43.Miedo

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Mi hermano estaba herido.
Yo estaba por entrar en pánico.
Me quedé quieta, sin saber qué hacer mientras mí esposo se acercaba a su prima Karina.

- Quédate con el - dijo Lauri a su prima, mientras me tomaba de la mano.

- Yo... - comencé a decir sin saber qué más.

- Es mejor qué tomes algo de té - dijo mientras me llevaba a la cocina.

- No,nada de té. Será mejor otra cosa.

-¿Qué tal jugo? - me preguntó.

- Eso estará bien.

Me miré las manos,estaba nerviosa. Sabía que mi hermano respondería mis dudas en cuánto despertara.
Me dió el vaso con jugo y lo bebí con rapidez.

- Debes descansar.

- Puedo quedarme con mi hermano.

- No es necesario.

- Sí. Es mi hermano. ¿Y qué hay de mi padre?
Yo tenía mucho miedo.

- Mi madre está con tu padre, en un lugar seguro.

-¿Qué más sabes?

- Alguien te buscaba.

Suspiré y me empecé a sentir con sueño.

- Te llevaré a dormir.

Me cargó justo cuándo no sentí mi cuerpo responder.
Entonces caí en la cuenta de que él me dió algo para dormir.

Sabía cuán terca era.
Me apreté contra su pecho y me sumi en un profundo sueño.
Y ahí fue cuándo comenzaron los sueños malos.
Ésos sueños eran el presagio que algo qué sucedería.

Corría por el jardín, el cuál se  estaba marchitando lentamente, con una luna roja de fondo.
El agua del estanque era oscura,hasta qué me acerqué para tocarla y... Ví muchos cadáveres sin rostro flotando en él.
Retrocedí asustada.
Quería avanzar,pero mi pecho dolía mucho, cómo si me costará respirar.

-¡Elisa!- gritó Lauri.

Lo busqué. Estaba perdida.
No podía verlo, estaba ansiosa por encontrarlo.
Todo cambió,era un enorme desierto,con cadáveres pudriéndose.
Y desperté de golpe,empapada en sudor.

- Soy la destrucción - dije agitada.

- No lo eres.

- Mi sueño fue un presagio - dije con pánico.

- Cálmate - dijo Lauri mientras me abrazaba.

- No puedo... Algo va a suceder.

- Tu hermano está bien, sólo fue una herida leve.

- Quiero verlo.

- Primero tienes que calmarte.

Respiré profundo tratando de aliviar la tensión dentro de mí.
Sabía quién podía ayudarme.

- Voy a darme un baño - dije con cansancio.

- Te traeré algo de comer.

Mientras el agua caía por mi espalda, traté de no recordar los detalles de aquel sueño.
Me relajé con el agua y salí después de veinte minutos.
Lauri estaba frente a mi, esperando.

- Me quedaré contigo,no es seguro que nadie salga - dijo serio.

- Tengo hambre - dije mientras me sentaba en la cama sólo con la toalla alrededor de mi.

- Sí quieres podemos hablar de tu sueño.

- No. Está bien. No es necesario.

Comencé a comer en silencio mientras él me miraba como si fuera a volverme loca o desintegrarme.

- Sí soy el fin del mundo - mumuré - espero poder tener una forma de frenarme.

- Eso no pasará. Sabes que te apoyo.

- Y también debes detenerme,en caso de que algo salga mal.

- Eso no es necesario.

-¿Cómo lo sabes?

Negué con la cabeza.

- Prométeme que me detendras si soy el fin del mundo.

- No me hagas ésto - dijo Lauri nervioso.

Me vestí de prisa y salí sin terminar mi comida. Ese sueño se sintió tan real.
Y yo era una tonta,que no aprovechó para controlar su herencia.
¿Era demasiado tarde para hacerlo?¿Yo era el fin del mundo o que era ese sueño?
¿Cómo podía detener lo qué pasaría?
¿Sería capaz de lastimar a Lauri?
¿Existía una forma de pararme?

Cláusula secreta (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora