* Este capítulo tiene un vídeo con música para ambientarlo, si gustas reprodúcelo para oírlo.
«Fue en menos de un segundo, por la sorpresa de ver a todos esos degenerados enanos corriendo, nosotros perdimos de vista a Horos y desapareció sin darnos cuenta», pensaba Tamir ordenando cerrar la formación.
El grupo estaba desconcertado, esos extraños hilos plateados que salían de sus pechos los unían a otros de sus compañeros más cercanos y les daba mala espina estar en esa impredecible situación. Fueron completamente rodeados de Mukis, los gritos de estas criaturas resonaban violentamente en la caverna, rápidamente se agruparon dejando a Warawisa al medio de la formación canalizando su hechizo, junto a Yukiko y Sylchel para defenderlas de los atacantes.
La primera oleada de mukis conformada por 10 comenzó a rodearlos, dos chocaron contra Axel, que por advertencia de Warawisa sabía que era peligroso tocar a estos enanos, así optó por lanzarles telarañas para inmovilizarlos y darles una certera puñalada con su espada. Algo extraño pasaba con estos mukis, una vez recibieron el golpe mortal de Axel, estos se deshicieron en un polvo similar a la ceniza y desaparecieron completamente en segundos.
Tamir se batió en combate contra otros dos, los cuales le atacaron con sus afiladas garras, ocasionando que las hojas verdes de su espada comenzaron a expandirse a su alrededor y extrañamente el muchacho sentía un mejor flujo de energía en el brazo que le fue dado por Axel. Tamir giró esa muñeca levemente creando un tornado que levantó a los mukis del suelo, repentinamente las pupilas de Tamir comenzaron a tornarse verdes y de un salto alto alcanzó a los mukis para partirlos con sus espadas. Al igual que como pasó con Axel, estas criaturas no sangraron por las heridas que recibieron y solo se volvieron polvo que se disipaba con rapidez.
«E-Este poder que siento, sé muy bien que no proviene de mi —mirando su brazo oscuro—. ¿De verdad me está afectando tanto? —cayendo sin problemas de una altura de siete metros—. Sea lo que sea, sé en qué debo usarlo», Tamir iba a cortar a otro muki pero este se escondió atravesando el suelo.
Por su parte, Aegar había comenzado con rápidas puñaladas de su alabarda, acertando todas en la enana bestia que le atacó, a la segunda que venía por detrás le tiró su [Alabarda Espiritual] y ocasionó que este ser explotara volviéndose polvo. Vaulug tenía serios problemas contra los mukis, esto porque su estilo de combate es cuerpo a cuerpo y solo podía arrojarles piedras para evitar tocarlos ¿Pero qué daño pueden hacerles las piedras a criaturas que tienen la tierra como elemento base? Los mukis parecían burlarse de su actuar, este par de monstruos palmeó el suelo y causó que se levantara una fila de picos rocosos hacia el hubeast. Vaulug se defendió con sus brazos del ataque, evitando que estos avanzaran hacia sus compañeros, al estar distraído los mukis le iban a saltar encima, pero fueron interceptados por los aguijones de Holee y Ángelo los decapitó con un certero hachazo.
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LISMATUS: SENDA DEL HERALDO
FantasíaEn "Lismatus: Senda del Heraldo," conoceremos a un joven que carga con una compleja relación familiar, marcada por mentiras dolorosas del pasado. Atrapado en una recurrente pesadilla donde una puerta misteriosa lo enfrenta con arrepentimientos y cul...