Saori se sintió tremendamente ridículo cuando entró de vuelta al casino acompañando a Charlie, ambos con el uniforme del instituto.
Tenía esa sensación de estar totalmente fuera de lugar y no saber qué estaba haciendo ahí que llevaba sintiendo todos estos días. Y es que su vida parecía ahora una totalmente distinta a la que había sido.
En el hall no había ni rastro del señor Strumper, pero sí que había acumulados unos veinte hombres con traje y gafas de sol; seguramente eran guardaespaldas de gente importante de la mafia de los von Löwe.
Por la cantidad de hombres Saori pensó que hoy habría gente importante en el casino, ya que los otros el número de hombres era otro mucho más reducido.
Los hombres les ignoraron cuando pasaron al interior del casino. Una vez en la sala central – vacía, como ayer a la misma hora – divisaron al señor Strumper organizando los productos de limpieza junto a un hombre trajeado que parecía hablar con él cordialmente.
Una vez Charlie y él llegaron hasta el señor Strumper éste les sonrió dejando de lado los utensilios de limpieza, el hombre trajeado ya no estaba.
- Hola, hijo… eh, hola, Saori – El señor Strumper parecía algo más tranquilo, seguramente por la ausencia de Doxa. Saori respondió a su saludo alzando la cabeza con simpatía. – Me acaban de informar de que hoy hay una reunión importante de los Von Löwe y me han pedido que no hagamos mucho jaleo.
- ¡De acuerdo, padre! Nosotros limpiaremos por ahí al fondo.
Charlie agarró los instrumentos de limpieza y se alejó de su padre. Saori le siguió extrañado. “¿Habrán discutido?”
En el rato que llevaban limpiando Charlie y él apenas habían mediado palabra; su amigo se había dedicado a limpiar sumido en sus pensamientos mientras hacía muecas con el rostro.
Charlie siempre había sido una persona muy expresiva; pese a que era algo más alto que Saori tenía un aspecto infantil y las facciones algo afeminadas – si no fuera por sus ojeras y el corte de cabello podría confundírselo con una chica -; él siempre había pensado que había algo de femenino en su amigo Charlie.
Despertó de sus pensamientos al escuchar una voz muy conocida desde la puerta de entrada del casino.
Tragó saliva mientras veía cómo entraban en la sala Fobos y Caín. El del parche parecía explicarle algo bastante animado al jefe de la mafia, que asentía con gesto serio pero relajado.
Parecían íntimos. Se preguntó qué clase de relación tendrían, la amistad sonaba extraña para gente de la mafia, pero al fin y al cabo eran personas también, ¿no?
Saori apretó contra su pecho la escoba al ver a Caín cruzar toda la sala central del casino hasta detenerse en la zona V.I.P, que esta vez estaba rodeada de hombres trajeados con cara de malas pulgas.
Caín llevaba un traje color azul marino - el mismo azul del pañuelo que le arrojó y que ahora tenía en su bolsillo – con bordados casi negros y que le daban un aspecto elegante y soberbio. Seguro que era esa clase de odiosa persona a la que todo le sentaba bien.
ESTÁS LEYENDO
Castillo de naipes. (Yaoi - Homosexual)
RomansaSaori es un estudiante de secundaria común, con una vida tranquila y unos traumas del pasado que prefiere no recordar, o al menos así era hasta que por ayudar al padre de uno de sus amigos conoce a un inteligente y manipulador jefe del crimen organi...