Cláusula secreta (Editada)

49.Oscuridad y luz

- No te gustaría saber cuánto- me dijo evitando mí mirada.

- Quiero hablar con él.

- Bien. Vendrá pronto. Nadie sabe de mí,más que tú.

Miré a este Lauri con cuidado.
Todo en él me era familiar y a la vez lo desconocía.
No me gustaba cómo se expresaba.

- Supongo qué es porqué soy más directo- dijo mientras se acercaba a mí.

-¿Serías capaz de lastimarme?

- No.

- Déjame sola - le pedí.

- Es mi deber cuidarte.

¿Así qué no me dejaría?

- Se lo qué estás pensando - murmuró coqueto.

-¿Qué me gustas mucho?- me burlé.

- Quieres algo de mí.

- En realidad... Tengo curiosidad.

Me pegó a su pecho y sonrió con descaro.
Estaba por besarme cuándo nos interrumpió Lauri.

- Déjala tranquila - dijo Lauri.

- Estoy bien - dije algo acalorada.

- Te llevaremos a casa - dijo el Lauri siniestro aún pegado a mí.

- Ve aparte - dijo Lauri - me iré con ella y el bebé.

- Es muy pronto.

- No creo.

- Muévete - ordenó mi Lauri.

¿Estaba celoso de él mismo?

Éso fue extraño.
Lauri de ojos verdes me cargó con delicadeza y ví a mi hermano con mi bebé en brazos.

- Haremos un atajo - dijo Lauri.

No le entendí bien.

Mi hermano miró feo al otro Lauri,con lo qué supuse qué esté sabía su secreto.
¿Qué más sabía de mí Lauri?
Ambos Lauri se tomaron de las manos y abrieron un portal.
Estaba sorprendida, ellos eran extraños.
Seguía sin entender a Lauri.

- Creo qué les debemos algunas explicaciones - dijo el Lauri oscuro, quién no dejaba de verme.

- Ella no necesita saberlo todavía - dijo mi Lauri.

-¿Qué cosa? - dije aún impresionada.

- Qué alguien vendrá a matarte en una semana - dijo el Lauri oscuro.

- Éso me tiene sin cuidado - dije cansada - hablemos mañana.

- Te llevaré a dormir - dijo Lauri

Me preguntaba cómo sería mi bebé en el futuro.
Lauri me llevó a nuestra habitación, aún conmigo en brazos.
Parecía celoso de ése Lauri,lo cual me preocupó.

- No te dejare sola con él - dijo mientras me dejaba en la cama.

-¿Por qué? ¿Es qué no eres tú?

- Él... Es muy... No importa,es mi lado oscuro y no se detendrá ante nada.

-¿Te preocupa qué pueda lastimarme?

- Qué te obligué a algo que no quieras. Acabas de tener un bebé - dijo de manera comprensible.

Entonces entendí su punto.
Le preocupaba qué esa versión de él quisiera obligarme a tener sexo.

- Estaré bien. Puedo defenderme.

- No es agradable lo qué piensa de ti,menos si estás tan cerca...

- Oh.

Me besó la frente y se disculpó,diciendo qué tenía unas cosas qué hacer.

Era Lauri, a fin de cuentas yo confiaba en él.
Unos minutos después entró su versión oscura.
Sus ojos negros parecían melancólicos.
Cargaba a mi bebé.

- Descuida,es parte de mí. Nunca lo lastimaría - dijo el Lauri de ojos negros.

-¿Serías capaz de lastimarme?- le pregunté.

Negó con la cabeza.

- Eres mi esposa... Puedo controlarme hasta cierto punto.

Me entregó al bebé.

- Cuídalo, debo irme.

- Espera - le pedí.

-¿Deseas algo de mi?- preguntó de manera seductora.

Sonreí.

- Quiero saber cuánto hay de mi Lauri.

- No preguntes cosas qué son obvias - dijo enojado.

- Para mí no lo son.

Se acercó a mí y suspiró.

- Elisa... Te amo tanto cómo el verdadero.

Y me dejó sin palabras.
Lo cuál significaba qué era cierto.
Me dejó sorprendida.
Eran la misma persona, casí en apariencia.
Me senté mirando a mi bebé.
¿Quién sería capaz de lastimarnos a los dos?
Y luego me quedé dormida con mi bebé a mi lado.
Una alarma despertó a mi bebé.
No estaba en condiciones para proteger a mi bebé.

- Tenemos qué ocultarte - dijo el Lauri de ojos negros.

-¿Qué pasa?

- Alguien entró al jardín... No hay tiempo.

- No - dijo mi Lauri - debe quedarse adentro, es hoy.

-¿Qué?

- No sabes sí uno de los dos lo matará - dijo el Lauri de ojos negros.

- Pasará. Ella vió el futuro.

-¿Qué hay del bebé? Sabes qué viene por él.

-¿Vas a decirme qué está pasando?- le pregunté.

- No es necesario qué sepas que te buscan por ser parte de algo muy antiguo- dijo el Lauri de ojos negros.

- Éso no es algo nuevo - dije mirando a los dos.

- Debemos evitar que entre - dijeron ambos Lauri.

Y me dejaron sola en la habitación.
¿Qué demonios estaba pasando?
Tenía qué pensar en un plan.