POV ALFRED
Ya habían pasado unos días desde que Amaia se enteró de todo, y no se había separado de mí en la mayor parte de ese tiempo. Me encantaba tenerla cerca todo el tiempo, aunque no me gustaba que fuera en este contexto, y mucho menos, tener que verla partir cada noche para irse a casa de otro. Si me mataba saber que en realidad solo éramos amigos, que cada sueño que tenía de estar a su lado, era solo eso, un sueño.
Hoy tenía una nueva cita con mi médico, una nueva sesión de quimio y cada vez estaba más seguro de que iba a ser la última. Después de la semana que había pasado desde la última sesión, después de estar tan mal, de no poder mantener nada en el estómago, después de estar días si poder mantenerme en pie casi, días de cansancio extremo, me he dado cuenta de que eso no es lo que quiero. Necesito aire, necesito trabajar, necesito vivir por y para la música, y así no puedo hacerlo.
Amaia había pedido venir conmigo al médico, y sabía que lo hacía para intentar convencerme de que no lo dejara, para intentar meter baza para que hiciera todo lo contrario, para que luchara, pero sentía que nada de lo que estaba haciendo me estaba ayudando. Al final, no ha podido venir conmigo, una reunión importante sobre su futuro la alejo de mi en este momento, y la verdad es que lo agradecía, porque sabía que con ella a mi lado la decisión iba a ser más complicada.
Cuando llego al hospital, me siento más fuerte que en toda la semana, y también más seguro que nunca de que era la última sesión, por eso me sentía feliz, liberado...
-Buenos días Alfred, ¿Cómo te encuentras hoy? -me pregunta la enfermera con una sonrisa y solo con la pregunta ya tengo que suspirar.
-Otra vez la maldita pregunta-digo con una sonrisa.
-Bueno, veo que estás más feliz, ¿Algo que contar al público?-dice con una sonrisa mientras me acompaña hacia el despacho de mi médico.
-Si, que estoy seguro de que hoy va a ser mi última sesión-digo con una sonrisa y tranquilo, aunque en realidad, estaba cagado y no tenía para nada claro que era lo que iba a pasar.
- ¿Estás seguro?
-Casi seguro, por eso he venido a hablar con el doctor.
-Creo que deberías afrontarlo de otra manera, sé que es duro estar una semana echo una mierda, saber que vas a perder el pelo, pero ese esfuerzo que tienes que hacer ahora, merece la pena frente a una vida que te esperara luego-dice sacándome una sonrisa, pero yo no estaba dispuesto aun a afrontar todo eso.
- ¿Me imaginas sin pelo?-digo bromeando.
-Seguro que estas igual de guapo, pasa a la consulta y ahora te pongo el gotero.
Entro en la sala y mientras miraba como ponía tubos, agujas, esparadrapos, pegatinas y escribía sobre ellos, pensé en que quizás un tratamiento más podría aguantarlo, ahora tenía a Amaia conmigo y ella me mimaría. En ese instante entra el médico.
- ¿Cómo te encuentras?
-Físicamente como una mierda-digo directo-mentalmente decidido.
-Será mejor que empecemos con el tratamiento.
-Doctor-digo cortándole antes de que siguiera-creo que he tomado la decisión de no seguir el tratamiento, ¿Cuándo podré acabar con todo esto?
-Verás Alfred, ya me ha contado la ATS algo sobre eso, pero creo que estás equivocado. No deberías rendirte, eres joven para hacerlo.
- ¿Y lo que me queda de vida tengo que vivirla sintiéndome una mierda? ¿Sin poder dar ni un solo paseo sin sentirme mareado? ¿Sin poder comer nada que no acabe en la taza de WC? No, gracias.
ESTÁS LEYENDO
Últimos deseos
RomanceAmaia y Alfred se conocieron dentro de la Academia. Pero su relación dentro fue distinta para cada uno. Mientras Alfred se quedo prendado por ella, ella no pudo fijarse en el chico del trombón porque ya se había fijado en otro. La historia empieza c...