Cláusula secreta (Editada)

29.Para Elisa.

Gracias por seguir mí mi historia.
Abrí la carta con las manos temblorosas.
"Para mí querida Elisa.
Era necesario qué me alejará de ustedes, tengo mis razones. James debe ser quién te ayude a creer en tu camino, yo ya cuide de ti,de muchas maneras que ni siquiera imaginas.
No creí qué te agradara tanto ése Lintu, cuidalo mucho y aprende de él. Los siguientes meses serán difíciles. Protege a James,así cómo él no dudará en hacerlo por ti. Te amo"
¿Éso era todo? ¡No me había dicho nada!
Arrugue la carta molesta.

- Alguien nos perseguía el día que la secuestraron - dijo James - siempre fue muy paranoica.

-¡Ella nos abandonó!

- Lo hizo porqué buscan algo.

-¿Qué tiene nuestra madre?

- Nosotros tenemos unas extrañas habilidades, unas muy cotizadas.

-¡Éso no me dice nada!

- Tiene sus razones - dijo James - dale una oportunidad.

- Déjame sola - dije a punto de llorar.

James se acercó a mí y me abrazó con fuerza.

- Yo la tuve a ella,pero no a ti. Me tienes a mí.

- También a mí - dijo Lauri.

James se alejó de mí y nos dejó solos.

- No me agrada tu hermano.

- Tiene algo que no termina por convencerme - dije extrañada.

- Tengo hambre, deberíamos salir a comer.

-¿Ahora?

- Por favor, quiero hablar contigo de algunas cosas.

- No creo qué sea oportuno.

- No me agrada que tú hermano nos espie, quiero decirte algo.

-¿A mí?

- Es sobre la cláusula.

- Puedes decirlo ahora.

- Es ... Quiero postergar tener hijos.

- Oh. Ya entiendo.

¿Era éso o me ocultaba algo que no quería decir? Para mí era más cómodo que habláramos en casa a que saliéramos y alguien escuchará nuestra conversación.
Además se que James nos daría privacidad. No entendía la razón para salir.

- Tomaré precauciones - dije sin darle mucha importancia a lo que mencionó.

- Creí que te molestaría.

- No. En realidad no creo que debamos tener familia aún, tenemos a ese extraño acechando...

-¿Entonces no te molestará que mañana vayamos al doctor?

- Es algo perfectamente normal.

- Creí qué te incomodaría.

Negué con la cabeza.

- No se tú,pero yo tengo hambre.

Me dejó sola mientras se desaparecía.

- Ellos ocultan algo - dijo Tahik.

-¿También lo notaste? ¿El chico de verdad es mi hermano?

- Sí,no hay duda. No entiendo porqué quiso entrar en secreto.

- Ayudame a empezar mi camino.

- Conozco una forma qué te dejará usar todo tu potencial.

- Estoy lista.

- Primero que nada, cero interrupciones.

Tahik me explicó que haría un ritual para liberar todo mi potencial. No era común, ya que se entrenaba desde pequeños a los futuros sucesores de la familia. Pero yo nunca fui entrenada.
Seguí las indicaciones al pie de la letra y marqué los símbolos en la alfombra. Esperaba que Lauri no interrumpiera,así que decidí ir a la cocina para contarle. Lo último que me faltaba era una vela roja.
Lauri estaba en la cocina con mi padre y James.
Abrí varias gavetas antes de que él se acercara a mi.

-¿Qué buscas?

Era algo penoso admitirlo. ¿Cómo pedirle una vela directamente?

- Eh...Yo... Buscaba dulces, mencionaste que tenías algunos.

El me observó y sonrió.

- Tengo en mi despacho.

- Ah... Tu despacho...

Tomó mi mano y salimos de la cocina. De manera fugaz recordé lo que hicimos la noche que nos casamos.
Traté de enfocarme en el camino. Su despacho estaba cerca de la entrada. Una pequeña oficina.

- Me gusta venir a trabajar a la casa,me recuerda buenos tiempos.

- Oh...

Abrió la puerta y noté que tenía fotos de sus padres. Y ví una foto de nosotros.

-¿Cuando tomaste la foto?

- Es del día después de conocernos - admitió - fue cosa de mi madre.

- Oh.

Era cierto,usaba el vestido qué me compró, yo estaba a su lado y parecía molesta.

- Parezco obliga...

Me silenció con un beso. Casí estaba esperando que me subiera al escritorio y me desnudara de golpe.

- Estabas algo molesta, pero no obligada - dijo besando mi cuello.

- Ya sé... Vas a decir que soy una pervertida...

- No, yo quisiera hacerte muchas cosas pero Tahik estará impaciente.

Se separó de mí, dejándome con decepción.
Se acercó a un cajón y sacó una bolsa de chocolates.

- Nunca la mencioné - dijo poniéndola en el escritorio - pero ...

Abrió otro cajón y de él sacó la vela roja.

- Llévate ambos- dijo sonriendo.

-¿Qué pasa si también te quiero a ti?

- Yo puedo esperar... ¿Pero tú?

- Oh,ya entendí.

- Sabes que soy tuyo todo el día... En especial por las noches - me susurró seductor.

- Ah...

- Vete o no te dejaré ir - me advirtió.

Estaba todavía agitada cuando entré a la habitación. Tahik me miró raro.

-¡Ustedes son un par de calenturientos!

-¿Y qué quieres qué haga? ¡Estamos casados y me gusta mucho!

- Enfócate en el ritual.

Le miré molesta.