mi cuerpo para llegar hasta algunos utensilios. Todo se veía reflejado ahí abajo. Las paredes de mi interior parecían querer sacar a las intrusas. Necesitaba respirar sin eso ahí atrás provocándome de nuevo. Al agacharme a por las ollas solté un jadeo impulsivo. No podía creer que estuviera comenzando a humedecer de nuevo. Él lo disfrutaba todo desde el otro lado de la barra de desayuno. Le miré de soslayo y volví directamente mi vista al suelo. Quedé de cuclillas sin tener las fuerzas para enderezarme. Paso a paso se acercó a mí. Su sonrisa se colocó sobre mi cabeza y me miró desde arriba carcajeándose y rozando suavemente mi mejilla con su pulgar.
-S-Sou...- hice un puchero. Sabía que si me levantaba volvería a notarlas y sería tortuoso, estaba encendido de nuevo pero era tan incómodo.
-¿Son molestas, Makoto? - afirmé con un sonido. Sus ojos estaban degustándome, mirando como me sonrojaba como todo mi ser rogaba por sentirse libre de sensaciones. Mordió su labio.- Pero a tu cuerpo parecen gustarle. Oh... Nos estamos saltando la primera regla ¿verdad, Tachibana?
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Anastasia, Éstas Son Las Verdaderas Sombras [Free!] [SouMako]
Fanfic¿Habéis leído "Cincuenta sombras de Grey"? Pues olvidad a Ana, mi nombre es Makoto Tachibana y esta es mi historia.