Últimos deseos

Capítulo 51

POV AMAIA

Dos días después:

Ya han pasado dos días, ya han hecho un montón de pruebas a Alfred, demasiadas y cada vez que se iba con ellos sentía una presión en el pecho. Sabía que estaba bien, pero no podía evitar que lo malos recuerdos llegarán a mi cuando tenía que separarme de él.

Cuando regresaba a la habitación me pegaba a él como una lapa, sabía que se daba cuenta y que no decía nada para que no me sintiera peor. Estaba deseando buenas noticias, estaba esperando ya ese alta que necesitaba tanto como respirar.

-¿Entonces?-pregunta ansiosa.

-Tranquila Amaia-dice el doctor riéndose y veo como Alfred también le sigue-al final vas a terminar echándome de menos.

-No se ofenda pero no quiero verlo más, al menos no dentro de un hospital.

-No me ofendo, lo entiendo-dice con una pequeña sonrisa- sintiéndolo mucho tendrás que volver a verme, pero tardarás un poco.

-¿Eso que quiere decir?-digo tragando saliva.

-Que tendrás que venir a revisiones, pero...puedes irte a casa-dice mirando a Alfred-nos vemos en quince días para la revisión.

-¿Si?

-Si-y me lanzo a sus brazos, estaba tan feliz que me costaba creerme que esto fuera real.

-!Ey¡ que corra un poco el aire ahí-dice Alfred y no puedo evitar reírme mientras me acerco a él y lo beso una y otra vez, no podía estar más feliz.

Acompaño al doctor para dejar todo atado, para firmar el alta y enterarme perfectamente de todos sus cuidados. Cuando regreso a la habitación, lo que me encuentro me saca una sonrisa al instante. Allí está Alfred rodeado de sus sobrinos sin dejar de reír, sin duda iba a ser un gran padre.

-Hola Amaia-dice Xus con una sonrisa.

-Hola-digo dándole un abrazo.

-¿Todo listo?-pregunta Alfred sin duda ansioso por saber.

-Todo listo, cuando quieras podemos irnos-digo sonriéndole.

-Bueno, vamos todos a casa, tenemos mucho que celebrar-dice Alfred con una sonrisa plena mientras coge a sus sobrinos colocándoselos sobre él.

-Alfred cuidado con...

-No empecemos, solo un poquito-dice poniéndome esa cara de bebé a la que sabía que no podía resistirme.

-Vale, no digo nada, pero ten cuidado-digo ganándome una sonrisa por su parte-ahora nos vemos todos, Aitana y el resto de los chicos nos están esperando en una sala, para celebrar. Pero no podemos estar mucho tiempo tienes que...-pero no me deja acabar.

-Vale solo un rato, pero déjame disfrutar, hoy es un día para celebrar, un día que llevo demasiado tiempo esperando. Además, solo será un rato porque luego querré estar con mi mujercita a solas-dice haciendo reír a todos mientras yo no puedo evitar sonrojarme.

-Anda tortolitos, será mejor que nos vayamos-dice Xus consiguiendo que por fin todos nos pusiéramos en camino.

Se le ve tan lleno de felicidad, tan relajado. Lo veía ahí rodeado de su nueva familia y sabía que al final todo esto nos había ayudado a todos a darnos cuenta de que sólo había una vida y había que vivirla. Verlo junto a Alexander relajado, incluso charlando con él, hacia que me sintiera aún más orgullosa de él si eso era posible.

Lo veo acercarse y sin poder evitarlo una sonrisa se dibuja sola en mi cara. Cuando llega a mi lado me abraza y yo le abrazo a él y nos movemos al ritmo de la música, de forma pausada pero disfrutando de poder estar juntos.