Cláusula secreta (Editada)

5.¿Aceptas ser mi esposo?

¿De que teníamos que hablar?
Tomó mi mano mientras todos murmuraban al pasar hacía la salida.
Era bochornoso caminar agarrada de su mano.
Me sentí cómo su novia, algo qué ni en sueños me imaginaría, a menos no sin conocerlo.
Al salir me soltó y caminó hacia un hombre fornido.
Dió unas indicaciones y estábamos por subir a un auto cuándo su madre lo alcanzó.

-¿Qué está pasando?- preguntó su madre.

- Alguien quiere asesinar a mi nuevo socio de negocios - dijo Lauri- el padre de Elisa.

- Es un buen hombre - dijo la mujer - me salvó cuándo el loco disparo...

Lintu la miró extrañado.

- Mañana hablaremos madre - dijo sin entrar en detalles - ahora debo llevarla a descansar.

- Protegela - dijo su madre mientras me abrazaba.

Me sorprendió la actitud de la mujer hacia mi, acababa de conocerme.
Subí al auto mientras el conducía.

- Te llevaré a un hotel.

- No. Llévame a casa - dije triste.

- Sí vas a casa me quedó contigo, alguien debe protegerte.

- No he aceptado tu ayuda.

- Tómalo cómo un bonus, mi abuelo protegía a tu familia.

-¿Cómo sabes tanto?

- Decidí aprender todo lo que podía de mi padre y mi abuelo.

- Yo sin embargo no tengo idea de qué o quién son los Seiek.

- Lo que importa es nuestro presente, lo que vivimos en el momento.

No dije nada.
Llegamos a mi casa y de pronto caí en la cuenta de qué no le dije dónde vivía.
Se estacionó.

- Vamos, entraré contigo.

-¿De verdad vas a quedarte conmigo?

- Sí es necesario me quedaré a tu lado - dijo con preocupación.

-¿De qué quieres hablar?

- Es sobre la ayuda que les ofrezco, ambos debemos beneficiarnos.

-¿Qué tiene eso que ver con mi familia?

- Hace siglos, nuestras familias hicieron un tratado para acabar con una guerra, el cual tenía una cláusula secreta.

- Éso me parece extraño... ¿Que tan secreta?

- Solo unos pocos la conocen.

Salimos del auto y caminé hacia la entrada, él me detuvo.

- Dame tus llaves,yo abriré.

- Me parece qué exageras.

- Debo proteger a mi posible futura esposa.

Entramos sin nada amenazando por destruir mi vida.

- Ordené que revisaran el edificio- dijo Lintu mientras iba al baño.

Me detuvo en cuánto me alejé unos pasos.

- Debes estar conmigo - dijo serio.

- Necesito ir al baño.

-¿Ahora?

- Sí. ¡De verdad necesito privacidad!

Me encerré en el baño, me moje la cara y lo escuché tocar a los dos minutos.

-¿Ahora qué?- dije enojada.

- No hacías ruido- dijo mientras abría la puerta.

-¿Y si estaba desnuda?