Capítulo 5.1: Mala suerte

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* Este capítulo tiene un vídeo con música para ambientarlo, si gustas reprodúcelo para oírlo. 



Continente de Aubel

Reino de Yjeret, Alrededores del Noreste de la ciudad de Trinity

Julio del año 1684



Una caravana avanza por el camino diseñado para los viajeros, está conformada por tres carrosas de tamaños regulares, de las cuales un par de lagartos más grandes que un caballo tiran de cada una y a los costados hay ocho caballeros en armadura montados que les hacen guardia. En la primera carroza hay tres comerciantes, juegan con dados para pasar el tiempo y beben licor hablando de sus negocios. La segunda se encuentra ocupada por una sola persona, es un excerl anciano que lee un antiguo libro mientras se alimenta con pasas y a su lado esta una caja de metal con emblemas brillantes. En la última se encontraban abrazados una joven pareja, él lleva puesta una túnica ligera oscura notoriamente nueva y ella es una elfa con un traje de sirvienta.

—Amo Minos, me siento tan contenta en este momento... Parece un sueño que al fin podamos viajar juntos ¿Pero está seguro de su decisión? —Le dice aquella muchacha, buscaba tiernamente cobijo en los brazos de su pareja y él la acurrucaba sobre su pecho. Ella tenía el cabello color dorado y liso hasta la cintura, unos hermosos ojos azules, una muy buena figura y resaltaba el hecho de que sus pronunciadas orejas, tenían las puntas cortadas y cicatrizadas.

—Ya te lo dije, Anabel. Cuando estemos solos evita llamarme amo, trabajé muy duro para tener la aprobación de mi padre y viajar para ser un aventurero... Aunque él lo toma como caprichos de un mocoso, mi madre dejó de hablarme para que reconsidere mi decisión y mi hermana mayor solo se burlaba por que regresaría llorando cuando vea lo difícil que es. —Minos levantó su mano sobre su rostro, recordaba los regaños que ignoró de sus padres.

—Lo señores De Lacroix están preocupados por su bienestar. Su padre deseaba que comenzara su formación para administrar los negocios familiares y por eso se enojo, su madre solo me dijo que le mantenga informada de hasta el más mínimo detalle y su hermana... Ella solo... No importa. Tal vez sería mejor si... —Anabel iba a darle su opinión, pero calló al sentir los dedos de Minos sobre sus labios. La elfa recordó como la hermana mayor de Minos le dio las gracias de una manera sombría que la asustó.

—A mí no me importa la herencia familiar, mi hermana mayor y su esposo pueden hacerse cargo de los negocios... Ahora solo quiero pasar mi vida contigo, eres la mujer que amo y por nada me arrepentiría de esto. —Minos dio suaves besos por el cuello de Anabel, hasta llegar a sus mejillas y hacerle pequeñas cosquillas. Este joven tenía la cabellera color ébano algo lacia llegándole hasta bajar por sus hombros, piel blanca típica de un noble, complexión atlética, ojos azules y una mirada serena.


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