Las cosas estaban pasando muy rápido.
Mi hermano me ayudó a bajar las escaleras y cuándo salíamos vimos llegar a Lauri.
Mi esposo se acercó con su rostro preocupado. Tahik le había dicho.- Yo la llevaré - dijo al acercarse apresurado.
Mi hermano estaba a punto de perder la paciencia, podía notarlo en su expresión al verlo.
- Déjalo - dijo Karina a mi hermano.
-¡No es momento para pelear!- dije enojada.
Los tres me miraron desconcertados.
Lauri me cargó y me llevó a su auto mientras mi hermano decía groserías.
Y así comenzamos nuestra extraña reconciliación.-¿Cómo lo supiste? - pregunté extrañada.
- Esa respuesta ya la sabes - dijo mientras comenzaba a conducir.
- Nosotros no parecemos ser tu prioridad - dije respirando profundamente.
- No hablemos de eso - dijo él.
- Faltaba todavía tiempo... No comprendo...
-¿Una semana?
- Apresurate.
- Soy un tonto, no pensé en las consecuencias de lo qué hice.
-¿Qué?
- Hablaremos de eso después.
-¡No! ¿Ahora qué hiciste?
- Elisa...
-¿Qué fue lo que hiciste?- pregunté con molestia.
- Eh.... Elisa...¿Tu hiciste eso?
-¿Qué cosa?
Miré hacia el frente, todo estaba congelado.
- No lo sé - dije incómoda.
- Tendremos que bajar - dijo él.
Respiré profundamente. Todavía tenía control sobre mis emociones. O al menos eso quería creer.
- ¡No!- dije al ver qué estaba por cargarme.
- No tenemos tiempo - dijo Lauri.
- Lo tenemos tonto.
- Déjame llevarte.
- No.
Era pronto. Se suponía que no debía adelantarse. ¿Y sí eso era una señal?
- Tahik dijo que habías descubierto algo.
- Si. Descubrí quién va a lastimarte.
Comencé a caminar rápido.
-¿Así qué eres tú?
- Sí y no.
- Acabemos con esto - dije tomando su mano.
Sentí electricidad recorriendo mi brazo cuándo lo toqué.
Todavía existía esa conexión entra los dos, aquella chispa entre los dos que sentí cuándo nos besamos por primera vez.
Y era innegable. Inevitable.
Tragué saliva y lo llevé al hospital.
En cuánto llegamos el tiempo se reinició. Todo era normal.
Sonreí. Sospechaba quién era el causante.-¿Fuiste tú?- dijo él.
- Es claro que no. Pero sé quién fue.
Estaba por decirme algo cuándo una enfermera se nos acercó.
- Llámale a James - le pedí.
- Ah,es cierto. El auto - dijo Lauri nervioso.
- Eso puede esperar - dije mientras el dolor aumentaba.
Nos separamos por unos minutos,mientras yo me ponía una bata para que me revisará una ginecóloga.
Traté de relajarme,pero no pude gracias a qué mi hermano y Lauri estaban peleando afuera.
La doctora me revisó y cuándo salió para decirles cómo estaba les dijo algo que los silenció.
Unos segundos después entró Lauri.
Mi bebé estaba listo para venir al mundo.
No me sorprendió verlo con una bata y gorra al entrar.- Me quedaré contigo.
-¿Estás seguro? No es muy lindo ver un parto.
- Me quedaré a su lado. Tengo que protegerlos.
- Eso significa que fue muy grave lo que hiciste.
- No tienes idea.
Podía sentir su miedo,eso fue lo que más me preocupo,aún más que estar a punto de tener a nuestro primogénito.
Se quedó a mi lado todo el tiempo,me apoyó tanto que eso significó mucho para mí.
Justo como la pintura lo indicaba, era un niño,uno precioso.
Mi padre felicitó a Lauri y mi suegra estaba feliz por su nieto.
Yo estaba muy cansada, lo cual me obligó a dormir en pocos minutos.
Y de nuevo el mismo sueño.
La luna con ése extraño color, el jardín cubierto de sangre.
Caminé hacia la fuente y me percaté de que algo era diferente.- Elisa... - dijo Lauri.
Me giré con temor y ahora sí sabía que era él.
No había duda.
-¿Lauri?
- Lo soy y no lo soy - dijo mientras sonreía de manera macabra.
Sus ojos tenía un color diferente,no eran verdes...
-¿Qué te pasó?
Desperté de golpe. Lauri estaba dormido a mi lado. Tenía que ser sincero,decirme qué hizo, qué pasó en el tiempo que nos alejamos.
¿Qué estaba pasando?¿Era él o no?
No entendía lo que le pasaba. Lauri.
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Cláusula secreta (Editada)
FanfictionLos Lintu terminaron su guerra con los Seiek mediante un tratado. Los siglos han pasado y el heredero de los Lintu necesita continuar su linaje. Elisa Seiek recibe una propuesta al descubrir que desean asesinarla. Lo que no sabe es que su padre hace...