Capítulo 24

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POV AMAIA

Me despierto aun abrazada a su lado. Estaba profundamente dormido y no puedo dejar de mirarle mientras una sonrisa aparece en mi cara. Se le veía tan bien así dormidito, parecía que nada pudiera pasarle, ojalá pudiera meterlo en algún lugar donde estuviera protegido para siempre.

Me levanto despacio para no despertarlo y salgo hacia el exterior, cuando estoy llegando a la cocina el olor a comida llega a mí y siento como me rugen las tripas.

-Que bien huele-digo más alto de lo que esperaba y veo como Xus se gira con una sonrisa.

-Siéntate el desayuno está listo. ¿Dónde esta el dormilón?

-Pues durmiendo-digo con una sonrisa.

-Pues entonces solo somos las dos para desayunar, el resto aún también esta durmiendo-dice colocando un plato delante de mi-¿Café? ¿Nesquik?

-Nesquik está bien.

-No me digas que eres de cola cao.

-Bueno...

-Es que el cabezón de mi hijo tiene que ser Nesquik sino no lo quiere.

-No pasa nada, con eso me vale-digo con una sonrisa mientras le ayudo a preparar todo.

Cuando acabábamos ambos decidimos salir a la parte exterior con nuestro desayuno y nos sentamos una enfrente de la otra. La veo callada, durante demasiado tiempo, creo que quiere contarme algo pero no sabe cómo hacerlo.

-Xus puedes contarme lo que quieras-digo sin saber como decirlo y veo como me mira con una sonrisa.

-¿Cómo te has dado cuenta?

-Bueno eres como tu hijo, no soléis estar demasiado tiempo callados-digo haciéndola reír.

-En eso tienes razón. He pensado mucho durante toda la noche, en realidad desde que Alfred me contó lo que le pasaba. Alfredo y yo nos hemos hecho las pruebas y han salido negativas.

-Oh...lo siento mucho Xus, pero no podemos perder la esperanza puede que algún primo un tío o...

-Amaia no es eso. Tienen las mismas posibilidades que tú-dice de repente sorprendiéndome.-voy a contarte algo que no lo sabe nadie, bueno claro la familia si...pero Alfred no.

-Xus...

-Necesito que sepas para poder pedirte un favor.

-Xus puedes pedirme lo que quieras sin darme explicaciones.

-Ya pero quiero...voy a estar fuera, durante bastante tiempo, espero que no mucho pero sé que se va a alargar más de lo que me gustaría. Necesito que estés con él y que lo cuides, necesito que si...algo va mal lo lleves de vuelta a casa.

-Xus no hace falta que me lo pidas voy a estar ahí para él, me he casado con él porque quiero estar con él, voy a cuidarlo te lo prometo-digo levantándome y colocándome de cuclillas delante de ella mientras le agarro de la mano.

-Amaia, no me voy porque quiera, me encantaría estar con mi hijo más que nada este mundo, pero no puedo parar hasta que consiga un trasplante para él. Amaia...Alfred es adoptado, él no lo sabe, no sé si alguna vez se lo habrá preguntado pero no lo sabe por nosotros.

-Xus...

-Déjame acabar ¿sí? No sé si encontraré a sus padres o no, pero no voy a dejar de intentarlo si eso consigue que mi hijo se salve.

-Xus eres una gran madre-digo y veo como sonríe mientras me acaricia la cara.

-Tu eres una gran niña cielo, no sabe el miedo que he tenido siempre a tener que decírselo por si se alejaba de nosotros, y aun tengo miedo, pero si esto le salva, no me importa nada.

Últimos deseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora