19.Verdad.

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Él no dijo nada. Estaba algo sorprendido.

- Conozco tus pensamientos,pero...

- Supongo qué soy un maldito dolor de cabeza - dije riendo cómo tonta.

- En realidad me tomas por sorpresa,en varios sentidos.

- Sabes qué me atraes demasiado físicamente- admití nerviosa -Y me encanta estar contigo.

- Es qué yo... Siento muchas cosas por ti,pero... Siento que sí te las expreso... Te asustare.

-¿Asustarme? ¡Vamos a casarnos de por vida!- dije asombrada-¿ Éso no es suficiente para estar asustada?

- Elisa... No hagas bromas.

- No es broma,me encantas. Es más... Podría saborear tus labios por horas y no me saciare.

Lo ví retroceder.

-¿Quién asusta a quien? - me burlé.

- Entiendo tu punto. Tengo miedo a lastimarte en muchos sentidos.

- Un sentimiento muy humano. ¿Y sí nos dejamos llevar?

-¿Estás segura?

- Sí. Pero antes quiero confesar algo.

-¿Lo qué mencionaste hace rato?

- Sí. Puedo salir de la casa - dije mirando al piso.

- Lo sabía.

-¿Qué?

- Es qué quería ver tu rostro cuándo te dieran el ramo.

-¿Entonces qué está pendiente contigo?

- Supongo qué tú eres mi asunto pendiente - dijo nervioso.

-¿En dónde me quedaré?- dije tratando de cambiar el tema.

- He acondicionado varias habitaciones- comentó - en dónde te quedarás es una dónde me quedé yo mucho tiempo.

La casa, es decir la mansión era enorme. Tenía a parte de la planta baja dos pisos más.
Subimos unas enormes escaleras, con cuadros de mis antepasados.

- Mi abuelo no se deshizo de nada. Restauró muchas pinturas.

-¿Por qué ayudó a mí familia?

- Tenía una deuda con tu abuelo. Nunca supe cuál.

- Supongo qué ambas familias se llevaban bien.

- Demasiado. No entiendo porqué tú padre no busco a mi padre .

- ¿Y sí hubiera sido yo quién buscará tu ayuda?

- Con mayor razón habría aceptado.

-¿Me estás tomando el pelo?- dije fingiendo molestia.

- No - dijo mientras se detenía en la escalera.

Estábamos casi al final de la escalera,por unos dos escalones ( yo por tres ya que estaba detrás de él) y me subí al escalón dónde estaba.

-¿No huiras de mí después?

-¿Cómo?- dije sin entender su pregunta.

- Sí te demuestro lo qué siento... ¿Prometes no huir?

-¿Por qué escaparía de mi tentación?

- Pues por eso porqué soy una tentación y puedes negarte a la misma.

- Oh. Entonces...

Me estruje el cerebro. ¿Cómo podía darle seguridad?
Él no dijo nada,estaba esperando mi respuesta.

- Prometo no huir - dije tomando sus manos - no me alejaré de mi adicción.

-¿Ahora soy una adicción?- dijo riendo.

-¡Lo eres todo para mí,en todos los sentidos!- dije con nostalgia.

- Caramba, tu corazón va a estallar de tanto sentimiento...

-¿Ahora quién se burla de quién?- dije con nervios.

- Lo siento... Los nervios... Me causan hablar de  tonterías.

Le sonreí. Y el agregó algo.

- Aunque tienes mucha razón, son muchas cosas las que siento por tí.

Y una de ellas no era compasión,ni lastima. De verdad me encantaba esté hombre.
Me besó antes de que pudiera poner en orden mis perversiones.
Si,nunca me cansaría de sus labios.
Me apretó contra su cuerpo y me perdí en ése beso qué era algo extasiante.
Gemí en cuanto se separó de mí.
Antes de que pudiera abrir los ojos me estaba cargando.

- Te lo advertí - dijo mientras me cargaba.

No quise decir nada, rompería el momento.
Me bajó en cuánto entramos a una de las habitaciones ( la cual supuse era de uno de los dos porque estaba la puerta abierta) y me abrazó.

- No se qué es lo qué siento,pero intentaré demostrártelo - dijo él con miedo.

¿A qué tenía miedo? Esperaba que no fuera algo... Extremo.

Lo besé para romper la tensión. Y así iniciamos algo con lo que definitivamente no podríamos parar.
Y es qué me gustaba tanto...

Cláusula secreta (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora