Un hombre pelirrojo de ojos verdes caminaba despacio hacía una sala.
Un lugar amplio y hogareño con una chimenea crepitando.
Al entrar todos lo miraban con curiosidad.- ¡Vayamos directo al grano! - dijo el pelirrojo con voz fuerte y firme.
- Adelante,toma asiento - dijo un hombre de traje negro.
El pelirrojo usaba una armadura qué lo hacía verse rudo.
- Estoy bien aquí Seiek. ¿De verdad quieres terminar con ésta estúpida guerra?
- Son muchos años, he perdido a dos de mis hijos - dijo Seiek - lo que más deseo es proteger a mi familia.
- Muy bien. Firmemos,pero tengo una condición.
-¿Qué condición Lintu?- preguntó Seiek.
- Una cláusula qué no será pública, una que nos protegerá. Y beneficiará.
- Sí gustas,podemos discutirla en privado mientras redactan el tratado.
El pelirrojo caminó con el hombre de traje a una habitación más acogedora.
Una biblioteca.
El hombre de traje, Seiek le señaló dos sillones en una esquina. Un pequeño jugaba frente a los sillones y una chimenea.- ¿Tu hijo?- preguntó el Lintu pelirrojo.
- Sí. El menor de mis últimos hijos.
- Seré directo, me interesa proteger a mi descendencia.
-¿Cuál es tu idea Lintu?
- Mi familia se caracteriza por tener un carácter difícil, no dudo que alguno en el futuro se resista a casarse - explicó con calma- Podríamos crear una alianza secreta.
-¿Matrimonio entre ambas familias?
- Sí mi familia necesita ayuda de la tuya la mejor forma de pactar sería con matrimonio.
- Me agrada. Qué esa cláusula sea para ambas familias.
- Si los Lintu requieren ayuda de los Seiek y viceversa ambas partes deben contraer matrimonio.
- Supongo que ésta cláusula debe ser voluntaria.
- Sí. Sí un Seiek le pide ayuda a un Lintu y el Lintu no acepta el matrimonio se olvidará la cláusula.
- Qué así sea - dijo Seiek estrechando su mano.
Y así pasaron 400 años.
La cláusula ' secreta ' no pudo ponerse en práctica. No hasta ahora.
Año 2230.No podía dejar de ver por la ventana del departamento.
Sabía qué se me haría tarde, pero aún así amaba estar en esa ventana.
Era de noche, y las luces eran hermosas en Ciudad Atika.- Eli se te hace tarde - me advirtió mi padre.
- Lo siento - dije mientras tomaba mis cosas.
- Ten, llévate algo de comida - dijo mi padre.
- Gracias.
Me puse mi gorro morado y me salí a las prisas.
Caminé en las frías calles hacia mi destino.
Me llamo Elisa Seiek, tengo 21 años y trabajo en la noche.Mí padre, Jack Seiek se encuentra desempleado desde hace un mes y yo debo ayudarle.
Entré a ésta empresa porqué sí permanezco por tres meses subiré de puesto, tendré un mejor sueldo y la posibilidad de estudiar en el día.
Suspiré.
Mamá, te extraño mucho.
Me detuve ante un aparador dónde vendían un hermoso vestido negro.Sería maravilloso poder tener mucho dinero y gastar sin preocupaciones.
Me pellizque para dejar de soñar, era tarde.
Mi empresa, una empresa dedicada a vender artículos electrónicos contaba con un área de atención a clientes,una área con mucha rotación de personal.
Un poco más, sólo un poco más,tenía que aguantar.
Si soportaba una semana más me transferirían a una mejor área, aburrida y menos "violenta".- Llegas tarde Elisa - dijo la voz de una mujer regordeta .
- Lo siento supervisora.
- Vuelve a llegar tarde y me encargaré de qué te descuenten un día.
- No lo haré señorita - dije entre dientes.
- No me gusta el tono con el qué te diriges. Te levantaré una sanción.
No dije nada y fui a mi escritorio.
Resignada accedí a la computadora.Esa... Era odiosa, una de las cosas que me hacía replantearme muchas cosas. Me detenía por mi padre.
Pero el infierno apenas comenzaba.
La primer llamada que atendí fue la que me molestó más.
Una señora insistía en que su SVR ( Sistema Vigía Remoto) no funcionaba.- Muy bien, empecemos por el inicio - dije con paciencia.
- ¿Es qué no me vas a dar solución mocosa?
- Señora... Para darle una solución primero debo saber el problema.
-¡Es el colmo! Me han transferido tantas veces qué ya perdí la cuenta.
- No me imagino porqué - dije con sarcasmo.
-¿Cuál es tu nombre?
- Ely - dije al azar.
- Me parece que debo reportar tu insolencia.
- ¿De casualidad usó el SVR en una mascota?
- Ah... Este... Lo probé en mi perro.
- Los daños del SVR no cubren uso en mascotas - dije seria.
- Creo que llamaré más tarde - dijo antes de colgar.
- Qué tenga una excelente noche - dije mientras la mujer cortaba comunicación.
Suspiré. Ese tipo de llamadas me mataban lentamente.
El resto del turno sólo fue para activación de datos, confirmación de sesión en menores y dar códigos de acceso al comprar productos.
Maldita empresa, te succionaba la positividad lentamente.Amanecía cuándo salí.
Saqué mi celular, una reliquia, puesto que sólo los pobres continuaban usando eso.
Me conecté mis audífonos y la música me envolvió.
Subí a un puente y me quedé mirando hacia el cielo.
Era un hermoso amanecer.
Me perdí en la música y no prestaba atención a nada.-¡Cuidado!- gritó alguien,pero no le escuché.
Algo me tiró al piso mientras estallaba un proyectil a mi lado.
Mis audífonos cayeron y el estruendo de la Ciudad me envolvió.- Casí no la cuentas - dijo un chico a mi lado.
-¿Pero qué? - dije al ver sus ojos verdes - ¡Quita tus manos de mí!
Le empujé y él notó que sus manos tocaban mis pechos con lo que retrocedió como si le quemará la piel mi cuerpo.
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Cláusula secreta (Editada)
FanfictionLos Lintu terminaron su guerra con los Seiek mediante un tratado. Los siglos han pasado y el heredero de los Lintu necesita continuar su linaje. Elisa Seiek recibe una propuesta al descubrir que desean asesinarla. Lo que no sabe es que su padre hace...