Cláusula secreta (Editada)

41.¿Qué sientes?

Toda la mañana no dejaba de pensar en lo qué hicimos hace unas horas.
Sus caricias,sus besos. Tener sexo con el era muy adictivo, sumándole al hecho de qué mis hormonas estaban disparadas.

- Estás distraída - dijo Lauri.

-¿Y cómo no estarlo? Quería tener sexo contigo.

- Me parece que eso es algo que hemos querido desde que dormí cerca de tí.

- Necesito un baño - dije frustrada.

- Tomemos un descanso - dijo sonriendo.

Una vez en mi habitación me recosté en la cama. Trataba de olvidar que me sentía muy... Excitada.
Sabía que era normal,pero mi cuerpo parecía arder de necesidad por él. ¡Niña boba,adicta a su esposo!
Traté de olvidarme de eso. Fuí a darme un baño.
Entonces otro pensamiento me cruzó en la mente.
Mientras el agua me caía de manera relajante recordé las palabras de esa mujer.
¿Perdición?¿De verdad?

- Sabía que estarías aquí- dijo Lauri abriendo la cortina.

- Necesito un respiro - dije cansada - las hormonas me enloqueceran.

- Te traje algo de comer - dijo mientras tomaba una toalla.

- Me encanta tu autocontrol - le dije sonriendo.

- Me cuesta trabajo aunque no lo creas.

-¿En serio?- le pregunté muy sorprendida.

Cerré la llave y tomé la toalla.

- Pues yo la paso mal - confesé.

- Lo sé. Puedo sentirlo.¿Quieres ayuda con eso?

Sonreí. ¿Qué clase de ayuda?

Me acaricio la mejilla.

- Tengo muchas formas de ayudarte.

Me lance a besarlo,por supuesto qué no se resistió. Estaba ansioso.
Siempre me pareció atractivo,y sobre todo guapo.
Besos,caricias, roces... Me encendí como fósforo en cuatro segundos.
Era contrario a cómo decían,que la llama entre ambos se apagaría con el paso del tiempo,no,todo lo contrario con nosotros. Mientras más tiempo pasaba,más me aferraba a él.
Fue diferente en ésta ocasión, me acarició toda mi espalda,después comenzó lento,adentrándose con paciencia, cómo si le costará mucho hacerlo así.
Sabía que me amaba, aún cuándo no me lo dijera de manera sincera.
Yo sabía todo lo que sentía por mí.
Lo nuestro era demostrar lo que sentíamos,no era sólo sexo. Y mi bebé era la prueba de eso.

- Debes comer - me dijo mientras besaba mi espalda.

- Lo sé.

Me levanté para buscar ropa.
Tenía mucha hambre.

-¿Estás segura de continuar tu entrenamiento?

- Es necesario - dije seria.

Sentí su mirada mientras comía.

- Mi madre quiere que nos casemos en dos días.

- Hagámoslo - dije decidida.

- No es necesario.

- Así puedo decirle al mundo que eres mío - dije riendo al ver su cara.

- Qué linda, pues tú hermano aumentó los rumores.

- Eso es absurdo. Yo más que nadie, sé que me amas. Qué no te gustan los hombres.

-¿Y cómo sabes qué no?- me preguntó bromeando.

- No te conozco mucho,pero sé lo que sientes.

- Oh,soy un libro abierto para tí.

- Y yo te amo - dije sonriendo.

- Me llevaré los platos - dijo evitando el tema.

Algo no estaba bien. Se suponía que debía decir "también te amo".

Tenía que admitirlo, al final, era un acuerdo y no estaba obligado a amarme. Sí,sentía algo por mí... Pero no sabía qué tan fuerte era.
No estaba obligado a decirme con palabras cuánto me amaba.
Por el momento me bastaban sus demostraciones de amor.