Tu destino es amarme (Spideypool)

14. Fuera de peligro

Deadpool lo obligó a separarse del beso y se echó a correr por la calle.

—Espera —balbuceó Peter sintiéndose debilitado—mi equipo...

—Acaba de llegar Shield para ayudar y para mí es más importante tu seguridad —hablaba Wade con agitación.

—Pero... mis papás —gimoteó recordando que Steve casi es derrotado por el enemigo por proteger a Tony.

—Pete, todos están bien. Por el momento concéntrate en retraer tus feromonas, estás llamando mucho la atención.

Peter intentó abrir los ojos, pero los sentía muy pesados y no tenía la fuerza suficiente como para cumplir con el pedido de su novio. Durante un momento su mente dejó de funcionar, apenas era consciente del movimiento oscilante por ser conducido a gran velocidad por la ciudad. No sabía hacia donde se dirigían, solo podía pensar en el calor que se concentraba en su vientre y la impotencia de no poder moverse, la gran explosión lo había dejado muy aturdido, pensó que parte de los químicos de las bombas había tenido algún tipo de efecto en él.

La suavidad de una cama apenas le brindó un momento de lucidez donde pudo distinguir que su brazo pitaba con una insistente llamada. Con mucho esfuerzo abrió los ojos y pudo ver a Deadpool inclinarse hacia una caja de herramientas. El lugar tenía mucha luz y se respiraba una atmósfera de completa paz, en gran parte creada por las mismas feromonas de su novio. En ese momento se sentía a salvo, sabía que estando con Deadpool nada malo podría pasar. El sentimiento de seguridad pareció ayudar un poco a despejar la tensión en su cuerpo, levantó su tembloroso brazo y apretó un botón para contestar la llamada. El holograma de Nat se hizo presente y casi suspiró aliviado por verla.

— ¿Dónde estás? —Preguntó ella con preocupación— La misión terminó gracias a Shield. Tony está herido y Steve nos encargó que te lleváramos de regreso a la torre.

Peter se aclaró la garganta sintiéndose un poco más consciente de su entorno y el quemante celo que lo comenzaba a sofocar.

—Tuve un imprevisto, necesito un par de horas, ¿puedes cubrirme?

Nat se quedó callada por un momento observándolo como si quisiera leer su mente.

— ¿Estás bien? ¿Estás a salvo?

—Tengo el traje, ¿recuerdas? —Intentó sonreír para parecer tranquilo— No me pondría en riesgo, estoy bien.

—De acuerdo —dijo ella con una sonrisa de lado—, no tardes mucho, tus padres te necesitan.

Después de asentir colgó la llamada y se derrumbó de nuevo jadeando y gimiendo el nombre de su destinado.

—Tranquilo —susurró el alfa llevando unas herramientas y trabajando en los controles en su cuello donde estaba el lector digital para desactivarlo.

—Es imposible —se quejó retorciéndose—, solo mis papás pueden desactivarlo.

—Quédate quieto —ordenó el alfa con voz gutural que dejó sus extremidades como gelatina de inmediato, era frustrante que el tono de los alfas le afectaran tanto estando en esa época de su ciclo.

El traje hizo un chasquido y comenzó a desintegrarse de su cuerpo de la misma forma que lo hacía cuando Tony lo desactivaba.

Deadpool le arrancó la poca ropa que lo cubría por debajo del traje y emitiendo gruñidos bajos se trepó encima para besarlo y acariciarlo como lo habían deseado por meses.

—Eres tan suave como lo recuerdo —gruñó él lamiendo su cuello.

Peter se estremecía ansioso sintiendo la erección de Wade frotándose en su pierna. En ese momento ya nada le importaba, el calor le lastimaba mucho, necesitaba que el fuego fuera aplacado.