14.Me enloqueces.

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Me alejé aquella noche lo más que pude de él. Estaba enojada, frustrada y sobre todo fastidiada de que no llegáramos a otra cosa.
En el interior de mi cabecita yo quería iniciar algo más que sexo...
Una relación que sería por siempre. Supongo que esa era mi situación.
Toda la noche me la pasé usando su laptop, mi mente era más creativa de noche.
Cerca de las cinco y media de la mañana me dió sueño.
¿Dónde me quedaría a dormir?
Su habitación estaba en completa oscuridad.
Me senté en su cama, podía verlo dormido.
Su cama era enorme,así qué no habría problema si dormía en la orilla opuesta,dándole la espalda.
Me quité mis zapatos y me acomodé de manera qué no fuera obvio que estaba ahí.
Y me quedé dormida.
La luz me despertó y estaba por moverme cuándo sentí mis brazos pesados.

- ¿Qué tal dormiste?- me preguntó detrás de mí.

Sentí un escalofrío. Además noté que el tenia un problema físico digno de ignorar, estaba muy pegado a mí.

-¿Puedes por favor...?- dije nerviosa mientras sentía su masculinidad.

- Oh,lo siento, son problemas matutinos...

Me alejé de él en cuánto pude con la cara colorada.

-¿Entonces tú...?

-¿Qué?- dije nerviosa -¿Insinuas algo?

- No... Yo...

- ¿Hoy vamos al hospital?- dije cambiando el tema.

- Sí. Quiero saber cómo está tu padre y después te llevaré a un lugar.

-¿Otra tienda?

- No. Una sorpresa.

- Éso me saca de mi rutina.

-¿No pensarás regresar a trabajar o sí?

- No. Lo más seguro es qué me odien. Y sí saben quién eres... Es peor.

- Ese lugar, me parece que necesita cambios.

-¿Qué desayunaremos?

- Puedo pedir algo... O si lo deseas salimos a desayunar.

- Te toca escoger.

- Entonces conozco el lugar...

Suspiré. Vivir con el era... Extraño,no acostumbraba comer fuera.

-¿O te gustaría comer aquí?

-¿Qué?

¡Qué tonta,lo olvidé! Sabe lo que pienso.

- Yo sé cocinar - dijo causandome sorpresa.

-¿En serio? ¿Alguien con tu nivel?

- Sí. Es parte de lo qué aprendí con mis abuelos.

- Nunca conocí a mis abuelos.

- Pues la sorpresa tiene qué ver con tu familia.

¿Más? ¿Vas a decirme que deseas qué me casé contigo ahora? ¡Ah,qué tonta,divagando de nuevo!

- Sí lo deseas podemos casarnos hoy - dijo riendo al ver mi cara.

- De verdad no me acostumbro a qué tú... Ya sabes...

- Ni yo. Ésto me comenzó a suceder hace poco.

- Vamos a desayunar y... ¿Qué te parece si me sorprendes cocinando en la hora de la comida?

- Éso me agrada.

- Dame veinte minutos - dije mientras buscaba mi ropa.

- Yo también tengo que cambiarme - dijo él sin verme.

-¿Qué pasaría si deseara qué nosotros...?

- Es precipitado.

- ¡Es que yo...!

Sí,tengo tantas ganas de que ambos estemos juntos, que empecemos a tener sexo...

-¿De verdad?- preguntó sorprendido.

- Lamento lo que pensé - dije algo acalorada.

- Sí éso quieres...

- Déjalo, creo qué voy a volverme loca.

- No creo qué sea así.

Le miré asombrada.

- Con cada día que pasa me cuesta más contener... Ser un caballero.

Me dejó sin palabras.
Tomé mi ropa y me encerré en su baño. No dejé de suspirar por lo menos unos cinco minutos.
Me bañé con agua fría,tratando de serenar mi mente,cosa que no sucedió.
Y lo peor fue lo siguiente.
Cuando salí del baño ( yo me vestí adentro) lo vi sólo con una toalla y estuve a punto de tirarme encima.
Miré hacia el piso mientras escuché su melodiosa risa.
Me quedé sentada lejos de él,esperando a qué saliera.
Evadí sus preguntas por el resto de la mañana. Todas sus preguntas eran sobre mí y nosotros. No estaba lista para admitir con mi propia voz qué me gustaba mucho.
Y dejó de preguntar.
Me llevó a una pequeña cafetería, bastante agradable.
Desayunamos y regresamos al hospital. Mi padre estaba despierto, éso me alegró mucho.

- No se preocupe he cuidado de su hija - dijo Lauri.

- Acepté casarme con él - dije a mi padre.

Su silencio significaba qué algo le molestaba.

- Los dejaré solos mientras hablo con el doctor - dijo Lauri.

Una vez qué cerró la puerta mi padre me miró preocupado.

-¿Quieres la verdad?- dije algo nerviosa.

-¿Éso significa qué pasó algo entre ustedes?- dijo con rapidez.

-¡No! ¡Ojalá hubiera sido eso!- dije lo último con decepción.

-¿Así qué te gusta?

- Si. Bastante. Y él... Nunca me lastimaría. Además el me salvó el día que... Tu sabes...

-¿Fue él? Qué extraño...

- No te preocupes, todo estará bien.

- Sí deseas estar con el no te detengas - dijo mi padre - o tal vez te arrepientas.

Su consejo me puso a pensar, tanto que me distraje.
Al parecer sería dado de alta en una semana.
Ni siquiera me di cuenta de que salimos del hospital hasta que la tipa del otro día se le acercó a Lauri.

Yo la fulmine con la mirada y Lauri la ignoró.

- Quiero qué conozcas algo que te encantará.

-¿Alguna de tus ex novias?

- No.

-¿ Vas a decirme que nos casaremos en minutos?- dije bromeando.

- No es eso... Pero si lo deseas ...

-¡Ay por favor! ¡ Deja de decir "si lo deseas"!

-¿Por qué?

-¡Porque no cumples!- dije molesta mientras la gente se me quedó viendo como una loca en medio de la calle.

- Ven... - dijo mientras me tomaba la mano.

Me llevó al estacionamiento y me pegó contra el coche con suavidad.

-¿Qué deseas?

-¡A ti por supuesto! - dije de manera impulsiva.

¿Yo dije éso?

Cláusula secreta (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora