Cláusula secreta (Editada)

15.Legado Seiek.

Se me acercó y cerré los ojos.
Me besó, con pasión y desesperación, me hizó gemir.

- Sí fuera por mí... - susurró a mi oído - serías mía aquí. No es correcto.

Me dejó sin aliento unos segundos sólo con ése beso.
¡Eres la tentación en persona Lauri!

- Gracias - dijo aceptando lo qué pensé.

Fuimos al auto algo agitados.

- Y si fuera por mí te violaría en  el auto - dije medio en broma.
Noté qué se puso tenso y algo colorado.
No dijo nada durante el viaje,hasta que estábamos llegando a una hermosa casa.
La entrada de la casa estaba adornaba con un escudo. Un dragón veneraba una media luna con dos espadas a su lado.

- Está casa le ha pertenecido a más de 15 generaciones de Seiek...

- Pero...

- Te la regreso, cómo regalo de compromiso.

Me quedé callada,ahí se crió mí padre.

- Mi abuelo la compró cuándo la perdieron, está completa. Yo viví un tiempo aquí.

- Es... Impresionante.

- Y también tiene una biblioteca,la cual nunca pudimos abrir...

No le entendí a qué se refería.

- Iré a comprar cosas para la comida ... Te dejaré para qué la conozcas.

-¿Cómo...?

- Tengo personal de confianza,pero están de vacaciones en éste momento.

Me bajé del auto y él me siguió, abrió con sus llaves y me pegó a la pared en cuánto entramos.

- Puedo olvidar mi autocontrol - dijo seductor.

- ¿Qué te parece si seguimos jugando después de la comida?

Se rió de mí.
¿Qué era tan divertido?

- Muy bien. Puedo soportar mis deseos de provocarte - dijo bromeando - te prepararé la comida.

Me besó en la frente y cerró la puerta. La casa era enorme.
No muy lejos vi un cuadro de mi padre a los 15 años.
Caminé observando cada detalle del lugar.
Encontré una puerta cerrada unos segundos después.

-¿Es la biblioteca?

Toqué la cerradura por curiosidad y la puerta se abrió con un chasquido limpio...

-¿Qué rayos?¿No estaba cerrada?

Entré y la biblioteca se iluminó con rapidez.
En el escritorio vi un enorme libro. Genealogía Seiek.
Lo abrí en las páginas apartadas y encontre mi nombre. Dos líneas salían de ahí... A ningún lugar.

-¿Quién soy?

- Ésa es una buena pregunta - dijo una voz detrás de mí.

-¿Quién eres? Lauri dijo que la casa...

-¿En verdad conoces a ése Lintu?

Una extraña mujer con una túnica verde. Me recordó a mi madre por alguna razón.

- Me comprometí a ése Lintu.

-¿En serio?

Asentí. Un Lintu muy sexi.

-¡Nunca creí qué llegaría éste momento!

-¿Qué?

- Soy Tahik Seiek, tu guía. Abriste la biblioteca...

- Si,soy una Seiek. Elisa Seiek.

- Tienes dudas con ése chico.

- Ese chico es la tentación en persona.

- Normalmente eso pasa cuando encuentras a tu pareja. ¿Sabías que todos los Seiek la encuentran antes de los 18?

-¿En serio? Tengo 21...

- Ah... Ahora entiendo porqué estás tan atraída a él.

-¿Cómo se que es el correcto?

- Existe un ritual para saberlo. Pero.... ¿Estás dispuesta a pagar el precio?

-¿El precio?

- Sí lo haces existen consecuencias.

- Explícame con calma.

- Dices unas palabras, si ves la marca en él es que te pertenece...

-¿Eso pasará?

- Pero... Sí lo haces no podrás contenerte. Literalmente te lo comerás...

- Es... Algo arriesgado - dije con miedo.

- Este libro te ayudará con tus dudas ...

-¿Cuáles son las palabras?

- Debes pedir que él te muestre si es digno de ser tuyo... Con el corazón.

- Pero... Él puede leer mi mente.

- No recuerdo que un Lintu lo hiciera...

- Tengo miedo a decepcionarlo.

-¿Te gusta? ¿Lo amas?

- ¡Sí, sí!

- Demuestraselo.

-¿Qué clase de guía eres?

- Alguien que nunca pudo ser feliz con un Lintu.

-¿En serio?

Hice lo que me indicó. Empecé a recorrer la biblioteca notando que toda era sobre misticismo y cosas extrañas.

-¡Sabía que podrías abrirla!- dijo Lintu.

- Es muy... Emocionante.

Mi guía no estaba,para fortuna mía.

- Ahora me toca complacerte - dijo sonriendo.

Sentí nostalgia al tomar su mano.
En su brazo ví una marca. Una media luna. ¿Ésa era la marca?
¡Había olvidado preguntar cuál era!
Me quedé como idiota mientras lo veía cocinar. Se veía tan sexi con mandil...
¿No estaría mejor desnudo con el mandil?
El volteó a verme algo desconcertado.

- Sí sigues pensando ésas cosas... Mi cara arderá de tanto calor.

- Lo siento... Es inevitable.

Y estaría peor. No había marcha atrás.
Me lo habían advertido.