Tu destino es amarme (Spideypool)

23. La colmena

Al siguiente día, Tony se levantó de mal humor como había esperado Wade, aunque grande fue su sorpresa al darse cuenta de que no había sido por él, sino por el equipo. Dos de los mejores elementos no estaban disponibles para la importante misión. Natasha se disculpó con todos pues el científico Bruce no estaba en condiciones para salir a pelear, no dio más detalles aumentando la molestia de Tony. Por otra parte, Wanda excusó a Thor quien tuvo que salir de último momento para resolver asuntos asgardianos.

Tony frotó su sien pues necesitaban reordenar los equipos al tener esas dos importantes ausencias, algo que no resultó difícil gracias a la ayuda de Steve. A Wade le pareció agradable la conexión tan fuerte que tenían sus suegros, se completaban de una forma tan sincronizada que hasta parecían destinados.

Al final se necesitaron de tres naves para transportarlos a los distintos lugares que atacarían. Fury, a petición del capitán, había asignado a tres agentes que les ayudarían en la conducción de dichos vehículos aéreos.

Wade subió al Quinjet junto a Pete, doctor Strange y el rey T'Challa; a su vez, la persona enviada de Shield que conduciría la nave se presentó como el agente Ross. Al final los padres de su novio habían decidido que fueran ellos cuatro pues notaban que Pete no estaba del todo concentrado en la misión y necesitaría de ayuda y protección. Al parecer no era el único que había notado un comportamiento extraño en su chico desde hace unos días. Wade miraba bajo la máscara a su pequeño omega que a pesar de que también tenía su traje, se veía triste, el lazo se sentía pesado e incómodo, era muy claro que algo le molestaba.

—Tengo muy buena suerte —murmuró al sentarse al lado de su chico—, es la primera vez que compartimos una misión bajo el permiso de tus padres, será un honor pelear a tu lado.

Spider-man no contestó, solo se recargó en su pecho asintiendo.

— ¿Qué pasa, bebé? —Susurró mirando a sus compañeros, el rey permanecía atento al camino mientras Strange platicaba animadamente con el agente, se veía muy interesado en él.

—Me siento extraño —respondió su omega.

La voz sonaba afectada, por lo que desactivó la máscara para verificar su expresión. No se veía enfermo, en cambio parecía muy cansado y con una mirada un poco vacía. Su sentido alfa se alteró pues una de las cualidades más hermosas de su lindo Pete era que estaba lleno de energía y verlo de esa forma lo asustaba.

— ¿Quieres que regresemos a la torre? Puedo llevarte con algún doctor...

—No es eso —interrumpió Pete tomando sus manos—, mi año sabático está por terminar, pronto estaré ocupado con mis tareas escolares y no tendré el tiempo suficiente para verte.

Wade sonrió y levantó su propia máscara para besarlo.

—Prometo que iré por ti cuando acaben tus clases, es más —elevó la voz sonriendo con amplitud—, compraré un automóvil para que parezcamos una pareja normal.

Cuando lo vio sonreír y la felicidad regresar a sus ojos no pudo evitar atraerlo para acariciarlo. Lo amaba demasiado y no había cosa que le gustara más en este mundo que ver sonreír a su lindo omega.

*****

La base que les tocó revisar correspondía a la de Canadá, todos descendieron de la nave, menos el agente de Shield quien estaría al pendiente por si surgía alguna emergencia. De inmediato, el equipo se dirigió a la construcción escondida en la montaña. Sin llevarse mucho tiempo encontraron un acceso digital que Pantera Negra quebró con mucha facilidad con un dispositivo que parecía una memoria flash. Ingresaron en completo silencio en aquel lugar, hubo un momento donde Strange los detuvo para que Pantera Negra desactivara las cámaras.