Epílogo

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Para empezar, diré que es el final...

POV ALFRED

Ha llegado su primer concierto donde va a presentar sus temas por primera vez, está nerviosa, pero yo no, no porque sé que cuando se sube a un escenario se transforma y es la persona más segura del mundo. La veo ahí metida de lleno en lo que va a pasar, concentrada al máximo, solo esta ella y nadie más y yo no puedo dejar de sentirme orgulloso por todo lo que ha hecho, por todo lo que ha luchado, por todo lo que está consiguiendo y va a conseguir.

La veo tomar aire y soltarlo, sabía que ya estaba lista y entonces me acerco con nuestra pequeña en brazos y en cuanto nos ve llegar una sonrisa aparece en su cara.

-Hola-dice haciéndole una carantoña a la pequeña que enseguida se refugia en su contacto, y luego me mira me sonríe y se acerca para dejar un beso en mis labios.

- ¿Todo bien?

-Si, estoy lista-dice segura y yo sonrió.

-Va a ser genial, estaremos aquí viéndote y luego esperándote. ¿Verdad peque? A que tienes ganas de escuchar a mami-digo con voz de niño y veo como Amaia se ríe y yo sonrió antes de besarla sobre la cabeza-Estoy aquí-digo mirándola y ella asiente sonriendo antes de darle un último beso a nuestra hija y subir a ese escenario de la que sin duda era dueña y señora.

Nos colocamos en nuestros asientos, solo esperaba que la pequeña no se pusiera a llorar y tuviéramos que volver atrás del escenario. Lo mejor de los conciertos de Amaia a parte de su voz era verla, necesitaba ver su mirada, ver como transmita lo que cantaba.

Amaia encima de un escenario sabe envolverte en una niebla, hace que te sientas único, es como si estuvieras solo sin nadie alrededor solo esta ella ahí encima de ese escenario y su voz que te lleva a un mundo nuevo, a un lugar mejor, a un lugar del que no quieres salir.

Ya hemos llegado a la mitad del concierto cuando veo como se sienta en su piano, toca la parte más íntima del concierto, mi parte favorita. La veo tomar aire, concentrarse, pero entonces agarra el micrófono con su mano gira la mitad de su cuerpo y nos mira con una sonrisa.

-Hoy es un día muy importante para mí. Es mi primer concierto y aquí están la gente que más me importan. Esta canción que voy a cantar ahora, va a dedicada a la personita más importante de mi vida, una personita que cambio mi vida con su llegada. Helga, es la razón de la existencia de la siguiente canción, ella y su papa-dice mirándome con una sonrisa-ellos son todo lo que necesito, ellos son mi inspiración. Hace unos meses cuando nació nuestra pequeña, y la tuve en mis brazos, me di cuenta de que nunca iba a querer a nadie tanto como a esta persona. Alfred-dice mirándome de repente y me pongo nervioso-gracias por crear junto a mí a esta pequeña, y gracias por soñar con que esto que tenemos podía ser posible. Vosotros, sois lo más importante de mi vida, y no sé expresarme, la mejor manera de expresarme que tengo siempre es a través de la música así que...esto va a por vosotros, vosotros sois, mi estrella polar.

Cuando empieza a cantar la canción siento como las lágrimas caen por mi cara, mientras nuestra pequeña se mueve inquieta, pero no estaba enfadada, no estaba llorando, nada por el estilo, se removía entre mis brazos y sonreía, como si supiera que esta canción era para ella, como si supiera que su madre le estaba diciendo lo importante que era para ella, lo importante que era para los dos.

El concierto termina con la gente en pie aplaudiendo como locos mientras ella saluda tímida y con una sonrisa, de nuevo es esa chica vergonzosa cuando hace un rato era la estrella más luminosa. Yo solo puedo mirarle desde mi asiento con nuestra hija en brazos y sintiendo un orgullo máximo. Era la mujer de mi vida, mi compañera, era una auténtica estrella y yo tenía la suerte de tenerla a mi lado, de poder disfrutarla cada minuto, cada día.

Últimos deseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora