POV ALFRED
Me miraba, tras ver el papel y escuchar mi discurso con cara de asombro, pero ni de cerca se parecía a una persona sorprendida. Cualquiera diría que sabía lo que decía ese papel antes. Traga saliva sin apartar la mirada de mí durante varios segundos, vuelve a bajarla hacia el papel de nuevo y me entonces...
-Buah, yo quiero ayudarte para que seas feliz - dice levantando de nuevo la vista - pero no sé si puedo...-Amaia olvídalo ¿sí?, no he dicho nada, ha tenido que ser la medicación que me está volviendo loco, de verdad lo siento-digo avergonzado, ¿Cómo se me había ocurrido pedirle algo así? ¿Me había vuelto loco del todo? Joder lo había dicho porque era lo que mi corazón me pedía a gritos, era lo que más quería en este mundo, por eso lo había dicho, pero siendo coherente había sido una gilipollez, ahora que estábamos bien, ahora que la tenía a mi lado, no podía cagarla tanto que la alejara de mí.
-De verdad que me gustaría hacer algo más, pero...
-Tranquila, da igual... puedes ayudarme a plantar un árbol - digo haciéndola reír intentando que olvidara todo aquello - podemos empezar con eso, o con el baño - digo moviendo mis cejas de arriba abajo.
-No puedo creer que no lo hayas hecho ya, te suponía más osado.
-Pues ya ves, no lo soy tanto-digo con una sonrisa y noto como algo se ha aligerado el ambiente, aunque aún noto tensión.
- Lo del niño...
- De eso ya hemos hablado.
- Sí, y te ayudaré en la medida de lo posible - dice sonriéndome. -lo del disco está ya casi hecho, ¿No? Estoy segura que será todo un éxito.-Ojalá pueda verlo.
-Lo verás, estoy segura-dice colocando su mano sobre la mía haciendo que una sonrisa aparezca en mi cara sin planteármela si quiera, ella tenía eso, conseguía sacarme una sonrisa siempre, de la nada, aunque todo pareciera ir fatal, ella siempre, siempre me sacaba una sonrisa.
-Luego esta lo del viaje, me encantaría volver a Londres, aunque no sé si podré, no quiero estar mal, me gustaría disfrutarlo de verdad y no sintiéndome como una mierda cada dos minutos.
-Estoy segura de que cuando te recuperes podrás disfrutarlo.
- ¿Me acompañarías? -pregunto mientras trago saliva, solo espero no haberme precipitado otra vez.
-Siempre que me invites-dice con una sonrisa haciéndome sonreír y sentirme más relajado.
-Eso está hecho.
- ¿De verdad quieres hacer un corto?
-Si claro, me gusta el cine y la fotografía, me encantaría hacer un corto, una película, algo.
-Seguro que se te daría bien, todo lo haces bien.
-Quien fue a hablar. Seguro que serías una gran actriz para el corto-digo con una sonrisa.
-No, por ahí no paso-dice riéndose y haciéndome reír.
Aquello estaba llegando a su fin porque llegaba el momento crucial. Nos quedamos en silencio durante un tiempo prudencial, ninguno queríamos seguir, pero para nada me esperaba que fuera Amaia la que continuase - en cuanto al resto... yo...
-Lo entiendo, no puedes, olvida que lo pedí.
-Pero... es que... me gustaría hacerlo, me gustaría poder hacerlo, pero no puedo hacerlo si no...si no siento eso que tiene que sentir uno para hacerlo.
-Lo sé, lo entiendo - después de todo, estaba con otro, por lo tanto, amaba a otro.
- Pero lo del beso... ya nos hemos besado ¿Por qué lo has puesto? – me pregunta arrugando las cejas, como si no comprendiese esa petición.
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Últimos deseos
عاطفيةAmaia y Alfred se conocieron dentro de la Academia. Pero su relación dentro fue distinta para cada uno. Mientras Alfred se quedo prendado por ella, ella no pudo fijarse en el chico del trombón porque ya se había fijado en otro. La historia empieza c...