Capítulo 45

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POV AMAIA

Estaba nerviosa esperando los resultados a las pruebas de compatibilidad. No puedo dejar de dar vueltas por la habitación sin poder parar. Los médicos nos habían dejado claro que, aunque fueran compatibles había pocas, muy pocas probabilidades de que funcionara porque el tiempo se nos había echado encima...pero mientras hubiera esperanzas yo iba a creer con todas mis fuerzas en ellas.

- Amaia para un poco me estas mareando – dice Alfred con una sonrisa nerviosa. Le sonrió y voy a sentarme a su lado, enseguida me atrae hacia su cuerpo agarrándome por la cintura y deja un suave beso en mi cabeza haciéndome cerrar los ojos. Solo quería estar con él... ¿era mucho pedir?

- Estoy nerviosa.

- Lo sé. Yo también, pero es tontería ponerse nervioso. Cuando ya abran esa puerta te doy permiso para que lo hagas - dice haciéndome reír.

- Te quiero.

- Yo también...nunca lo olvides - dice poniéndose de repente serio. No sabía muy bien que decirle para hacerle entender que lo sabía... pero justo en ese momento.

- Hola chicos - dice Alex entrando con el médico. ¿Y qué era eso que llevaba en la cara? Una sonrisa, eso tenía que ser buenas noticias ¿No?

- Hola – dice el médico - tengo los resultados y hay un donante para ti Alfred.

- ¿Sí? - dice emocionado, por primera vez, con auténtica esperanza.

- Sí, Pol Vila.

- ¿Pol?

- Si, el niño pequeño.

- Oh...

- Tu sobrino Alfred - digo abrazándole con lágrimas en los ojos, ya estaba perdiendo las esperanzas de que por fin llegara una buena noticia. Todo podía salir mal pero ahora había un rayo de esperanza y me iba a aferrar a él.

- Esto... esto es increíble.

- Lo es... es un rayo de esperanza - dice Alex sonriéndonos.

- Yo tengo que deciros que... a pesar de todo... es muy complicado que el trasplante funcioné. Puede, que tu cuerpo no lo acepte, incluso puede que no funcione la operación porque tu cuerpo está muy perjudicado.

- Lo sé... pero es la última oportunidad que tengo. Si no lo hago moriré así que... tengo que hacerlo.

- Lo prepararé todo para que mañana mismo, puedas entrar en quirófano. Hasta entonces disfruta de tu familia, te lo mereces campeón - dice el médico y Alfred se levanta y se abraza a él sorprendiéndolo y luego abraza a Alex.

- Gracias a los dos, gracias a todos de verdad me habéis tratado increíblemente. Me habéis hecho sentir bien a pesar de todo.

- Gracias a ti Alfred... conocer a gente como tu es todo un regalo - dice Alex casi llorando - bueno vamos a avisar al resto de tu familia. Tenemos que preparar al niño para la operación y hacerle algunas pruebas.

- Ok. Gracias chicos. Y tened por seguro que pienso disfrutar de esta noche - dice mirándome y haciendo que me sonroja al máximo.

Estoy tan feliz, pero a la vez tan asustada. Había llegado el momento de la verdad, ahora teníamos esperanzas lo que hace apenas unos días era casi impensable, pero... todo podía acabar mañana, podía irse de mi vida y eso hace que mi corazón se asuste solo de pensarlo.

- ¡Ey! ¿Estás bien? - me pregunta preocupado acariciándome tiernamente la cara con sus grandes manos.

- Sí, pero... - ¿le digo lo que está pasando por mi cabeza?

- ¿Qué? Puedes contarme lo que sea titi.

- Tengo miedo.

-Y yo también, es normal. Pero no queda otra ¿no?

- No.

- Entonces vamos a luchar hasta el final. Vamos a tener esperanzas y con la fuerza de los dos y de todos los que nos quieren vamos a sacar esto adelante.

- Alfred, pero... ¿y si te pierdo...?

- No me vas a perder.

- ¿Cómo estás tan seguro?

- Porque he nacido para estar contigo... y todavía no he podido disfrutarte. No puedo irme ahora que te tengo... mi corazón late fuerte cuando estas a mi lado Amaia... si tú estás aquí no puede pasarme nada malo - dice emocionándome. Aunque yo no pueda demostrárselo con las palabras como él, podía demostrárselo de otra manera, así que me agarro a su cuello acercándolo a mí y le beso, le beso diciéndole con cada caricia de mis labios cada sentimiento que tenía cuando lo sentía cerca... le digo cuán importante es para mí, y lo que le necesito. No podía vivir sin él y me iba a aferrar tanto como él se estaba aferrando a la vida, a una vida juntos.

Estamos solos un buen rato, hasta que empieza a llegar nuestra familia. Iban a darle la vida a Alfred de nuevo y eso, eso era mucho más que cualquier otra cosa. Lo veo feliz, relajado con su hermano y con sus sobrinos. Sin duda Nil tenía razón Pol enseguida se hace con su tío, eran tal para cual no era difícil de entender como él, precisamente él, iba a ser su donante.

Aprovecho el bullicio de gente y salgo fuera de la habitación. Necesitaba estar sola para poder afrontar lo que iba a pasar al día siguiente. Solo quedaban unas cuantas horas y mi futuro se decidiría, pero... ¿había un futuro para mí sin él? No podía imaginármelo, ya casi no recordaba un buen momento sin él... ¿cómo iba a poder ser de nuevo feliz? No, no podría serlo.

Estoy un buen rato sentada en la puerta del hospital. Pensé que el aire libre me ayudaría, pero no. Estaba allí sola, con la mirada en el infinito intentando no pensar, cuando siento como alguien se sienta a mi lado. Cuando me giro me encuentro con mi amiga.

- Amaia ¿estás bien?

- Si... no... no lo sé.

- ¿Ha pasado algo?

- Sí, Alfred tiene... donante.

- Cariño eso es bueno, es muy bueno - dice abrazándome, sonriendo, cuando se separa ve que yo no sonreía - ¿Qué está mal con eso?

- Que... - digo llorando, no podía sacar esto que me estaba matando una vez más.

- Amaia...

- No quiero perderlo...no puedo.... - digo llorando mientras escondía mi cara en su hombro... no podía dejar de pensar en eso. Todo podía salir bien, pero también podía ser que mañana estuviera sola para siempre sin él... era una realidad para la que no estaba preparada.

-Amaia amiga, no sabemos qué va a pasar. Tenemos que esperar... no está en nuestras manos, pero estaremos ahí apoyándole... nuestro apoyo le llegara y eso le ayudara. No te derrotes antes de que pasa nada.

- Pero... no puedo quitármelo de la cabeza...

- ¡Ey! pase lo que pase estaré ahí contigo... siempre ¿me oyes amiga?

- Lo sé.

- Vamos a tomarnos un buen café... vas a necesitarlo las próximas horas, van a ser largas.

- Si. Quedan unas horas y... me gustaría pasarlas a su lado.

- Lo sé, pero antes necesitas un momento para reponerte.

Me levanto limpiándome con fuerza las lágrimas mientras la seguía hasta la cafetería. A veces, sobre todo, en momentos como estos, agradecía tenerla como amiga... solo ella podía ayudarme en estas situaciones, ojalá la hubiera conocido antes, aunque quizás entrar en esa Academia estaba en mi destino, sin duda, ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, porque me la ha dado a ella, y sobre todo a él.

Nos sentamos en la cafetería con el aire acondicionado a tope por el calor que hacía fuera. Pero a pesar de todo cojo mi café caliente y me lo tomo en pequeños sorbos intentando relajarme... aunque eso fuera imposible...

- Amaia, has vivido mucho con él.

- Sí, ha sido poco tiempo, pero he vivido tanto en estos días, parece que han pasado años.

- La verdad es que...no os he visto mucho juntos, pero... te veo... y te miro a los ojos... y veo lo feliz que eres cuando hablas de él... la misma felicidad que veía cuando él hablaba de ti... bueno, cuando aún habla de ti. Él está preocupado por ti Amaia... esta aterrado más que por morir, por las personas que deja aquí. Está preocupado por ti y por sus padres. Él necesita saber que estaréis bien si algo falla.

- No podré estar bien... es imposible...

- Amiga... sé que va a ser muy difícil, pero el tiempo... lo cura todo.

- Nada curaría nunca su ausencia - digo levantando la voz, y suspiro bajando la cara. Sabía que Aitana solo quería ayudarme pero... una vida sin él nunca iba a ser fácil... nunca iba a ser igual...

- Amaia... no te cierres en banda, no es bueno para ti.

- No, lo sé, lo siento Aitana, yo... solo... sé que va a vivir... tiene que hacerlo.

- Bien pensemos en positivo, en ello - dice sonriéndome.

Ambas nos quedamos un rato en silencio, agarradas de la mano ella intentando transmitirme todo su apoyo y yo... intentando apoderarme de él. A lo lejos, veo como Alex se acerca con una sonrisa en la cara y unos papeles. Enseguida me pongo de pie para enfrentarla.

- Alex ¿pasa algo?

- Si... bueno... no tiene que ver con Alfred... bueno en algo si... pero es más contigo.

- ¡Ah! - digo soltando todo el aire de golpe.

Me hace sentarme y ella se sienta enfrente justo al lado de Aitana. Se queda un rato en silencio sin decir nada, y empiezo a preocuparme.

- ¿Eso que tomas es café?

- Si. ¿Quieres uno?

- No, solo... disfrútalo... durante un tiempo no podrás tomarlo.

- ¿Soy alérgica o algo? - digo a modo de broma.

- No, Amaia... estas embarazada. 

CONTINUARÁ...

Un ser crece en su interior...

XXOO

Twitter: tamyalways

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