Capítulo 10

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Alzó el pincel pero detuvo el avance de su mano sin llegar a pintar el lienzo.

Llevaba más de dos cuadros en lo que iba de mañana y estaba bastante saturado, hasta notaba cómo se le subían a la cabeza todos aquellos olores a diferentes pinturas que intoxicaban a todos los que estaban en el club de arte.

-         ¡Venga! ¡Venga, chicos! ¡Acabad! Hoy es martes y el festival es el jueves, vamos muy mal de tiempo.

Y desde luego, los gritos de Jon no ayudaban a hacer acudir la inspiración artística; por más que estuviera escuchando música no había pieza musical que atenuara el vocerío del director del club.

Saori intentó subir el volumen, a riesgo de quedarse sordo, con tal de no escuchar al estresado chico.

No del todo seguro de lo que hacía, esbozó una ligera pincelada al invernal paisaje que estaba pintando. Jon le había ordenado que dejara de pintar cosas primaverales e innovara un poco.

Des del viernes que no había podido dormir con tranquilidad sin que el torrente de sentimientos por lo sucedido con Caín acudiera su mente, trastornándolo. Se sonrojó de nuevo al recordarlo e intensificó las pinceladas para hacer desaparecer el recuerdo.

No había vuelto a tener noticias de Caín desde entonces, pero había sacado varias conclusiones de lo sucedido el viernes; ambos iban borrachos y el mafioso se había dejado llevar por la libido, queriéndose burlar de él de paso.

“Sí, seguro que es eso, maldito engreído…”

No se había besado con muchas chicas en su vida, pero los pocos besos que había dado no podían ni compararse con cómo lo había besado Caín. Era incapaz de describir o darle forma a todo lo que había sentido.

¿Qué había pensado Caín de él en ese momento?

Su reproductor musical cambio de canción, haciendo sonar una pieza de Schubert que su padre le tocaba a piano cuando él era pequeño.

Volvió a tranquilizar el modo de pintar el cuadro.

Su madre había vuelto a llamarlo varias veces, pero Saori no le había cogido el teléfono; Lo último que quería era hablar con ella. No había hablado tampoco con Charlie o Paul, pero sí que llamó a Lyanna para disculparse por marcharse así el viernes; aunque había sido incapaz de explicarle que se había besado con Caín acabó concluyendo que debía contárselo a ella para pedirle consejo.

Suspiró, sintiendo un vacío en el estómago y nervios inexplicables a medida que avanzaba la pieza musical a piano.

-         ¡Saori, Dios!

Llegó a escuchar que Jon se ponía a su lado y le hablaba, con una sonrisa en el rostro y señalando su pintura. Se retiró los auriculares para escucharle.

-         ¿Me escuchas? – Saori asintió, preparándose para una bronca segura. – Tu cuadro es increíble, muy buen trabajo. Te has desvinculado totalmente de tu estilo normal, es especial esta pintura, sí. ¡Felicidades!

Y se marchó a hablar con otros alumnos del club de arte.

Saori, felizmente sorprendido, se fijó al fin en el cuadro que él mismo acababa de pintar dejándose llevar por los impulsos. Era diferente, en definitiva. No había sido consciente de lo que hacía mientras lo pintaba, pero no podía negar que transmitía algo que normalmente no lograba transmitir cuando seguía el estilo de su padre.

Castillo de naipes. (Yaoi - Homosexual)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora