Tu destino es amarme (Spideypool)

Extra: El dominio del alfa, la sumisión del omega: Steve y Tony

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Hola, aquí les dejo el extra Stony que había prometido 🙌
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El regreso a la torre de los vengadores fue más estresante de lo que cualquiera hubiera esperado. Todos habían acompañado a los líderes del equipo sin saber exactamente qué había sucedido en la torre, ni a dónde se dirigían, aunque al ver las coordenadas arrojadas por Viernes, dedujeron que algo había hecho Deadpool como para que Tony se viera tan molesto y Steve estuviera a la defensiva. Después de la agresiva irrupción y de asegurarse de que Peter estaba en buenas manos, regresaron a la torre en el mismo silencio, Tony se veía tan triste por dejar a su primogénito bajo los cuidados de un alfa al cual no apreciaba, Steve por su parte estaba furioso mirando de tanto en tanto a Bruce que permanecía con la mirada gacha. Nadie quería hacer ningún comentario al respecto, casi se podía sentir la expectativa de todos para que una impresionante discusión explotara entre Steve y Tony en cualquier momento.

Sin embargo, se mantuvieron callados con la mirada fija en el camino y al aterrizar sobre la torre, los líderes fueron los primeros en salir para encerrarse en su gran habitación. Todos se sentían muy confundidos e incómodos por la situación, no sabían si intervenir para ayudar a sus amigos porque sospechaban que una gran crisis familiar se avecinaba y, la cual, terminaría afectando su misión para derrocar a Hydra. Inclusive Bruce sugirió ayudar a reparar la parte del pent-house que había destruido Wade, pero cualquiera de sus planes se vio frenado cuando el humor de Steve comenzó a salir de la habitación a pesar de estar cerrada.

Bruce comenzó a temblar y un extraño ataque de pánico lo dejó sin aliento. Steve estaba furioso como nunca y hasta los alfas comenzaron a sentirse intimidados por esa aura territorial que se escapaba de aquel lugar, era tan extraño porque no se escuchaba una discusión, solo se percibía el intenso aroma. Bucky levantó a Bruce del piso rápidamente y lo llevó fuera del apartamento para que no siguiera sufriendo. Nat instó a los demás compañeros para que también despejaran el área, pero antes de salir dudó en hacerlo, no le agradaba dejar a Tony expuesto ante la ira de Steve, pero no podía hacer nada cuando el omega había atacado a Wade a pesar de la orden de no interceder. Por mucho que Tony fuera multimillonario, dueño de la gran torre, y la base de su familia; seguía siendo un omega mordido por un alfa al cual había desobedecido y debía afrontar las consecuencias.

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Al llegar a la torre, Tony sabía exactamente qué era lo que esperaba Steve de él. En los últimos días habían sucedido muchas cosas que los mantuvieron a ambos bajo mucha presión y estrés; y al parecer, ese ataque había sido la gota que derramó el vaso. Su instinto omega se retorcía arrepentido por haber desobedecido las órdenes del alfa y su lado consciente que siempre había sido rebelde, comenzaba a conectarse con su naturaleza al analizar lo sucedido con cuidado y darse cuenta de que haber atacado de esa forma a Wade había sido un grave error.

Al llegar a la habitación, se sentó en la orilla de la cama con la mirada clavada en el piso sin ser capaz de enfrentar el semblante de su alfa. Steve, quien había azotado la puerta tras él, se mantenía recargado sobre ella respirando con pesadez y regando sus feromonas en la habitación de una forma aterradora. Su alfa estaba tan enfurecido que su aroma, normalmente excitante, en ese momento dolía como miles de agujas clavándose en sus pulmones. Sabía que podría huir de aquel lugar con facilidad siendo ayudado por su armadura y en un caso muy grave, su equipo lo sacaría de allí, aun así, se mantuvo quieto esperando a que hablara porque ya no quería seguir huyendo, ya no podía seguir ignorando la crisis que tenían en manos porque eso iba mucho más allá de una simple orden desobedecida en un acto rebelde.

Vio de reojo un movimiento de Steve que provocó que cerrara los ojos, estaba a la espera de la discusión de su vida y odiaba sentirse tan vulnerable ante ello. Los pasos secos del alfa le aceleraron aún más el corazón y al escucharlo detenerse frente a él, contuvo la respiración, ya no aguantaba el ambiente tenso y saturado del aroma territorial de Steve.