Últimos deseos

Capítulo 52

POV AMAIA

VARIOS MESES DESPUÉS

Han pasado varios meses desde que a Alfred le dieron el alta del hospital, todo ha pasado tan rápido que casi no me ha dado tiempo a asimilarlo. Hoy Alfred saca su disco, por fin sale a la luz ese trabajo por el que tanto ha luchado, y para presentarlo ha decidido dar un concierto benéfico para la lucha contra el cáncer. ¿Cómo no voy a quererlo?

Estoy ya tan gordita, queda tan poco para que nuestro pequeño o pequeña este en nuestros brazos que estoy super, super emocionada.

Estos meses han sido un poco locura, pero hemos estado juntos todo el tiempo, lo teníamos claro, no nos íbamos a separar ni un solo minuto, el estar juntos era el primero de nuestros objetivos siempre.

En estos meses nuestro pequeño ha ido creciendo en mi interior, pero nosotros no hemos parado. Alfred acabó de grabar su disco y yo mientras tanto he vuelto a estudiar piano mientras componía mis canciones para mi próximo disco. Estaba ilusionada y con mucho miedo, pero sabía que lo que estaba haciendo me estaba gustando más de lo que pensaba y eso para mí era lo más importante.

Alfred había sacado disco y daría este concierto, pero hasta que no naciera el bebe y pasara el primer mes con nosotros no iba a empezar la gira. Quería pasar conmigo estos últimos momentos antes de nacer y los primeros tras nacer nuestro bebe. Sabía que era su manera de demostrarme que estábamos por encima de la música y sé que viniendo de él era la mejor prueba de amor posible. También había planeado la gira para no tener que pasar mucho tiempo separados de nosotros y yo, yo había dejado la salida del disco para cuando ya pasaran los primeros meses del bebe, en realidad no tenía prisa, ahora que sabía que era lo que quería, quería hacerlo bien, quería que fuera un disco del que sentirme orgullosa de aquí a diez años, no quería mirar atrás y decir ¿Qué coño hice? Claro que quería que le gustara a la gente, pero necesitaba sentirme yo bien con él, sentirme bien con lo que iba a hacer y para eso no pensaba correr, aparte de que por supuesto este bebe estaba por encima de todo.

Sabía que cuando el bebé naciera y yo empezara también con mi disco todo iba a ser más complicado, pero estaba tranquila ambos sabíamos que la prioridad era estar juntos y sabiendo eso lo demás daría igual, haríamos lo posible para no estar lejos y separados demasiado tiempo. Cuando algo se quiere, se consigue y yo tenía claro que los quería ya a los dos, si a este pequeño a que no había aun nacido lo quería ya más que a mi vida, y teniendo las prioridades claras todo puede ir bien, aunque sabía que la música era importante para los dos, ambos vivíamos por y para la música, ambos la llevábamos dentro y por eso ni yo iba a alejarle de la música ni él me iba a alejar de ella.

Y aquí estoy, orgullosa al lado de él en el camerino mientras se concentra con su banda. Sé que está nervioso, pero no tiene que estarlo, ha nacido para estar encima de un escenario, es su hábitat natural y sé que lo hará genial, no me cabe la menor duda.

-Amaix, ¿Me ayudas? -dice pasándome el maquillaje y yo le sonrió mientras me acerco como puedo, lo que la barriga me permite y me siento delante de él mientras empiezo a maquillarlo.

Mientras lo maquillo no puedo dejar de mirarle, estaba morenito por los ratos en la playa que habíamos pasado estos días antes de que la locura esta lo envolviera, había ganado unos kilitos después de todo lo que había perdido por la enfermedad, y también había ganado musculo por las clase con Magali para estar en forma para la próxima gira, y luego, la sonrisa, la sonrisa que tenía siempre en la cara, esa sonrisa que me alegraba nada más levantarme cada día. Y luego estaba su pelo, si, había crecido bastante tanto que sus rizos enmarcaban su cabeza, unos rizos descontrolados que me volvían completamente loca.