Epílogo

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Cuatro meses después...

Las clases finalmente habían iniciado y Peter había asistido a su primer día con la frente en alto. Eran muy pocos los casos de omegas marcados siendo tan jóvenes, pero a él no le importaba lo que la gente pensara. Él tendría un gran futuro con su esposo, inclusive usaba su argolla de matrimonio sin ningún pudor. Muchos lo miraron sorprendidos, algunos estúpidos e inexpertos alfas intentaron amedrentarlo por ser diferente a los otros omegas que sí estaban disponibles para ser marcados. Sin embargo, solo era cuestión de liberar un poco de su aroma para que el intenso olor de Wade que había quedado almacenado en su sistema, alejara a esos tipos. En ese momento era intocable y se sentía más poderoso que nunca.

Al final de clases, su esposo, lo estaba esperando escondido en el parque más cercano como si de un secuestrador se tratara.

—Quiero que seamos un matrimonio normal —se quejó al llegar con él—, me gustaría que tuvieras un trabajo en alguna oficina y fueras por mí a la universidad en un carro elegante.

— ¿De verdad quieres un matrimonio aburrido? ¿Qué hay de la aventura? —Sugirió Wade con esa expresión pervertida tan típica de él.

—Haciendo esas expresiones te ves más sospechoso —entornó los ojos—, si un policía te ve en la calle con esta actitud te llevarán a la cárcel.

Wade se mostró asustado, aunque resultaba obvio que el sentimiento no era auténtico.

— ¿Cómo podrían separarme de mi esposo? —Inquirió luciendo ofendido— Más cuando una pequeña vida crece en tu vientre —el alfa acarició afectuoso su estómago plano— ¿qué pasaría si mi bebé nota mi ausencia? No creo que sus abuelos quieran cuidarlos.

—No lo harían —asintió Peter muy convencido—. Inclusive me atrevo a decir que si haces la misma broma por tercera vez no te escaparás del castigo de Iron Man, recuerda, la torre Stark mide más de mil pies de altura.

—¡Oh vamos, señor seriedad! —Se quejó Wade haciendo una pataleta— La primera vez que les mentí a tus padres diciendo que estabas embarazado casi se atragantaron con su comida, fue muy divertido.

—Y la segunda vez, mi papá te hizo un agujero en el estómago y no me voy a arriesgar que el siguiente castigo sea peor.

Wade emitió una risa traviesa abrazándolo por la cintura para levantarlo y comenzar a caminar entre los árboles, dirigiéndose a un lugar alejado de la gente. Sin decir más, besó el cuello de su esposo dejando salir su seductor aroma, sin la marca nunca habría hecho algo tan imprudente en un lugar como ese, sin embargo, llevaba a Wade impregnado en cada rincón de su cuerpo y no había qué temer por su seguridad.

—Entonces —habló Wade apoyándolo en uno de los grandes árboles— ¿Qué hará esta noche, señor Wilson? Me apetecería raptarlo y tener una aventura con usted.

Peter levantó la mirada sonriendo con picardía, ese tipo de juegos se habían convertido en una constante en su relación desde que se habían mudado a la casa de su marido.

—No lo sé —canturreó llevando sus dedos al cuello de Wade para acariciarlo y siguió seduciéndolo con su olor—, no creo poder salir con usted, verá, soy un hombre casado.

Su alfa suspiró decepcionado levantando su camiseta con los pulgares para acariciar su receptiva piel.

—Vamos, dame una oportunidad, te aseguro que la pasarás muy bien —Wade se relamió los labios y él no pudo contener una corta risa.

—Lo dudo —volvió a oponerse—, mi esposo es un hombre con muchas habilidades, no creo que usted pueda igualarlo.

—Entonces tendré que raptarte por las malas —gruñó Wade inclinándose para hablarle al oído—, te llevaré a mi casa y te haré el amor día y noche hasta que olvides a tu esposo.

Tu destino es amarme (Spideypool)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora