Capítulo 49

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POV AMAIA

No respira, no vuelve en sí y noto como mi respiración también se paraliza esperando la suya...siempre al compás siempre unidos. No puedo escuchar todo lo que dicen los que están allí reunidos, solo escucho voces y gente moviéndose de un lado para otro intentando reanimarlo, pero yo estaba metida en una nebulosa donde solo estábamos él y yo, todo lo demás estaba borroso. Me agarran, me separan de él, pero yo necesito estar aquí, estar a su lado, no podía dejarlo, no podía. Escucho a los médicos hablar, gritar, moverse de un lado para otro, pero todo parece que está muy lejos, que esta fuera de mi alcance, solo estamos él y yo, solo él y yo y ese maldito pitido que me decía que su corazón se había dado por vencido.

-Por favor no le dejen morir, por favor-escuchaba la voz de Xus a lo lejos desesperada, y yo sentía como mi cuerpo empezaba a desfallecer, ¿Cómo podía estar pasando esto?

Me dejo caer en el suelo sin dejar de llorar, pero sin apartar la mirada de su falta de latido, necesitaba ver, aunque fuera un mínimo latido.

- Por favor Alfred... no me dejes... no me dejes... sin ti... -no puedo acabar cuando veo como los médicos negaban y empiezan a separarse de él. No... no podían rendirse... no todavía... no.

Me deshago de los que me sujetan y salgo corriendo hacia él, nadie puede pararme y entro corriendo, sin pararme a buscar trajes, mascarillas, patucos, guantes o gorros, tenía que abrazarle, abrazarme al cuerpo caliente de Alfred... estaba caliente, no podía estar...

- Sigan intentándolo, por favor, no paren... - grito desesperada.

- Amaia no podemos... - me dice el doctor muy serio.

-Por favor, una vez más, por favor-digo suplicando mientras las lágrimas caen sin descanso por mi rostro, perdiéndose en las manos de Alfred que tenía sujetas con fuerza con las mías mientras no dejaba de apretarlas y besarlas, sin poder creer que esto estuviera pasando.

-Una más-dice el doctor y yo tomo aire mientras suelto un fuerte suspiro.

Me separan mientras posan los electrodos para intentar traerlo de vuelta, a mi lado. Me quedo de nuevo manteniendo el aire mientras los médicos volvían a rodearlo. Cuando se separan para poder darle la descarga siento el silencio en la sala, como si el mundo se parara. No se escuchaba nada... solo el pitido correspondiente a la máquina que avisaba que el corazón no latía. Aun no escuchaba nada más y cuando veo la mirada del doctor siento que mis piernas flaquean. Todos volvían a ponerse en marcha, pero les retiro de un empujón. Vuelvo a acercarme a él, acariciándole la cara, mis lágrimas caían sin parar, yendo a parar sobre su cuerpo inerte, cuando de repente sin nadie esperarlo, escucho como el pitido se detenía un segundo y después volvía a pitar como antes, dándome a entender que su latido había vuelto. Los marcadores daban lectura y en ese instante miro al doctor pidiéndole, rogándole una explicación de aquello. Y se hace el silencio, todo el mundo que estaba allí se queda en completo silencio, mientras esperamos una explicación a lo que estaba pasando.

- Esto es un milagro Amaia... está latiendo de nuevo.

- ¿Está vivo? – pregunto muy asustada.

- Si - dice observándole más de cerca y controlando de nuevo su pulso - quiere luchar... quiere quedarse.

- ¡Dios mío! - digo sin parar de llorar - está vivo... está vivo - digo casi gritando, para que Xus pudiera escucharme. Dejo que los médicos lo revisen, sin separarme de él y en cuento salen vuelvo a sentarme a su lado.

-Amaia-dice mirándome.

-Xus está vivo-digo abrazándome a ella con todas mis fuerzas, mientras las dos no podíamos dejar de llorar, pero con una sonrisa de completa felicidad, y más después de pensar que lo habíamos perdido.

- ¿Cómo?-pregunta mirando al doctor, sin entender muy bien como había podido pasar esto.

-No lo sé...lo habíamos perdido y...está vivo, es un luchador, es increíble, es un milagro-dice el doctor sin duda emocionado por lo que acababa de pasar en aquella habitación.

Últimos deseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora