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Viernes 19 de Octubre de 2018

*Narra Santiago*

En cuánto entré a mi oficina, miré la correspondencia. La mayoría eran contratos, propaganda de los bancos, etcétera.

Una carta llamó mi atención, la tomé, abrí el sobre. Dentro había una invitación, era la invitación de la boda de Luka.

La dejé a un lado cuando de reojo ví a Mónic entrar a mi oficina.

- Buenos días, señor.

- Buenos días, Mónic. - dije sin mirarla, ya que seguí revisando todas las cartas - ¿Ocurre algún problema?

- No, solo que lo busca uno de los representantes del Banco Internacional, dice que es urgente verlo.

- Por favor, hazlo pasar. - la miré y ella asintió.

A los pocos segundos tocaron la puerta.

- Adelante. - respondí.

Entró un señor de traje.

- Buenos días, Santiago. - me levanté de mi asiento y estreché su mano.

- Buenos días. Tomé asiento. - le indiqué con la mano que tomará asiento en una de las sillas de cuero frente a mi escritorio.

- ¿A qué debo su visita, señor? - me acomodé en mi asiento.

- Verás, Santiago, vengo a notificarte que tu empresa tiene una deuda bastante grande con nuestro banco.

- ¿Qué? Pero yo mismo he supervisado todo. - me enderece del asiento.

Abrió su portafolio.

- Aquí está el informe Santiago. - me extendió un folder con el estado de cuenta.

Lo tomé y lo abrí. Efectivamente, había una deuda de casi medio millón de dólares.

- Esta bien, pagaré la deuda y veré que fue lo que pasó. Solo tengo una duda. - él se quedó callado indicando que siguiera - ¿Por qué tanto?

- Bueno, aparte de lo que pagas normalmente, hay con intereses, además aquí marca que retiraste dinero. - señaló la hoja.

Me quedé observando el papel intentando recordar en que se había invertido ese dinero.

- Bueno, Santiago, te dejo. Esperamos que esto sea un malentendido nada más. - se levantó.

- Yo también espero eso, en cuanto tenga una resolución, pasaré a verlo al banco. - asintió.

- Gracias, nos vemos luego. - se levantó.

Lo encaminé a la puerta.

- Hsta luego. - estrechamos nuestras manos de nuevo y salió.

Me senté en mi asiento y analicé más a fondo el documento.

- Esto no me cuadra, jamás he sacado tanto dinero. - pensé en voz alta.

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