Cláusula secreta (Editada)

9.Eres un misterio.

Me perdí en el viaje de regreso. No podía dejar de pensar en lo que hacía por mí. Y no podía dejar de sentir culpa por ser una aprovechada.

- Esté es mi hogar - dijo Lintu haciendo que regresará a la realidad.

Estábamos en un estacionamiento y yo me perdí mucho.

- ¿Qué es este lugar?- pregunté curiosa.

- Es mi departamento.

- Creí que regresaría a casa.

- No. Aquí nos quedaremos - dijo él mientras bajaba del auto.

Me sentí algo perdida. ¿Qué había dicho antes?
Me estruje el cerebro,pero no pude recordar nada. Y sí, mencionó algo.

- Te mostraré el lugar.

- Déjame ayudarte - dije mientras tomaba unas bolsas.

Subimos a un elevador.

- Ambos lugares no son seguros - dijo él - por ahora estaremos aquí.

Suspiré. Ahora aquella pregunta quedaba en un plano olvidado, estaba tan desanimada que no me interesaba saber qué quería de mí.
Aquel departamento estaba en un lugar muy bien cuidado.
Vivía en el piso 23, este debía de tener una hermosa vista.

- Te daré unas llaves del departamento - dijo mientras buscaba como abrir la puerta.

Traté de ayudar y empeoré las cosas, terminé encima de su pecho.
¡Hazlo,por favor hazlo, bésame! Pensé con desesperación.
Y el me sonrió.
Me quité con molestia y se apuró a abrir la puerta una vez que se levantó.

- Te tengo una sorpresa,pero antes tengo que cambiarme - dijo mientras me perdía en su departamento.

Se notaba qué era el departamento de un chico soltero. Colores sobrios,fríos (blanco,gris, un poco de verde claro en la cocina).

- Decidí vivir aquí hace cuatro años - comento mientras dejaba mis cosas.

-¿Tanto tiempo tú sólo?

- Mi madre se encargó de qué la oficina se quedará en la mansión, pero yo necesitaba espacio.

-¿Qué pasó?

- Mi abuelo me entrenó desde los siete años. No estaba listo para lo que me pedían.

Me quedé perdida en sus ojos. ¿Qué era lo que le pedían que lo obligó a irse de casa de sus padres?

- Desde los 17 me presionaron para casarme.

- Ah...

- ¿Te casarías con alguien a la fuerza?

-¿Y qué no haremos éso?

- Yo te estoy dando opción. Podemos romper el acuerdo, en cambio... Mis padres lo verían mal. Y escogieron a mi prometida.

- No veo mucha diferencia con nuestra situación.

- Si quieres puedes ver la tele... O usar el internet - dijo mientras señalaba un letrero.

-¿Quién escribe la contraseña de su internet?- me burlé de él.

- La escribí para ti. Y puedes usar ésa computadora - me señaló una mesa.

- Ah...

- No tardaré - dijo mientras entraba a una habitación.

Una laptop. Debí preguntar la contraseña.
Pero no tenía contraseña. Una hermosa fotografía estaba de fondo. Hacia mucho que no me interesaba por el internet. No es que no supiera usarlo,pero en casa no tenía y era muy raro  que yo perdiera mi tiempo en alguna red social.
Decidí revisar sus fotografías.
Cerré la carpeta, no debía hacerlo. Mejor decidí ver las noticias.
Y ahí noté que la laptop si era de él, podía entrar a internet. Sí fuera nueva no tendría la clave del internet.
Una nota me llamó la atención.
Era sobre la familia Lintu.
Un hombre armado atento contra la vida de la familia Lintu,en especial de la matriarca de la familia,dejando a dos personas heridas.

- Mi sorpresa no tarda en llegar - dijo Lauri.

- ¿Habías visto la nota? -pregunte mientras señalaba la laptop.

- Sí. Mi madre me mandó un mensaje, también quiere que vayamos a cenar con ella.

-¿Dos personas heridas?

- Una fue tu padre, la otra uno de mis guardias al desarmarlo.

-¿Así qué una sorpresa?

El se sentó a mi lado, su sala era hermosa, de color chocolate.

El aroma de su colonia era muy fuerte, se veía muy bien con una playera y un pantalón de mezclilla azul.

-¿Y si te pruebas la ropa?- me dijo algo seductor.

- Ya me imagino lo qué escogiste - dije mirándolo suspicaz.

- Sí no te gusta lo regreso.

No dije nada. Tomé la bolsa misteriosa y me llevé otras dos bolsas sin ver.

-¿Puedo usar tu habitación?

- Adelante, es tuya - dijo sonriendo.

¡De verdad contigo no se puede!

-¿Éso es un coqueteo? - dije sin dejar de observarlo.

No dijo nada. Pero seguía sonriendo.
Su habitación tenía su aroma, en cuánto cerré la puerta aspire su aroma,como una loca obsesionada con sus cosas, me reí de mi analogía.
Abrí la bolsa con las cosas qué me compro. Una mochila,la misma que me gustó y una playera con temática del manga que yo quería comprar.
Y luego abrí las bolsas qué traje. Entre ellas estaba el vestido rojo entallado.
Y entonces se me ocurrió una idea.
Me sentí cómo una loca desesperada.