Un mundo clama por héroes que lo salven, sin embargo, entre ellos las peores personas han sido invocadas, a ese mundo donde tienen libertad para cumplir sus oscuros anhelos. Pero aun en las peores situaciones, queda la esperanza de que un ser digno...
* Este capítulo tiene un vídeo con música para ambientarlo, si gustas reprodúcelo para oírlo.
Continente de Aubel
Reino de Yjeret, Tierra de la muerte blanca, Cuna de los espectros
Año 1684, Dos meses después de la invocación.
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Los espectros son una raza temida por las demás de este mundo, principalmente por su apariencia pálida, esos ojos generalmente rojizos de miradas muertas, sus uñas algo largas características de sus manos y esos delgados físicos que les dan una apariencia escuálida. Otros individuos evitan tener contacto con ellos, pues saben que estos se dedican al asesinato, misiones de sigilo y tiene la extraña costumbre de beber sangre de otras criaturas, algo por lo que son repudiados.
Tal vez esto último les sorprenda, pero los llamados espectros de este mundo, son casi idénticos a los vampiros de las leyendas, su sociedad es muy antigua y se ocultó por temor al exterior en unos paramos desolados, donde la vida difícilmente es viable por una extraña neblina que rodea todo este sector del continente. Aquella neblina es muy espesa, se extiende con un grosor casi 2 kilómetro formando un anillo, nadie sabe desde cuando existe y no hay registros fidedignos de su origen. Pero la mortalidad es un hecho, cualquier ser vivo que entre en contacto con ella comienza a decrepitarse, como si su misma vida fuera absorbida como alimento para la niebla. Razón por la que cualquier vida sensata, evita tener contacto con ese manto blanco de muerte y dentro es donde se ubica la gran Necrópolis Nanai.
Pasando por esta densa neblina de muerte, la visión es muy contaría a lo que creerían que hay dentro, pues los verdes campos se expanden hasta donde se pierde la vista, los árboles son hermosamente frondosos, los colores vivos de las flores alegran el ambiente, los caudalosos ríos llegan hasta lagos llenos de vivaces peces, el radiante sol brilla nutriendo a todas las criaturas dentro de la niebla.
En la Necrópolis Nanai, la vida es ruidosa, animosa y enérgica. Los espectros usan mantos que cubren sus cuerpos del sol, sombreros grandes para proteger sus rostros y adornos de huesos para decorarse. Esto se debe a que los rayos del sol, pueden lastimar sus delicadas pieles y estar mucho tiempo expuestos los debilita gradualmente. Los niños juegan en los parques mientras son vigilados por sus padres, en los campos se cultivan sanos vegetales y las personas en las calles avanzan con rapidez para sus lugares de trabajo. Tal vez en todo el mundo, no encontrarías un sitio más alegre que dentro de la niebla, pues los espectros respetan y son empáticos con su entorno.
