*Narra Valentina*
Me quité por completo el antifaz, miré de reojo a Santiago y su cara lo decía todo, estaba decepcionado... mientras que la cara de Ethan era de burla.
Hice mi declaración ante todos fingiendo tranquilidad, pero los nervios, el miedo y la tristeza no se iban.
Los próximos minutos de conferencia se me hicieron eterno y a decir verdad, no quería que terminara, pues quería evadir a Santiago a toda costa, pero sabía que eso era imposible, tarde o temprano debía afrontar las consecuencias.
Por fin terminó la conferencia. Todos empezamos a salir de manera ordenada. Mis piernas flaqueban y mis manos temblaban. Por fortuna Alessandra no me dejó sola en ningún momento, salimos juntas.
Por otra parte, Santiago me veía de reojo y trataba de disimular. Entendía perfectamente como podría sentirse.
Cuando la audiencia terminó, salimos de manera ordenada al pasillo.
Debo agradecer que Alessandra no me dejó sola en ningún momento. Incluso me llevaba agarrando del brazo.
- Fratello... - se acercó Aless a Santiago.
- No digas nada, Alessandra. - dijo con frustración.
Salió del lugar sin decir nada más que eso. Mis ojos se cristalizaron.
- No, Val, no llores. - me abrazó.
- Yo sabía que esto iba a pasar... - me quedé un momento recargada en su hombro.
Cuando estuve más tranquila me separé.
- Tranquila, esto se arreglará, lo prometo. Vamos a casa.
- Creo que no sería correcto que vaya como si nada a su casa, ¿Te puedo pedir un favor muy grande? - asintió - Ayer hice mis maletas y le dije a Chris que hiciera las suyas, ¿Puedes dejarme en mi departamento e ir por Christina y mis maletas?
- Por supuesto que sí, vamos. - me abrazó por un solo lado y caminamos a dónde estaba la camioneta.
[...]
Tocaron la puerta, me levanté con pesadez del sillón y abrí la puerta, más tarde en hacer eso que ya tenía a mis dos amigas encima.
No aguanté más y empecé a llorar de nuevo. Chris y Aless solo me abrazaron en silencio.
Cuando mis lágrimas cesaron, nos separamos, entramos completamente. Atrás de ellas entró el chófer con las maletas.
Incluso las que habíamos llevado a Nueva York, Santiago le dió la orden a su chófer y el fue quien las trajo.
Nos sentamos en el sofá, Chris dejó a Natalia en el tapete para que jugara con sus juguetes.
- ¿Cómo te sientes? - habló Chris sentándose en el sillón.
- Mal... - suspiré.
- Tranquila, es normal, y el comportamiento de mi hermano no fue el mejor.
- Quizá tengas razón, no lo fue, pero sabíamos que así iba a ser, Aless. - la miré - Sólo... Cuídalo, te pido que estés al pendiente de él, no quiero que haga una tontería.
- ¿Una tontería? - me miraron confundidas.
- Larga historia...
Recordé la vez en que Santiago me encontró con Ethan en el club, se puso a beber desenfrenadamente. Por suerte ese día llegó Joe.
- Bueno, hay tiempo. - sonrió Chris.
- No, Chris, no tiene caso. No quiero sentirme mal al recordarlo... El caso es que si dice que va a salir, no lo dejes, Aless, por favor.
ESTÁS LEYENDO
Sutra
Teen FictionUna apuesta entre amigos debe ser pagada, y que mejor con un baile erótico en el mejor club de todo Estados Unidos. Sólo lo mejor para el mejor.