Extra, parte 2: Una noche calurosa (Bucky, Bruce y Nat)

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Advertencia. Este extra cuenta con sexo explícito entre una mujer y hombre alfas, recuerden que la mujer alfa cuenta con un órgano reproductor masculino, para más información pueden consultar alguna página con la temática omegaverse. Si el contenido no es de su agrado, les recomiendo esperar para el siguiente capítulo
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Bucky tomó por los hombros a Nat y la empujó para que entrara a la habitación, aún en su neblina de deseo se tomó el tiempo para girarse y cerrar la puerta. De verdad no quería interrumpir el trabajo de Bruce a causa de su celo, por lo que decidió encerrar los aromas en ese lugar y dejar que su omega se concentrara. Y antes de que pudiera volver a girarse para enfrentar a su pareja, ella lo abrazó por la cintura mientras lamía su cuello. Bucky jadeó acalorado apoyándose con ambas manos sobre la puerta cerrada disfrutando de las hábiles caricias de esa seductora mujer.

Las manos delgadas, aunque fuertes, se deslizaron hacia su pecho para después regresar su camino hacia su vientre rasguñando su tensa piel de manera placentera. Echó la cabeza hacia atrás emitiendo un gruñido complacido cuando esas manos siguieron su camino más hacia abajo hasta meterse en el pantalón y acariciando su miembro superficialmente.

—Me gusta cuando estás tan duro —susurró Nat bajando un poco su pantalón—, debes de estar tan adolorido.

El hacer mención de su estado febril solo logró encenderlo más, por lo que apartó las manos de su pareja para poder girarse y la atrapó en un fuerte abrazo besándola con desesperación. Caminaron con torpeza para dirigirse a la cama y apenas sintió que chocaron con ella, la empujó para recostarla; sin embargo, ambos cayeron con brusquedad en el lecho sin poder soltarse por las candentes caricias que a ratos los dejaba sin aliento.

Con un poco de dificultad, Bucky tiró de la prenda inferior de Nat, la necesitaba desnuda en sus brazos, deseaba cumplir con su promesa de hacerla gritar de placer. Aun así, ella parecía tener otros planes cuando los hizo rodar y se incorporó para sentarse sobre su regazo. Bucky estaba ansioso por tomarla, pero sus deseos fueron distraídos momentáneamente cuando su mirada siguió el camino de la mano de su pareja bajando el cierre de esa provocadora blusa. Un movimiento lento que solo lo hizo quejarse inconforme, cuando el cierre se abrió por completo y los redondos pechos de su pareja quedaron al descubierto, Bucky se sentó para besarlos y chuparlos mientras Nat se retorcía gimiendo de placer.

En el momento en que ninguno de los dos pudo resistir más, tuvieron que separarse para terminar de desvestirse y cuando sus cuerpos no tuvieron ninguna prenda encima, Bucky volvió al ataque subiendo la temperatura de ambos con gran facilidad. Nat luchaba por tener un poco de dominio sobre él, pero su celo era tan fuerte que los intentos de su chica no eran los suficientes como para lograr amedrentarlo.

Llevó una mano hacia la parte baja de su pareja, ignorando por completo el miembro viril que ya había despertado, al sentir su parte femenina humedecida, no dudó ni un momento en arremeter y entró en una sola estocada. Nat se estremeció aferrándose a sus hombros, sabía que había sido una irrupción brusca, pero estaba demasiado enloquecido al no poder tomar a su omega y las provocaciones de su chica alfa solo empeoraban su estado.

Comenzó a moverse con rapidez como si estuviera poseído, aun así, cuidaba las expresiones de Nat y al verla tan excitada como él siguió con la cabalgata sintiendo los primeros estremecimientos del orgasmo. Sin dejar de embestir con fuerza y rapidez se inclinó para lamer el cuello de su pareja. Estaba salivando por el deseo de encajar los dientes en ella, por lo que no se reprimió al aferrarse a esa firme piel mientras alcanzaba un orgasmo muy satisfactorio.

Amaba tanto a Nat que había veces en que sus instintos le dictaban marcarla, aunque entre alfas no funcionaba, la marca solo era una simple mordida que pronto se desvanecía de su piel. Aun así, resultaba muy satisfactorio morderla pues los orgasmos eran mucho más intensos y duraderos. Cuando esa bruma de placer se despejó un poco, se dejó caer sobre ella respirando con agitación.

Tu destino es amarme (Spideypool)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora